No la despertemos.
Dejémosla que duerma.
Dejémosla que duerma.
Que acabe su sueño.
Si tenemos que llegar tarde
por verla nadar en sus sábanas
Si tenemos que llegar tarde
por verla nadar en sus sábanas
por verla alcanzar lo que busca
por un suspiro más
que siga...
Que atrape el último ensueño
con los párpados hambrientos
de colores, de paisajes innecesarios
pero a su medida.
Que se deje abrazar por su almohada
que alguna vez fue nuestra
Que suelte un gemido de estrellas.
Parece sumirse hasta el fondo de algo
pero está a la deriva.
No quiere soltar ese sueño indomable
Pero lo suelta.
Se destapa con los pies rebeldes
y el mar de la aurora hace rato
que la dejó en nuestra orilla.
Allí, enredada en su pelo de espuma
por un suspiro más
que siga...
Que atrape el último ensueño
con los párpados hambrientos
de colores, de paisajes innecesarios
pero a su medida.
Que se deje abrazar por su almohada
que alguna vez fue nuestra
Que suelte un gemido de estrellas.
Parece sumirse hasta el fondo de algo
pero está a la deriva.
No quiere soltar ese sueño indomable
Pero lo suelta.
Se destapa con los pies rebeldes
y el mar de la aurora hace rato
que la dejó en nuestra orilla.
Allí, enredada en su pelo de espuma
Dónde naufragan los sueños
Dónde lo real se hace puerto
Alli se percata del paso del dia
Y emerge, y despierta
Y emerge, y despierta
Y nos busca, y nos mira
y vamos que se hace tarde.
y vamos que se hace tarde.