Nos volvimos caminando


Nos volvimos caminando entre baldosas,
      sorteando charcos, nombrando estrellas;
una luz de mercurio te estiraba la sombra
y una fila de hormigas te pisaba las huellas.
Si me dieras un lápiz y unas hojas gastadas
             te podría esbozar cada esquina,
un portón oxidado, un pasaje de ripio;
los malvones marchitos de la pobre vecina. 
Los perros de al lado, que siempre me odiaron,
       el gato en la tapia velando al asecho,
      un gallo infinito tosiendo sus notas;
la luna enredada en los cables del techo.
Tus ojos de grillo raspando un murmullo,
   tu mano apenada arrugando un boleto,
 la noche en tu frente, la brisa en tu boca
y un ramo de dudas buscando un secreto.