Mario Benedeti



A la izquierda del roble

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero el Jardín Botánico es un parque dormido
En el que uno puede sentirse árbol o prójimo
Siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
Y oír a través del aire que admite ruidos muertos
Cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
Una agradable propensión a los sueños,
A que los insectos suban por las piernas
Y la melancolía baje por los brazos
Hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
Y ver cómo las nubes se disputan las copas
Y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Ah pero las parejas que huyen al Botánico
Ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
Hablan por lo común de temas importantes
Y se miran fanáticamente a los ojos
Como si el amor fuera un brevísimo túnel
Y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.

Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(También podría llamarlo almendro o araucaria
Gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
Hablan y por lo visto las palabras
Se quedan conmovidas a mirarlos
Ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero es lindísimo imaginar qué dicen
Sobre todo si él muerde una ramita
Y ella deja un zapato sobre el césped
Sobre todo si él tiene los huesos tristes
Y ella quiere sonreír pero no puede.

Para mí que el muchacho está diciendo
Lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Ayer llegó el otoño
El sol de otoño
Y me sentí feliz
Como hace mucho
Qué linda estás
Te quiero
En mi sueño
De noche
Se escuchan las bocinas
El viento sobre el mar
Y sin embargo aquello
También es el silencio
Mírame así
Te quiero
Yo trabajo con ganas
Hago números
Fichas
Discuto con cretinos
Me distraigo y blasfemo
Dame tu mano
Ahora
Ya lo sabés
Te quiero
Pienso a veces en Dios
Bueno no tantas veces
No me gusta robar
Su tiempo
Y además está lejos
Vos estás a mi lado
Ahora mismo estoy triste
Estoy triste y te quiero
Ya pasarán las horas
La calle como un río
Los árboles que ayudan
El cielo
Los amigos
Y qué suerte
Te quiero
Hace mucho era niño
Hace mucho y qué importa
El azar era simple
Como entrar en tus ojos
Dejame entrar
Te quiero
Menos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero puede ocurrir que de pronto uno advierta
Que en realidad se trata de algo más desolado
Uno de esos amores de tántalo y azar
Que Dios no admite porque tiene celos.

Fíjense que él acusa con ternura
Y ella se apoya contra la corteza
Fíjense que él va tildando recuerdos
Y ella se consterna misteriosamente.

Para mí que el muchacho está diciendo
Lo que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Vos lo dijiste
Nuestro amor
Fue desde siempre un niño muerto
Sólo de a ratos parecía
Que iba a vivir
Que iba a vencernos
Pero los dos fuimos tan fuertes
Que lo dejamos sin su sangre
Sin su futuro
Sin su cielo
Un niño muerto
Sólo eso
Maravilloso y condenado
Quizá tuviera una sonrisa
Como la tuya
Dulce y honda
Quizá tuviera un alma triste
Como mi alma
Poca cosa
Quizá aprendiera con el tiempo
A desplegarse
a usar el mundo
Pero los niños que así vienen
Muertos de amor
Muertos de miedo
Tienen tan grande el corazón
Que se destruyen sin saberlo
Vos lo dijiste
Nuestro amor
Fue desde siempre un niño muerto
Y qué verdad dura y sin sombra
Qué verdad fácil y qué pena
Yo imaginaba que era un niño
Y era tan sólo un niño muerto
Ahora qué queda
Sólo queda
Medir la fe y que recordemos
Lo que pudimos haber sido
Para él
Que no pudo ser nuestro
Qué más
Acaso cuando llegue
Un veintitrés de abril y abismo
Vos donde estés
Llevale flores
Que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero el Jardín Botánico es un parque dormido
Que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube ha resuelto quedarse
Y nos está mojando como alegres mendigos.

El secreto está en correr con precauciones
A fin de no matar ningún escarabajo
Y no pisar los hongos que aprovechan
Para nadar desesperadamente.

Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
Aquellos dos a la izquierda del roble
Eternos y escondidos en la lluvia
Diciéndose quién sabe qué silencios.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
Pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
Aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.



A ras del sueño

Sólo una temporada provisoria,
Tatuaje de incontables tradiciones,
Oscuro mausoleo donde empieza
A existir el futuro, a hacerse piedra.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
Del mago lejanísimo y borroso.

Sin embargo, la infancia se empecina,
Comienza a levantar sus inventarios,
A echar sus amplias redes para luego.
Es una isla limpia y sobre todo
Fugaz, es un venero de primicias
Que se van lentamente resecando.

Queda atrás como un rápido paisaje
Del que persistirán sólo unas nubes,
Un biombo, dos juguetes, tres racimos,
O apenas un olor, una ceniza.
Con luces queda atrás, a la intemperie,
Yacente y aplazada para nunca,
Sola con su aptitud irresistible
Y un pudor incorpóreo, agazapado.
Para nunca aplazada, fabulosa
Infancia entre sus redes extinguida.

Por algo queda atrás. Esa entrañable
Cede paso al fervor, al pasmo, al fruto,
El azar hinca el diente en otra bruma,
Somos los moribundos que nacemos
A la carne, a la sangre, al entusiasmo,
Nos burlamos del sol, de la penumbra,
Manejamos la gloria como un lápiz
Y en las vírgenes tapias dibujamos
El amor y su viejo colmo, el odio,
El grito que nos pone la vergüenza
En las manos mucho antes que en la boca.

El celaje se enciende. Somos niebla
Bajo el cielo compacto, insolidario,
El asombro hace cuentas y no puede
Mantenernos serenos, apacibles,
Somos el invasor protagonista
Que hace trizas el tiempo, que hace ruido
Pueril, que hace palabras, que hace pactos,
Somos tan poderosos, tan eternos,
Que cerramos el puño y el verano
Comienza a sollozar entre los árboles.

Mejor dicho: creemos que solloza.
El verano es un.vaho, por lo tanto
No tiene ojos ni párpados ni lágrimas,
En sus tardes de atmósfera más tenue
Es calor, es calor, y en las mañanas
De aire pesado, corporal, viscoso,
Es calor, es calor. Con eso basta.

De todos modos cambia a las muchachas,
Las ilumina, las ondula, y luego
Las respira y suspira como acordes,
Las envuelve en amor, las hace carne,
Les pinta brazos con venitas tenues
En colores y luz complementarios,
Les abre escotes para que alguien vierta
Cualquier mirada, ese poderhabiente.

La vida, qué región esplendorosa.
¿Quién escruta la muerte, quién la tienta?
A la horca con él. ¿Quién piensa en esa
Imposible quietud cuando es la hora
Para cada uno de morder su fruta,
De usar su espejo, de gritar su grito,
De escupir a los cielos, de ir subiendo
De dos en dos todas las escaleras?

La muerte no se apura, sin embargo,
Ni se aplaca. Tampoco se impacienta.
Hay tantas muertes como negaciones.
La muerte que desgarra, la que expulsa,
La que embruja, la que arde, la que agota,
La que enluta el amor, la que excrementa,
La que siega, la que usa, la que ablanda,
La muerte de arenal, la de pantano,
La de abismo, la de agua, la de almohada.

Hay tantas muertes como teologías,
Pero todas se juntan en la espera.
Esa que acecha es una muerte sola.
Escarnecida, rencorosa, hueca,
Su insomnio enloquecido se desploma
Sobre todos los sueños, su delirio
Se parece bastante a la cordura.
Muerte esbelta y rompiente, qué increíble
Sirena para el Mar de los Suicidas.

No canta, pero indica, marca, alude,
Exhibe sus voraces argumentos,
Sus afiches turísticos, explica
Por qué es tan milagrosa su inminencia,
Por qué es tan atractivo su desastre,
Por qué tan confortable su vacío.

