Mostrando entradas con la etiqueta Me gusta la escuela si llueve. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Me gusta la escuela si llueve. Mostrar todas las entradas

Me gusta la escuela si llueve.

Me gusta la escuela si llueve,
           y no se lo dije a nadie.
Me quejo, me hago el dormido
pero en el patio del alma
chapotean los minutos
y cuento las gotas del tiempo
       para correr bajo el alba.
Es de los brazos de otoño,
es su bufanda dorada,
me acaricia la mañana,
me destapa las rodillas,
          me va secando la cara.
Como un soldado de botas,
de guantes, de uniforme,
gorro blindado de lana
     y un paraguas afilado
para luchar bajo el agua.
Tan temprana la alborada,
la calle esta negra...
Es como salir de noche
           y ser grande por un día.
Mientras las luces se empañan,
me deja el viento en la entrada.
Suelto el barro en los cartones
y ese olor a tierra fresca...
  A bandera mojada,
a mochila empapada;
a su pelo enjuagado de espumas,
           y sus ojos que amanecen
por el pálido horizonte
del cuaderno que la abraza
      tal como yo lo haría...
El patio es un mar callado,
  y  nos dejan jugar adentro
y amontonamos los bancos
              y todo es más cerca
y si llueve me gusta la escuela;
y no se lo digo a nadie.
y pego nubes de algodones,
     y corto retazos de tela.
y yo le presto mis colores
y ella sus ojos de lluvia.