Mostrando entradas con la etiqueta El que nunca pensó. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El que nunca pensó. Mostrar todas las entradas

El que nunca pensó




Nunca pensé
que sería tan franco.
Para ser franco
yo nunca pensé.

No sé cómo usar la cabeza,
no comprendo la "belleza"
de concebir una idea
por diminuta que sea.
Nunca albergué un pensamiento
o un solitario argumento.
No se extraer un concepto
lo que me digan acepto
pero tengo una destreza,
una virtuosa rareza;
y en esto quiero ser franco
¡Se poner la mente en blanco!
pero no soy presumido,
no seré un "gran entendido"
pero digo lo que pienso
y con esto lo compenso
pues no pienso lo que digo.
Por eso no me desdigo
no se pensar ni lo intento;
suelto palabras al viento
(sin sentido, sin sustancia
con devoción y constancia)
por si es que algún comedido
guarde el anhelo escondido
de sumergir su arrogancia
en el mar de mi ignorancia.

Nunca pensé
que sería tan franco.
Para ser franco
yo nunca pensé.