Considérame

        ¡Considérame!
La suerte me ha negado su pestaña de azúcar.
Me abrazó el desprecio tantas veces
y me besó el engaño en la penumbra.
Me embriagué de tropiezos y de angustias
Si...
con la frente abatida y el amor enterrado. 
        ¡Considérame!
Yo sé que tus caminos son más altos.
Que a todo el que se humilla lo levantas
y nada se te pierde entre las manos.
Que surque tu relámpago la noche
Si...
¡Que rompa del desdén los maleficios!