No canta, pero es como si cantara.
Su demagogia negra usa palomas,
Telegramas y rezos y suspiros,
Sonatas para piano, arpas de herrumbre,
Vitrinas del amor momificado,
Relojes de lujuria que amontonan
Segundos y segundos y otras prórrogas.

No canta, pero es como si cantara,
Su espanto vendaval silba en la espiga,
Su pregunta repica en el silencio,
Su loco desparpajo exuda un réquiem
Que es prado y es follaje y es almena.

Hay que volverse sordo y mudo y ciego,
Sordo de amor, de amor enmudecido,
Ciego de amor. Olfato, gusto y tacto
Quedan para alejar la muerte y para
Hundirse en la mujer, en esa ola
Que es tiempo y lengua y brazos y latido,
Esa mujer descanso, mujer césped,
Que es llanto y rostro y siembra y apetito,
Esa mujer cosecha, mujer signo,
Que es paz y aliento y cábala y jadeo.

Hay que amar con horror para salvarse,
Amanecer cuando los mansos dientes
Muerden, para salvarse, o por lo menos
Para creerse a salvo, que es bastante.
Hay que amar sentenciado y sin urgencia,
Para salvarse, para guarecerse
De esa muerte que llueve hielo o fuego.

Es el cielo común, el alba escándalo,
El goce atroz, el milagroso caos,
La piel abismo, la granada abierta,
La única unidad uniyugada,
La derrota de todas las cautelas.

Hay que amar con valor, para salvarse.
Sin luna, sin nostalgia, sin pretextos,
Hay que despilfarrar en una noche
—Que puede ser mil y una— el universo,
Sin augurios, sin planes, sin temblores,
Sin convenios, sin votos, con olvido,
Desnudos cuerpo y alma, disponibles
Para ser otro y otra a ras de sueño.

Bendita noche cóncava, delicia
De encontrar un abrazo a la deriva
Y entrar en ese enigma, sin astucia,
Y volver por el aire al aire libre,
Hay que amar con amor, para salvarse.

Entonces vienen las contradicciones
O sea la razón. El mundo existe
Con manchas, sin arar, y no hay conjuro
Ni fe que lo desmienta o modifique.

El manantial se seca, el árbol cae,
La sangre fluye, el odio se hace muro,
¿Es mi hermano el verdugo? Ese asesino
Y dios padrastro todopoderoso,
Ese señor del vómito, ese artífice
De la hecatombe, ¿puede ser mi hermano?
Surtidor de napalm, profeta imbécil,
¿Ése, mi prójimo?, ¿ése, el semejante?
Sindico en todo caso de la muerte,
Argumento y proclama de la ruina,
Poder y brazo ejecutor. Estiércol.

Por esta vez no he de mirar mis pasos
Sino el contorno triste, calcinado.
Miro a mi sombra que está envejeciendo,
La sombra de los míos que envejecen.

El mundo existe. Con o sin sus manes,
Con o sin su señal. Existe. Punto.

El mundo existe con mis ex iguales,
Con mis amigos-enemigos, esos
Que ya olvidé por qué se traicionaron.

Tiendo mi mano a veces y está sola
Y está más sola cuando no la tiendo,
Pienso en los compradores emboscados
Y tengo duelo y tengo rabia y tengo
Un reproche que empieza en mis lealtades,
En mis confianzas sin mayor motivo,
En mi invención del prójimo-mi-aliado.
Ni aún ahora me resigno a creerlo.

No todos son así, no todos ceden.
Tendré que repetírmelo a escondidas
Y barajar de nuevo el almanaque.

Mi corazón acobardado sigue
Inventando valor, abriendo créditos,
Tirando cabos sólo a la siniestra,
Aprendiendo a aprender, pobre aleluya,
Y quién sabe, quién sabe si entre tanta
Mentira incandescente, no queda algo
De verdad a la sombra. Y no es metáfora.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
Del mago lejanísimo y borroso.

Pero, ¿por qué creerle a pie juntillas?
¿En qué galaxia está el certificado?

Algo aquí, nada allá. ¿Es tan distinto?
Lo propongo debajo de mis párpados
Y en mi boca cerrada.
¿Es tan distinto?
Ya sé, hay razones nítidas, famosas,
Hay cien teorías sobre la derrota,
Hay argumentos para suicidarse,

Pero, ¿y si hay un resquicio?
¿Es tan distinto,
Tan necio, tan ridículo, tan torpe,
Tener un espacioso sueño propio
Donde el hombre se muera pero actúe
Como inmortal?



A tientas

Se retrocede con seguridad
Pero se avanza a tientas
Uno adelanta manos como un ciego
Ciego imprudente por añadidura
Pero lo absurdo es que no es ciego
Y distingue el relámpago la lluvia
Los rostros insepultos la ceniza
La sonrisa del necio las afrentas
Un barrunto de pena en el espejo
La baranda oxidada con sus pájaros
La opaca incertidumbre de los otros
Enfrentada a la propia incertidumbre

Se avanza a tientas / lentamente
Por lo común a contramano
De los convictos y confesos
En búsqueda tal vez
De amores residuales
Que sirvan de consuelo y recompensa
O iluminen un pozo de nostalgias

Se avanza a tientas / vacilante
No importan la distancia ni el horario
Ni que el futuro sea una vislumbre
O una pasión deshabitada

A tientas hasta que una noche
Se queda uno sin cómplices ni tacto
Y a ciegas otra vez y para siempre
Se introduce en un túnel o destino
Que no se sabe dónde acaba.



Ahora en cambio

Hubiera entregado el Dios que no poseo,
Hubiera aprendido tres o cuatro signos,
Y así desalentado,
Así fiel, ceniciento,
Invariable como un recuerdo atroz,
Me hubiera respondido,
Me hubiera transformado en ademanes
Me hubiera convencido como todos,
Refugiado en el hambre universal,
Salvado para siempre y para nada.

Ahora en cambio estoy un poco solo,
De veras un poco solo y solo.
Mi tristeza es un vaso de oraciones
Que se derraman sobre el césped
Y desde el césped nace Dios
Y está también un poco solo,
De veras un poco solo y solo.

Mas yo le ayudo a conocer las aves
Y en toda su extensión la herejía vegetal,
Los corazones de sus alegres huérfanos,
La tierra que es la palma de su mano.



Ahora todo está claro

Cuando el presidente Carter
Se preocupa tanto
De los derechos
Humanos
Parece evidente que en ese caso
Derecho
No significa facultad
O atributo
O libre albedrío
Sino diestro
O antizurdo
O flanco opuesto al corazón
Lado derecho en fin

En consecuencia,
¿No sería hora
De que iniciáramos
Una amplia campaña internacional
Por los izquierdos
Humanos?



Amor, de tarde

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miro el reloj y son las cuatro
Y acabo la planilla y pienso diez minutos
Y estiro las piernas como todas las tardes
Y hago así con los hombros para aflojar la espalda
Y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miro el reloj y son las cinco
Y soy una manija que calcula intereses
O dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
O un oído que escucha cómo ladra el teléfono
O un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte por sorpresa
Y decirme "¿Qué tal?", y quedaríamos
Yo con la mancha roja de tus labios
Tú con el tizne azul de mi carbónico.



Amor vendimia

Sobre cartas de amor.

Las circunstancias / tiempo en carne viva /
Ponen a nuestro alcance pena y goces
Pero
Más de una vez nos llevan a remolque

Amor es más que un juego o un diluvio
Es el cuerpo y el alma a la intemperie
Pero
Si se va la lujuria ya no vuelve

El trabajo es un bálsamo / un compás /
Gracias a él lidiamos con las horas
Pero
Hay un ocio final que no perdona

La vida puede ser un vendaval
Que sacude mis sueños y tus duendes
Pero
La vida tiene obligación de muerte.



Ángelus

Quién me iba a decir que el destino era esto

Ver la lluvia a través de letras invertidas,
Un paredón con manchas que parecen prohombres,
El techo de los ómnibus brillantes como peces
Y esa melancolía que impregna las bocinas.

