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Cuando el alma se atragante


Cuando el alma se atragante
       ¿qué le darás de beber?
      De más está suponer
que se tragó un caramelo.
¿Le pedirás que se aguante
   cuando se ponga a toser?
     ¿La llevarás a comer
cuando no tenga consuelo?
No tomes nunca del suelo
lo que no quieras perder
tarde o temprano el dolor
se llevará lo que es suyo;
      mejor recoge lo tuyo
para que nadie tropiece,
cuando la noche florece
       se pone raro el camino.
Porque el alma se atraganta
cuando no encuentra destino,
viene la duda que espanta
con ese amargo sabor
que a veces tiene el color
       de una cizaña que crece.
Que no te vuelvas mezquino
cuando te apriete el rencor
   que no se enfríe el calor
mira que pronto amanece.