Sobre aquel plano inclinado
limitado por tres rectas,
se apoya una diagonal
de puntos que se interceptan,
formando un ángulo agudo
su vértice se despliega.
Entre las dos directrices
perpendiculares y opuestas,
un arco audaz se guarece
de tres ejes que lo acechan;
su diámetro adyacente
con la tangente se cierra;donde nacen cual suspiro
cinco líneas paralelas,
sus puntos de origen son
equidistantes de aquellas
que en vista frontal parecen
una arista larga, eterna.