Aquí no hay cielo,
Aquí no hay horizonte.

Hay una mesa grande para todos los brazos
Y una silla que gira cuando quiero escaparme.
Otro día se acaba y el destino era esto.

Es raro que uno tenga tiempo de verse triste:
Siempre suena una orden, un teléfono, un timbre,
Y claro, está prohibido llorar sobre los libros
Porque no queda bien que la tinta se corra.



Apenas y a penas

Pensó
Ojalá que no
Pero esta vez acaso sea la última.

Con el deseo más tierno que otras noches
Tentó las piernas de la mujer nueva
Que afortunadamente no eran de carrara
Posó toda su palma sobre la hierbabuena
Y sintió que su mano agradecía
Viajó moroso y sabio por el vientre
Se conmovió con valles y colinas
Se demoró en el flanco y su hondonada
Que siempre era su premio bienvenido
Anduvo por los pechos eligiendo al azar
Y allí se quedó un rato descifrando
Con el pulgar y el índice reconoció los labios
Que afortunadamente no eran de coral
Y deslizó una mano por debajo del cuello
Que afortunadamente no era de alabastro.

Pensó
Ojalá que no
Pero puede ser la última

Y si después de todo
Es la última vez

Entonces cómo haré mañana
De dónde sacaré la fuerza y el olvido
Para tomar distancia de esta orografía
De esta comarca en paz
De esta patria ganada
Apenas y a penas
A tiempo y a dulzura
A ráfagas de amor.



Arco iris

A veces
Por supuesto
Usted sonríe
Y no importa lo linda
O lo fea
Lo vieja
O lo joven
Lo mucho
O lo poco
Que usted realmente
Sea

Sonríe
Cual si fuese
Una revelación
Y su sonrisa anula
Todas las anteriores
Caducan al instante
Sus rostros como máscaras
Sus ojos duros
Frágiles
Como espejos en óvalo
Su boca de morder
Su mentón de capricho
Sus pómulos fragantes
Sus párpados
Su miedo

Sonríe
Y usted nace
Asume el mundo
Mira
Sin mirar
Indefensa
Desnuda
Transparente

Y a lo mejor
Si la sonrisa viene
De muy
De muy adentro
Usted puede llorar
Sencillamente
Sin desgarrarse
Sin desesperarse
Sin convocar la muerte
Ni sentirse vacía

Llorar
Sólo llorar

Entonces su sonrisa
Si todavía existe
Se vuelve un arco iris.



Arena

Arena entre mis dedos
Bajo mis pies de plomo
Arena voladora
Arena buena

En tu memoria polen
Quedaron escondidos
Mis castillos

Guárdalos hasta el día
En que un niño
Otro niño
Se acerque a rescatarlos
Con mi salvoconducto



Asunción de ti

1

Quién hubiera creído que se hallaba
Sola en el aire, oculta,
Tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
Ocasión de nacer puesta al alcance
De mi suerte y mis ojos,
Y que tú y yo iríamos, despojados
De todo bien, de todo mal, de todo,
A arrojarnos en el mismo silencio,
A inclinarnos sobre la misma fuente
Para vernos y vernos
Mutuamente espiados en el fondo,
Temblando desde el agua,
Descubriendo, pretendiendo alcanzar
Quién eras tú detrás de esa cortina,
Quién era yo detrás de mí.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
Siempre temo y espero,
Y acabe por nombrarnos en un signo,
Por situarnos en alguna estación
Por dejarnos allí, como dos gritos
De asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ésa,
Yo no soy ése, ésos, los que fuimos
Antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora
Suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora
Vengo un poco a ti.
No demasiado, solamente un toque,
Acaso un leve rasgo familiar,
Pero que fuerce a todos a abarcarnos
A ti y a mí cuando nos piensen solos.

2

Hemos llegado al crepúsculo neutro
Donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
A dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
En el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
El sol que se desprende de sus nubes de llanto,
Tu rostro que se interna noche adentro
Hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.

3

Puedes querer el alba
Cuando ames.
Puedes
Venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
Cuando éstas lleguen, como siempre,
Anunciándote.
Puedes
Venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
Sola en su azar
Quemando
Y tu dueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba
Cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
Tú estarás
Y volverá a gemir el tiempo giratorio
Y los labios dirán
Esta paz ahora esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
Penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
Reconocer tu tibio corazón sin excusas,
Los cuadros persuadidos,
Saberte aquí.
Habrá para vivir cualquier huida
Y el momento de la espuma y el sol
Que aquí permanecieron.
Habrá para aprender otra piedad
Y el momento del sueño y el amor
Que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
Tú estarás,
Tibia estarás al alcance de mis ojos,
Lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
Pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,
Sin que tú le prometas horizontes de niebla,
Sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
Aunque contigo traigas
Dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
De tu cielo hacia mí.



Ausencia

El niño que no vino
Tiene los labios fuertes
Tiene las manos tiernas
El alma como nube

No es nadie
Es sólo un niño
Saca viejas monedas
Del bolsillo de Dios
Se parece a la madre
Su misma risa ancha
Su corazón a saltos

Juega con los silencios
Y con ellos hace otros
Silencios
Y se aburre

El niño que no vino
No viene
Porque cree
Que todo el que aquí nace
No se muere
Después.


Bandera en pena

Están izando mi bandera
Con ceremonia y sin pudor
Pobre bandera
Mi bandera
Está alegre como una sábana
Pero triste como un adiós
Ondea sólo a la derecha
Y ya no sé si tiene sol
Está nueva como un trofeo
Pero vieja como un perdón

Están arriando mi bandera
Con ceremonia y sin pasión
Pobre bandera
Mi bandera
Los autobuses se detienen
Y hay un silencio que es rencor
Como son pocos los que miran
Por lo menos la miro yo
Y hasta el clarín que la saluda
Se atraganta de compasión

Están llevando mi bandera
Con ceremonia y sin honor
Pobre bandera
Mi bandera
La doblarán en ocho pliegues
La guardarán en un cajón
La cerrarán con un candado
Madeinusa de lo mejor

Pero si miras hacia arriba
Tendrás acaso otra visión
Hay un fantasma de bandera
Lindo trapo de cielo y sol
Y esa alma en pena
Esa bandera
Bandera en pena
O qué sé yo
Está en jirones
Tiene sangre
Y no se olvida
No.



Bébete un tentempié

Bébete un tentempié pero sentada
Arrímate a tu sol si eres satélite
Usa tus esperanzas como un sable
Desmundízate a ciegas o descálzate
Desmilágrate ahora / poco a poco
Quítate la ropita sin testigos
Arrójale esa cáscara al espejo
Preocúpate pregúntale prepárate
Sobremuriente no / sobreviviente
Desde el carajo al cielo / sin escalas
Y si no vienen a buscar tu búsqueda
Y te sientes pueril o mendicante
Abandonada por tu abandoneón
Fabulízate de una vez por todas
Métete en tu ropita nuevamente
Mundízate milágrate y entonces
Apróntate a salir y a salpicarte
Calle abajo / novada y renovada
Pero antes de asomar la naricita
Bebe otro tentempié / por si las moscas.



Bienvenida

Se me ocurre que vas a llegar distinta
No exactamente más linda
Ni más fuerte
Ni más dócil
Ni más cauta
Tan sólo que vas a llegar distinta
Como si esta temporada de no verme
Te hubiera sorprendido a vos también
Quizá porque sabes
Cómo te pienso y te enumero

Después de todo la nostalgia existe
Aunque no lloremos en los andenes fantasmales
Ni sobre las almohadas de candor
Ni bajo el cielo opaco

Yo nostalgio
Tú nostalgias
Y como me revienta que él nostalgie

Tu rostro es la vanguardia
Tal vez llega primero
Porque lo pinto en las paredes
Con trazos invisibles y seguros

No olvides que tu rostro
Me mira como pueblo
Sonríe y rabia y canta
Como pueblo
Y eso te da una lumbre
Inapagable

Ahora no tengo dudas
Vas a llegar distinta y con señales
Con nuevas
Con hondura
Con franqueza

Sé que voy a quererte sin preguntas
Sé que vas a quererme sin respuestas.



