No deja de llover nostalgias
sobre la avenida.
En mi balcón las madreselvas huelen
a melancolía.
Adentro el corazón se empaña,
afuera la humedad lastima;
el gato en el sofá
me mira sin piedad
y el piano en un rincón
que espera...
Espera igual que yo,
sentado en un sillón
que el viento gris se lleve esta ansiedad.
No deja de caer tu otoño
sobre mi vereda.
Por mi ventana pasa un frío triste
borrando huellas.
Afuera un nubarrón se desvanece,
adentro tus recuerdos se sublevan;
se enfría en mi mantel
tu taza de café
disipa en su vapor
la espera...
igual que espero yo
tu lenta compasión
que está llegando tarde como ayer.