De tantas nimiedades que me anclaban,
de tanto evadir los arrebatos de impericia;
Altivo anduve sobrio de milagros,
por complacer a la insaciable burguesía.
Salí a vender mis horas de inocencia
Por ver como se abrogan mis prisiones,
de tanto evadir los arrebatos de impericia;
Altivo anduve sobrio de milagros,
por complacer a la insaciable burguesía.
De tanto perdonar al dogmatismo,
de tanto apaciguar el desenfreno;
me fui enterrando vivo en los temores
del soso lodazal de la apariencia.
me fui enterrando vivo en los temores
del soso lodazal de la apariencia.
Salí a vender mis horas de inocencia
a cambio de amnistías pasajeras,
de amargas deserciones paulatinas
y amarga procesión sobre la tierra.
y amarga procesión sobre la tierra.
Cargando el corazón que en otras noches
sacaba a presumirle a las estrellas.
El mismo corazón que entre las sombras
se vuelve a despertar empoderado.
El mismo corazón que entre las sombras
se vuelve a despertar empoderado.
Por ver como se abrogan mis prisiones,
invocaré la mano abierta del Altísimo
Me abrazaré a las llamas de su gloria;
Me arrancaré las pieles del hastío.
Me abrazaré a las llamas de su gloria;
Me arrancaré las pieles del hastío.
Amarraré los miedos junto al río
para cruzar a pie los siete mares,
para cruzar a pie los siete mares,
me rendiré a la sujeción de lo imposible
y volveré a encender la luz de la esperanza.