Bodas de perlas

Después de todo qué complicado es el amor breve
Y en cambio qué sencillo el largo amor
Digamos que éste no precisa barricadas
Contra el tiempo ni contra el destiempo
Ni se enreda en fervores a plazo fijo

El amor breve aún en aquellos tramos
En que ignora su proverbial urgencia
Siempre guarda o esconde o disimula
Semiadioses que anuncian la invasión del olvido
En cambio el largo amor no tiene cismas
Ni soluciones de continuidad
Más bien continuidad de soluciones

Esto viene ligado a una historia la nuestra
Quiero decir de mi mujer y mía
Historia que hizo escala en treinta marzos
Que a esta altura son como treinta puentes
Como treinta provincias de la misma memoria
Porque cada época de un largo amor
Cada capítulo de una consecuente pareja
Es una región con sus propios árboles y ecos
Sus propios descampados sus tibias contraseñas

He aquí que mi mujer y yo somos lo que se llama
Una pareja corriente y por tanto despareja
Treinta años incluidos los ocho bisiestos
De vida en común y en extraordinario

Alguien me informa que son bodas de perlas
Y acaso lo sean ya que perla es secreto
Y es brillo llanto fiesta hondura
Y otras alegorías que aquí vienen de perlas

Cuando la conocí
Tenía apenas doce años y negras trenzas
Y un perro atorrante
Que a todos nos servía de felpudo
Yo tenía catorce y ni siquiera perro
Calculé mentalmente futuro y arrecifes
Y supe que me estaba destinada
Mejor dicho que yo era el destinado
Todavía no se cuál es la diferencia

Así y todo tardé seis años en decírselo
Y ella un minuto y medio en aceptarlo

Pasé una temporada en Buenos Aires
Y le escribía poemas o pancartas de amor
Que ella ni siquiera comentaba en contra
Y yo sin advertir la grave situación
Cada vez escribía más poemas más pancartas
Realmente fue una época difícil

Menos mal que decidí regresar
Como un novio pródigo cualquiera
El hermano tenía bicicleta
Claro me la prestó y en rapto de coraje
Salí en bajada por la calle Almería
Ah lamentablemente el regreso era en repecho

Ella me estaba esperando muy atenta
Cansado como un perro aunque enhiesto y altivo
Bajé de aquel siniestro rodado y de pronto
Me desmayé en sus brazos providenciales
Y aunque no se ha repuesto aún de la sorpresa
Juro que no lo hice con premeditación

Por entonces su madre nos vigilaba
Desde las más increíbles atalayas
Yo me sentía cancerbado y miserable
Delincuente casi delicuescente

Claro eran otros tiempos y Montevideo
Era una linda ciudad provinciana
Sin capital a la que referirse
Y con ese trauma no hay terapia posible
Eso deja huellas en las plazoletas

Era tan provinciana que el presidente
Andaba sin capangas y hasta sin ministros

Uno podía encontrarlo en un café
O comprándose corbatas en una tienda
La prensa extranjera destacaba ese rasgo
Comparándonos con Suiza y Costa Rica

Siempre estábamos llenos de exilados
Así se escribía en tiempos suaves
Ahora en cambio somos exiliados
Pero la diferencia no reside en la i

Eran bolivianos paraguayos cariocas
Y sobre todo eran porteños
A nosotros nos daba mucha pena
Verlos en la calle nostalgiosos y pobres
Vendiéndonos recuerdos y empanadas ...............

Es claro son antiguas coyunturas
Sin embargo señalo a lectores muy jóvenes
Que Graham Bell ya había inventado el teléfono
De aquí que yo me instalara puntualmente a las seis
En la cervecería de la calle Yatay
Y desde allí hacía mi llamada de novio
Que me llevaba como media hora

A tal punto era insólito mi lungo metraje
Que ciertos parroquianos rompebolas
Me gritaban cachándome al unísono
Dale anclao en París

Como ven el amor era dura faena
Y en algunas vergüenzas
Casi industria insalubre

Para colmo comí abundantísima lechuga
Que nadie había desinfectado con carrel
En resumidas cuentas contraje el tifus
No exactamente el exantemático
Pero igual de alarmante y podrido
Me daban agua de apio y jugo de sandía
Yo por las dudas me dejé la barba
E impresionaba mucho a las visitas

Una tarde ella vino hasta mi casa
Y tuvo un proceder no tradicional
Casi diría prohibido y antihigiénico
Que a mí me pareció conmovedor
Cesó mis labios tíficos y cuarteados
Conquistándome entonces para siempre
Ya que hasta ese momento no creía
Que ella fuese tierna inconsciente y osada

De modo que no bien logré recuperar
Los catorce kilos perdidos en la fiebre
Me afeité la barba que no era de apóstol
Sino de bichicome o de ciruja
Me dediqué a ahorrar y junté dos mil mangos
Cuando el dólar estaba me parece a uno ochenta

Además decidimos nuestras vocaciones
Quiero decir vocaciones rentables
Ella se hizo aduanera y yo taquígrafo

Íbamos a casarnos por la iglesia
Y no tanto por Dios padre y mayúsculo
Como por el minúsculo Jesús entre ladrones
Con quien siempre me sentí solidario
Pero el cura además de católico apostólico
Era también romano y algo tronco
De ahí que exigiera no sé qué boleta
De bautismo o tal vez de nacimiento

Si de algo estoy seguro es que he nacido
Por lo tanto nos mudamos a otra iglesia
Donde un simpático pastor luterano
Que no jodía con los documentos
Sucintamente nos casó y nosotros
Dijimos sí como dándonos ánimo
Y en la foto salimos espantosos

Nuestra luna y su miel se llevaron a cabo
Con una praxis semejante a la de hoy
Ya que la humanidad ha innovado poco
En este punto realmente cardinal

Fue allá por marzo del cuarenta y seis
Meses después que Daddy Truman
Conmovido generoso sensible expeditivo
Convirtiera a Hiroshima en ciudad cadáver
En inmóvil guiñapo en no ciudad

Muy poco antes o muy poco después
En Brasil Adolphe Berk embajador de USA
Apoyaba qué raro el golpe contra Vargas
En honduras las inversiones yanquis
Ascendían a trescientos millones de dólares
Paraguay y Uruguay en intrépido ay
Declaraban la guerra a Alemania
Sin provocar por cierto grandes conmociones
En Chile Allende era elegido senador
Y en Haití los estudiantes iban a la huelga
En Martinica Aimé Cesaire el poeta
Pasaba a ser alcalde en Fort de France
En Santo Domingo el PCD
Se transformaba en PSP
Y en México el PRM
Se transformaba en PRI
En Bolivia no hubo cambios de siglas
Pero faltaban tres meses solamente
Para que lo colgaran a Villarroel
Argentina empezaba a generalizar
Y casi de inmediato a Coronelizar

Nosotros dos nos fuimos a colonia suiza
Ajenos al destino que se incubaba
Ella con un chaleco verde que siempre me gustó
Y yo con tres camisas blancas

En fin después hubo que trabajar
Y trabajamos treinta años
Al principio éramos jóvenes pero no lo sabíamos
Cuando nos dimos cuenta ya no éramos jóvenes
Si ahora todo parece tan remoto será
Porque allí una familia era algo importante
Y hoy es de una importancia reventada

