Mostrando entradas con la etiqueta Ya no me sigas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ya no me sigas. Mostrar todas las entradas

Ya no me sigas


Tu constancia me abruma
contumaz peregrino.
No sé cómo te llamas
ni de dónde has venido.

Se muy bien lo que buscas
pero no soy tu dueño
yo no puedo tenerte
no soy buen compañero.

No me mires así
con los ojos hinchados;
dejaré que esta noche
te hagas nido a mi lado.

Puedo darte un abrigo
cuando llegue el invierno,
y este viejo collar
que me trae recuerdos.

Te daré un nuevo nombre,
quizás agua y comida,
trataré de ser bueno
pero ¡Ya no me sigas!