Llamada perdida

Te llamé.
Porque vi tu llamada.
Porque alguno de los dos
está muy lejos.
Te llamé cuando el viento
lleva voces y rimas;
porque nunca las vemos
pero las llamadas suben al aire,
las señales cruzan el aire
y el aire está lleno de letras.
Tu voz se evapora al cielo
y los satélites la empujan,
se repite en las antenas;
tu voz se repite a si misma
y mi voz encuentra la tuya,
se saludan, se abrazan
siguen su camino
y atraviesan las paredes.
Pisan los mares, y vuelven.
Se besan por todas partes
y nadie las ve, nadie las oye.
No saben que el aire
está borracho de besos,
de miradas pixeladas,
de poemas errantes;
de llamadas perdidas.