Cuando quisimos acordar el paisito
Que había vivido una paz no ganada
Empezó lentamente a trepidar
Pero antes anduvimos muy campantes
Por otras paces y trepidaciones
Combinábamos las idas y las vueltas
La rutina nacional con la morriña allá lejos
Viajamos tanto y con tantos rumbos
Que nos cruzábamos con nosotros mismos
Unos eran viajes de imaginación qué baratos
Y otros qué lata con pasaporte y vacuna

Miro nuestras fotos de Venecia de Innsbruck
Y también de Malvín
Del balneario Solís o el Philosophenweg
Estábamos estamos estaremos juntos
Pero cómo ha cambiado el alrededor
No me refiero al fondo con mugrientos canales
Ni al de dunas limpias y solitarias
Ni al hotel chajá ni al balcón de Goethe
Ni al contorno de muros y enredaderas
Sino a los ojos crueles que nos miran ahora

Algo ocurrió en nuestra partícula de mundo
Que hizo de algunos hombres maquinarias de horror
Estábamos estamos estaremos juntos
Pero qué rodeados de ausencias y mutaciones
Qué malheridos de sangre hermana
Qué enceguecidos por la hoguera maldita

Ahora nuestro amor tiene como el de todos
Inevitables zonas de tristeza y presagios
Paréntesis de miedo incorregibles lejanías
Culpas que quisiéramos inventar de una vez
Para liquidarlas definitivamente

La conocida sombra de nuestros cuerpos
Ya no acaba en nosotros
Sigue por cualquier suelo cualquier orilla
Hasta alcanzar lo real escandaloso
Y lamer con lealtad los restos de silencio
Que también integran nuestro largo amor

Hasta las menudencias cotidianas
Se vuelven gigantescos promontorios
La suma de corazón y corazón
Es una suasoria paz que quema
Los labios empiezan a moverse
Detrás del doble cristal sordomudo
Por eso estoy obligado a imaginar
Lo que ella imagina y viceversa

Estábamos estamos estaremos juntos
A pedazos a ratos a párpados a sueños
Soledad norte más soledad sur
Para tomarle una mano nada más
Ese primario gesto de la pareja
Debí extender mi brazo por encima
De un continente intrincado y vastísimo
Y es difícil no sólo porque mi brazo es corto
Siempre tienen que ajustarme las mangas
Sino porque debo pasar estirándome
Sobre las torres de petróleo en Maracaibo
Los inocentes cocodrilos del Amazonas
Los tiras orientales de Livramento

Es cierto que treinta años de oleaje
Nos dan un inconfundible aire salitroso
Y gracias a él nos reconocemos
Por encima de acechanzas y destrucciones

La vida íntima de dos
Esa historia mundial en livre de poche
Es tal vez un cantar de los cantares
Más el Eclesiastés y sin Apocalipsis
Una extraña geografía con torrentes
Ensenadas praderas y calmas chichas

No podemos quejarnos
En treinta años la vida
Nos ha llevado recio y traído suave
Nos ha tenido tan pero tan ocupados
Que siempre nos deja algo para descubrirnos
A veces nos separa y nos necesitamos
Cuando uno necesita se siente vivo
Entonces nos acerca y nos necesitamos

Es bueno tener a mi mujer aquí
Aunque estemos silenciosos y sin mirarnos
Ella leyendo su séptimo círculo
Y adivinando siempre quién es el asesino
Yo escuchando noticias de onda corta
Con el auricular para no molestarla
Y sabiendo también quién es el asesino

La vida de pareja en treinta años
Es una colección inimitable
De tangos diccionarios angustias mejorías
Aeropuertos camas recompensas condenas
Pero siempre hay un llanto finísimo
Casi un hilo que nos atraviesa
Y va enhebrando una estación con otra
Borda aplazamientos y triunfos
Le cose los botones al desorden
Y hasta recomienda melancolías

Siempre hay un finísimo llanto un placer
Que a veces ni siquiera tiene lágrimas
Y es la parábola de esta historia mixta
La vida a cuatro manos el desvelo
O la alegría en que nos apoyamos
Cada vez más seguros casi como
Dos equilibristas sobre su alambre
De otro modo no habríamos llegado a saber
Qué significa el brindis que ahora sigue
Y que lógicamente no vamos a hacer público.



Botella al mar

El mar es un azar
Qué tentación echar
Una botella al mar

Poner en ella por ejemplo un grillo
Un barco sin velamen y una espiga
Sobrantes de lujuria algún milagro
Y un folio rebosante de noticias

Poner un verde un duelo unos proclamados rezos y una cábala indecisa
El cable que jamás llegó a destino
Y la esperanza pródiga y cautiva

El mar es un azar
Qué tentación echar
Una botella al mar

Poner en ella por ejemplo un tango
Que enumerara todos los pretextos
Para apiadarse a solas de uno mismo
Y quedarse en el borde de otro sueño

Poner promesas como sobresaltos
Y el poquito de sol que da el invierno
Y un olvido flamante y oneroso
Y el rencor que nos sigue como un perro

El mar es un azar
Qué tentación echar
Una botella al mar

Poner en ella por ejemplo un naipe
Un afiche de dios el de costumbre
El tímpano banal del horizonte
El reino de los cielos y las nubes

Poner recortes de un asombro inútil
Un lindo vaticinio de agua dulce
Una noche de rayos y centellas
Y el saldo de veranos y de azules

El mar es un azar
Qué tentación echar
Una botella al mar

Pero en esta botella navegante
Sólo pondré mis versos en desorden
En la espera confiada de que un día
Llegue a una playa cándida y salobre

Y un niño la descubra y la destape
Y en lugar de estos versos halle flores
Y alertas y corales y baladas
Y piedritas del mar y caracoles

El mar es un azar
Qué tentación echar
Una botella al mar.



Buenos días, Gabriel

Tres poetas en uno / semillero
De tantos más / tu ánima insumisa
Se topó con la muerte y su pesquisa
Y la puso a cuidar tu invernadero
Especialista en empezar de cero
Detonaste la bomba de la risa
Sin dios sin espejismos y sin prisa
Perro viejo / filósofo / ingeniero

Fiel a tu gente / a amparo / ya ti mismo
A pesar de tus ráfagas de triste
Te encaraste jovial con el abismo

Hombre en medio del mundo y hombre a solas
Junto al mar fuiste humilde y escribiste
Simplemente / las olas son las olas.



Cálculo de probabilidades

Cada vez que un dueño de la tierra
Proclama
Para quitarme este patrimonio
Tendrán que pasar
Sobre mi cadáver
Debería tener en cuenta
Que a veces
Pasan.



Cava memorias

La soledad es un oasis
Está en litigio
No tiene sombra
Y es puro hueso

La soledad es un oasis
No hace señales
Pesa en la noche
Lo ignora todo

La soledad no olvida nada
Cava memorias
Está desnuda
Se encierra sola.



Cero

Mi saldo disminuye cada día
Qué digo cada día
Cada minuto cada
Bocanada de aire

Muevo mis dedos como si pudieran
Atrapar o atraparme
Pero mi saldo disminuye
Muevo mis ojos como si pudieran
Entender o entenderme
Pero mi saldo disminuye
Muevo mis pies cual si pudieran
Acarrear o acarrearme
Pero mi saldo disminuye

Mi saldo disminuye cada día
Qué digo cada día
Cada minuto cada
Bocanada de aire

Y todo porque ese
Compinche de la muerte
El cero
Está esperando.



Chau número tres

Te dejo con tu vida
Tu trabajo
Tu gente
Con tus puestas de sol
Y tus amaneceres

Sembrando tu confianza
Te dejo junto al mundo
Derrotando imposibles
Segura sin seguro

Te dejo frente al mar
Descifrándote sola
Sin mi pregunta a ciegas
Sin mi respuesta rota

Te dejo sin mis dudas
Pobres y malheridas
Sin mis inmadureces
Sin mi veteranía

Pero tampoco creas
A pie juntillas todo
No creas nunca creas
Este falso abandono

Estaré donde menos
Lo esperes
Por ejemplo
En un árbol añoso
De oscuros cabeceos

Estaré en un lejano
Horizonte sin horas
En la huella del tacto
En tu sombra y mi sombra

Estaré repartido
En cuatro o cinco pibes
De esos que vos mirás
Y enseguida te siguen

Y ojalá pueda estar
De tu sueño en la red
Esperando tus ojos
Y mirándote.



Como si fuéramos inmortales

Todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final
Sin embargo hay que vivir como si fuéramos inmortales
Sabemos que los caballos y los perros tienen las patas sobre la tierra
Pero no es descartable que en una nochebuena se lancen a volar

Sabemos que en una esquina no rosada aguarda el ultimátum de la envidia
Pero en definitiva será el tiempo el que diga dónde es dónde y quién es quién

Sabemos que tras cada victoria el enemigo regresa buscando más triunfos
Y que volveremos a ser inexorablemente derrotados vale decir que venceremos

Sabemos que el odio viene lleno de imposturas
Pero que las va a perder antes del diluvio o después del carnaval
Sabemos que el hambre está desnuda desde hace siglos
Pero también que los saciados responderán por los hambrientos

Sabemos que la melancolía es un resplandor y sólo eso
Pero a los melancólicos nadie les quita lo bailado
Sabemos que los bondadosos instalan cerrojos de seguridad
Pero la bondad suele escaparse por los tejados
Sabemos que los decididores deciden como locos o miserables
Y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan

Sintetizando / todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final
Pero así y todo hay que vivir como si fuéramos inmortales.



Como si nada

Si esta pobre existencia es como un puente
Colgante entre dos áridos mutismos
Vale decir entre dos muertes
A todas luces (o
Mejor a todas sombras)
Lo inapelable lo definitivo
Lo importante vendría a ser la muerte

¿O no?
Somos cardúmenes de vivos
Que navegamos ciegos / consolables
De muerte a muerte y sin escalas

De esta tregua brevísima querría
Llevarme algunas cosas
Verbigracia el latido del amor
El libro que releo en los insomnios
La mirada sin niebla de los justos
Y otra vez el latido del amor

Esto de no ser más / de terminarse
Tiene algo de aventura o de presidio
Del ocaso al acaso media un palmo
De la nada a la nada va una vida

Allá lejos / la simple ceremonia
De esa boca de niño junto a un pecho
De madre manantial
Es un envite inútil a la nada
Un simulacro espléndido / un adiós

Pero la nada espera / no se olvida
De todas sus promesas serviciales
Sus lágrimas de paz y protocolo
Sus grietas en la tierra y en el cielo

¿Cómo no ser curioso?
¿Cómo no hacer apuestas a favor
O en contra hasta que alguien
Pronuncie el no va más?

Estoy henchido de curiosidad
Callado como un pino en el crepúsculo
Cuando el sol / ese impar / muere de a poco
Y también él esconde sus vergüenzas

Curioso y en silencio / yo me espío
A ver si la esperanza cicatriza
O si las servidumbres se desmandan
O si el secreto a voces me concierne

Estoy flotante de curiosidad
Ávido de saber o de sufrirme
Flotante entre mis miedos
Esclavo de mis auras
Señor de mis cenizas

Alguna vez la nada será mía
Y yo / curioso
La venderé al mejor postor
Y si él / a su vez / desencantado
La subasta en la plaza /
Podré esfumarme al fin
Como si nada.



Como un milagro

La linda parejita que transcurre
Por el viejo teclado de baldosas
Sabe y no sabe de su amor a término
O de las marcas que impondrán los días

La linda parejita en su burbuja
No quiere saber nada de cenizas
Ni de cuevas ajenas ni de fobias
Sólo pide quererse a encontronazos

Asume su pasión como una ergástula
Nada de libertad condicionada
Con sus dos soledades basta y sobra
Con sus dos cuerpos y sus cuatro manos

Tiene razón la linda parejita
No es fácil instalarse en la excepción
El plazo del amor es un instante
Y hay que hacerlo durar como un milagro.



Compañero de olvido

Compañero remoto en tu fe de madera
Alerta en la querella que no se desvanece
Transcurres por los sueños y el incierto futuro
Sin parpadear ni vernos /custodio de la noche.

Hacedores de inviernos y socorros mendigos
Legatarios de brumas y expiaciones
Se borran y te borran del próximo presagio
Dictándote el olvido y olvidándote.

De poco y nada sirven los residuos
De las dulzuras o de las borrascas
Pero aún así proteges tu dolor bajo llave
Igual han de llegarte mi alarma y mi consuelo.

Compañero de olvido / en el olvido
Estamos recordándonos / sabiéndonos
Solidarios sin nombre / solitarios
De uno a uno o en montón pero insepultos.

Compañero de olvido / no te olvido
Tus tormentos asoman en mis sienes blancuzcas
El mundo cambia pero no en mi mano
Ni aunque Dios nos olvide / olvidaremos.



Confortación

España, si algún cronista
Te acusa de maniquea
Torpe inculta pobre y fea
Y al término de esa lista
Te llama tercermundista
No digas un no rotundo
El riesgo no es tan profundo
Y estás en buena compaña
Seas bienvenida España
Al ardiente tercer mundo.



Contra los puentes levadizos

1

Nos han contado a todos
Cómo eran los crepúsculos
De hace noventa o novecientos años

Cómo al primer disparo los arrepentimientos
Echaban a volar como palomas
Cómo hubo siempre trenzas que colgaban
Un poco sucias pero siempre hermosas
Cómo los odios eran antiguos y elegantes
Y en su barbaridad venturosa latían
Cómo nadie moría de cáncer o de asco
Sino de tisis breves o de espinas de rosa

Otro tiempo otra vida otra muerte otra tierra
Donde los pobres héroes iban siempre a caballo
Y no se apeaban ni en la estatua propia

Otro ocaso otro nunca otro siempre otro modo
De quitarle a la hembra su alcachofa de ropas

Otro fuego otro asombro otro esclavo otro dueño
Que tenía el derecho y además del derecho
La propensión a usar sus látigos sagrados

Abajo estaba el mundo
Abajo los de abajo
Los borrachos de hambre
Los locos de miseria
Los ciegos de rencores
Los lisiados de espanto

Comprenderán ustedes que en esas condiciones
Eran imprescindibles los puentes movedizos.

2

No sé si es el momento
De decirlo
En este punto muerto
En este año desgracia

Por ejemplo
Decírselo a esos mansos
Que no pueden
Resignarse a la muerte
Y se inscriben a ciegas
Caracoles de miedo
En la resurrección
Qué garantía

Por ejemplo
A esos ásperos
No exactamente ebrios
Que alguna vez gritaron
Y ahora no aceptan
La otra
La imprevista
Reconvención del eco

O a los espectadores
Casi profesionales
Esos viciosos
De la lucidez
Esos inconmovibles
Que se instalan
En la primera fila
Así no pierden
Ni un solo efecto
Ni el menor indicio
Ni un solo espasmo
Ni el menor cadáver

O a los sonrientes lúgubres
Los exiliados de lo real
Los duros
Metidos para siempre en su campana
De pura sílice
Egoísmo insecto
Ésos los sin hermanos
Sin latido
Los con mirada acero de desprecio
Los con fulgor y labios de cuchillo

En este punto muerto
En este año desgracia
No sé si es el momento
De decirlo
Con los puentes a medio descender
O a medio levantar
Que no es lo mismo.

3

Puedo permanecer en mi baluarte
En ésta o en aquella soledad sin derecho
Disfrutando mis últimos
Racimos de silencio
Puedo asomarme al tiempo
A las nubes al río
Perderme en el follaje que está lejos

Pero me consta y sé
Nunca lo olvido
Que mi destino fértil voluntario
Es convertirme en ojos boca manos
Para otras manos bocas y miradas

Que baje el puente y que se quede bajo

Que entren amor y odio y voz y gritos
Que venga la tristeza con sus brazos abiertos
Y la ilusión con sus zapatos nuevos
Que venga el frío germinal y honesto
Y el verano de angustias calcinadas
Que vengan los rencores con su niebla
Y los adioses con su pan de lágrimas
Que venga el muerto y sobre todo el vivo
Y el viejo olor de la melancolía

Que baje el puente y que se quede bajo

Que entren la rabia y su ademán oscuro
Que entren el mal y el bien
Y lo que media
Entre uno y otro
O sea
La verdad ese péndulo
Que entre el incendio con o sin la lluvia
Y las mujeres con o sin historia
Que entre el trabajo y sobre todo el ocio
Ese derecho al sueño
Ese arco iris

Que baje el puente y que se quede bajo

Que entren los perros
Los hijos de perra
Las comadronas los sepultureros
Los ángeles si hubiera
Y si no hay
Que entre la luna con su niño frío

Que baje el puente y que se quede bajo

Que entre el que sabe lo que no sabemos
Y amasa pan
O hace revoluciones
Y el que no puede hacerlas
Y el que cierra los ojos

En fin
Para que nadie se llame a confusiones
Que entre mi prójimo ese insoportable
Tan fuerte y frágil
Ese necesario
Ése con dudas sombra rostro sangre
Y vida a término
Ese bienvenido

Que sólo quede afuera
El encargado
De levantar el puente

A esta altura
No ha de ser un secreto
Para nadie

Yo estoy contra los puentes levadizos.



Contraofensiva

Si a uno
Le dan
Palos de ciego
La única
Respuesta eficaz
Es dar
Palos
De vidente.



Corazón coraza

Porque te tengo y no
Porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
Porque la noche pasa y digo amor
Porque has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tus imágenes
Porque eres linda desde el pie hasta el alma
Porque eres buena desde el alma a mí
Porque te escondes dulce en el orgullo
Pequeña y dulce
Corazón coraza

Porque eres mía
Porque no eres mía
Porque te miro y muero
Y peor que muero
Si no te miro amor
Si no te miro

Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero
Porque tu boca es sangre
Y tienes frío
Tengo que amarte amor
Tengo que amarte
Aunque esta herida duela como dos
Aunque te busque y no te encuentre
Y aunque
La noche pase y yo te tenga
Y no.



Cotidiana I

La vida cotidiana es un instante
De otro instante que es la vida total del hombre
Pero a su vez cuántos instantes no ha de tener
Ese instante del instante mayor.

Cada hoja verde se mueve en el sol
Como si perdurar fuera su inefable destino
Cada gorrión avanza a saltos no previstos
Como burlándose del tiempo y del espacio
Cada hombre se abraza a alguna mujer
Como si así aferrara la eternidad.

En realidad todas estas pertinacias
Son modestos exorcismos contra la muerte
Batallas perdidas con ritmo de victoria
Reos obstinados que se niegan
A notificarse de su injusta condena
Vivientes que se hacen los distraídos.

La vida cotidiana es también una suma de instantes
Algo así como partículas de polvo
Que seguirán cayendo en un abismo
Y sin embargo cada instante
O sea cada partícula de polvo
Es también un copioso universo.

Con crepúsculos y catedrales y campos de cultivo
Y multitudes y cópulas y desembarcos
Y borrachos y mártires y colinas
Y vale la pena cualquier sacrificio
Para que ese abrir y cerrar de ojos
Abarque por fin el instante universo
Con una mirada que no se avergüence
De su reveladora
Efímera
Insustituible
Luz.



Cotidiana II

Cuando a uno lo expulsan
A patadas del sueño
El amanecer es siempre una modorra
Se emerge de ese ensayo de muerte
Todavía sellado por la víspera
Si fue de odios con rezagos de odio
Si fue de amor con primicias de amor

Pero el día empieza a convocarnos
Y es distinto de todos los demás
Tiene otra lluvia otro sol otra brisa
También otras terribles confidencias

Así empieza el diálogo con la jornada
La discusión el trueque de rencores
Y de pronto el abrazo
Porque hay días repletos de soberbia
Días que traen mortales enemigos
Y otros que son los compinches de siempre
Días hermanos que nos marcan la vida

Así ocurren sabores
Sinsabores
Manos que son cadenas
Mujeres que son labios
Ojos que son paisaje

Y cuando al fin lo expulsan
A uno de la vigilia
Se emerge de ese ensayo de la vida
Con los ojos cerrados
Y despacito
Como buscando el sueño o la cruz del sur
Ee entra a tientas en la noche anónima.



Cotidiana III

Nuestras vidas son los ríos
Que van a dar a la vida.
Ernesto Cardenal

Esta cotidiana no se apoya en ninguna mutación trascendente
Hoy es tan sólo un viernes de poca monta
Sin noticias o trazos demasiado malos
Ni tampoco demasiado buenos funcionan normalmente
Las endocrinas y los semáforos
Las pompas fúnebres y las de jabón
Unos llegan berreando otros parten silentes
Otros más se aprontan a llegar o a partir
En líneas generales el pronóstico del tiempo
Acierta por fin con las turbonadas
Y es justo subrayar que hoy ha logrado
Truenos corroborantes
Esta cotidiana es tan sólo costumbre
Apenas un viernes de pobre vestimenta
Pero aquí se levantan las casas del hombre
A veces existen con un ruido infernal
Y otras veces duermen en silencio amoroso
Sólo interrumpido por crujiditos
Que pueden ser jadeos conyugales
O también calambres de la madera
Sin embargo allí crecen el trabajo y la muerte
El vientre rebosante de futuro
Y el viejo que no puede con sus huesos
Entran por las persianas tataguas y mosquitos
Y hay un latido general que es la vida
Sólo rutina y sin embargo
Las manos besan
Los ojos palpan
Los labios ven
Nosotros
Es decir nuestros otros
Venimos
Vienen
A explorar la memoria milagrosa y austera
No hay tiempo que perder
Más bien hay mucho tiempo que ganar
Mientras atisbo con audacia y cautela
Por entre mis dedos más o menos fogueados
Y veo que entre vestigios tristes y rutinarios
Nacen flores de rutinario regocijo
Tan sólo hábito y querencia
El enjambre adolescente se encamina a sus clásicos manantiales
Pero antes de llegar se cruza con los veteranos que regresan
Y los árboles ya no saben qué hacer con las preguntas
Tan sólo práctica y costumbre
Y de vez en cuando un salto de prodigio
En el que algunos se desnucan y otros cambian el mundo
Y con las nucas rotas y las glorias que alumbran
Con mártires de un día y visionarios de medio siglo
Se va armando la historia como un sueño portátil
La rutina es después de todo una crisálida
Una comarca de posibilidades e imposibles
De la costumbre puede estallar lo insólito
Del hábito el deshábito
Por eso este viernes de opaca textura
Es casi un campamento de recuerdos
Un filtro de presagios
Uno de los confines del futuro
Tallo ritual de lo ordinario
Y también bulbo de lo extraordinario
Sabemos algo de lo que está muriendo
Pero muy poco de lo que empieza a ser
Este viernes turbio durante el cual se gestan
Sórdidas guerras frías y escaramuzas ígneas
Mientras el consumismo se dedica a llenar
Nuestras necesidades más innecesarias
El lujo escupe dádivas sobre la miseria
Y a veces la miseria escupe metralla
Esta jornada sin toque de campanas
Sin titulares a ocho columnas
Ni aguaceros radioactivos
Sin naufragios ideológicos
Ni exorcismos generacionales
Lleva en sí misma el triunfo y el desastre
Y la infinitesimal responsabilidad que nos toca
De una disyuntiva a nivel de universo
Resulta sin embargo abrumadora
Así de esta rutina vulnerable
De esta costumbre de inclemencia y cielo
De este hábito propenso a la aventura
De esta querencia con señales de humo
Debemos elegir o tan sólo inventar
Un largo paso desacostumbrado
Una limpia e intrépida zancada
Una rampa que no lleve al abismo
Un envión que tumbe las derrotas
Un trampolín que nos lance a mañana
Aunque allí nos espere otra ruina
Otra vida común
Otra crisálida.



Credo (De otros diluvios)

De pronto uno se aleja
De las imágenes queridas
Amiga
Quedás frágil en el horizonte
Te he dejado pensando en muchas cosas
Pero ojalá pienses un poco en mí

Vos sabés
En esta excursión a la muerte
Que es la vida
Me siento bien acompañado
Me siento casi con respuestas
Cuando puedo imaginar que allá lejos
Quizá creas en mi credo antes de dormirte
O te cruces conmigo en los pasillos del sueño

Está de más decirte que a esta altura
No creo en predicadores ni en generales
Ni en las nalgas de Miss Universo
Ni en el arrepentimiento de los verdugos
Ni en el catecismo del confort
Ni en el flaco perdón de Dios

A esta altura del partido
Creo en los ojos y las manos del pueblo
En general
Y en tus ojos y tus manos
En particular.



Cronoterapia bilingüe

Si un muchacho lee mis poemas
Me siento joven por un rato

En cambio cuando es
Una muchacha quien los lee
Quisiera que el tictac
Se convirtiera en una tactic
O mejor dicho en une tactique.



Cumpleaños en Manhattan

Todos caminan
Yo también camino

Es lunes y venimos con la saliva amarga
Mejor dicho
Son ellos los que vienen

A la sombra de no sé cuántos pisos
Millones de mandíbulas
Que mastican su goma
Sin embargo son gente de este mundo
Con todo un corazón bajo el chaleco

Hace treinta y nueve años
Yo no estaba
Tan solo y tan rodeado
Ni podía mirar a las queridas
De los innumerables ex-sargentos
Del ex-sargentísimo Batista
Que hoy sacan a mear
Sus perros de abolengo
En las esquinas de la democracia
Hace treinta y nueve años
Allá abajo
Más debajo de lo que hoy se conoce
Como Fidel Castro o como Brasilia
Abrí los ojos y cantaba un gallo
Tiene que haber cantado
Necesito
Un gallo que le cante al Empire State Building
Con toda su pasión
Y la esperanza
De parecer iguales
O de serlo

Todos caminan
Yo también camino
A veces me detengo
Ellos no
No podrían

Respiro y me siento
Respirar
Eso es bueno
Tengo sed y me cuesta
Diez centavos de dólar
Otro jugo de fruta
Con gusto a Guatemala

Este cumpleaños
No es
Mi verdadero
Porque este alrededor
No es
Mi verdadero
Los cumpliré más tarde
En febrero o en marzo
Con los ojos que siempre me miraron
Las palabras que siempre me dijeron
Con un cielo de ayer sobre mis hombros
Y el corazón deshilachado y terco
Los cumpliré más tarde
O no los cumplo
Pero éste no es mi verdadero

Todos caminan
Yo también camino
Y cada dos zancadas poderosas
Doy un modesto paso melancólico

Entonces los becarios colombianos
Y los taximetristas andaluces
Y los napolitanos que venden pizza y cantan
Y el mexicano que aprendió a mascar chicles
Y el brasileño de insolente fotómetro
Y la chilena con su amante gringo
Y los puertorriqueños que pasean
Su belicoso miedo colectivo
Miran y reconocen mi renguera
Y ellos también se aflojan un momento
Y dan un solo paso melancólico
Como los autos de la misma marca
Que se hacen una seña con las luces

Nunca estuvo tan lejos
Ese cielo
Nunca estuvo tan lejos
Y tan chico
Un triángulo isósceles nublado
Que ni siquiera es una nube entera

Tengo unas ganas cursis
Dolorosas
De ver algo de mar
De sentir cómo llueve en Andes y Colonia
De oír a mi mujer diciendo cualquier cosa
De escuchar las bocinas
Y de putear con eco
De conseguir un tango
Un pedazo de tango
Tocado por cualquiera
Que no sea Kostelanetz

Pero también es bueno
Sentir alguna vez un poco de ternura
Hacia este chorro enorme
Poderoso
Indefenso
De humanidad dócilmente apurada
Con la cruz del confort sobre su frente
Un poco de imprevista ternura sin raíces
Digamos por ejemplo hacia una madre equis
Que ayer en el zoológico de Central Park
Le decía a su niño con preciosa nostalgia
Look Johnny this is a cow
Porque claro
No hay vacas entre los rascacielos

Y otro poco de fe
Que es mi único folklore
Para agitar como un pañuelo blanco
Cuando pasen o simplemente canten
Las tres clases de seres más vivos de este norte
Quiero decir los negros
Las negras
Los negritos

Todos caminan
Pero yo
Me he sentado
Un yanqui de doce años me lustra los zapatos
Él no sabe que hoy es mi cumpleaños
Ni siquiera que no es mi verdadero
Por mi costado pasan todos ellos
Acaso yo podría ser un dios provisorio
Que contemplara inerme su rebaño
O podría ser un héroe más provisorio aún
Y disfrutar mis trece minutos estatuarios

Pero todo está claro
Y es más dulce
Más útil
Sobre todo más dulce
Reconocer que el tiempo está pasando
Que está pasando el tiempo y hace ruido
Y sentirse de una vez para siempre
Olvidado y tranquilo
Como un cero a la izquierda.



Currículum

El cuento es muy sencillo
Usted nace en su tiempo
Contempla atribulado
El rojo azul del cielo
El pájaro que emigra
Y el temerario insecto
Que será pisoteado
Por su zapato nuevo

Usted sufre de veras
Reclama por comida
Y por deber ajeno
O acaso por rutina
Llora limpio de culpas
Benditas o malditas
Hasta que llega el sueño
Y lo descalifica

Usted se transfigura
Ama casi hasta el colmo
Logra sentirse eterno
De tanto y tanto asombro
Pero las esperanzas
No llegan al otoño
Y el corazón profeta
Se convierte en escombros

Usted por fin aprende
Y usa lo aprendido
Para saber que el mundo
Es como un laberinto
En sus momentos claves
Infierno o paraíso
Amor o desamparo
Y siempre siempre un lío

Usted madura y busca
Las señas del presente
Los ritos del pasado
Y hasta el futuro en cierne
Quizá se ha vuelto sabio
Irremediablemente
Y cuando nada falta
Entonces usted muere.



Dactilógrafo

Montevideo quince de noviembre
De mil novecientos cincuenta y cinco
Montevideo era verde en mi infancia
Absolutamente verde y con tranvías
Muy señor nuestro por la presente
Yo tuve un libro del que podía leer
Veinticinco centímetros por noche
Y después del libro del que podía leer
Y yo quería pensar en cómo sería eso
De no ser de caer como piedra en un pozo
Comunicamos a usted que en esta fecha
Hemos efectuado por su cuenta
Quién era ah sí mi madre se acercaba
Y prendía la luz y no te asustes
Y después la apagaba antes que no durmiera
El pago de trescientos doce pesos
A la firma Menéndez & Solari
Y sólo veía sombras como caballos
Y elefantes y monstruos casi hombres
Y sin embargo aquello era mejor
Que pensarme sin la savia del miedo
Desaparecido como se acostumbra
En un todo de acuerdo con sus órdenes
De fecha siete del corriente
Era tan diferente era verde
Absolutamente verde y con tranvía
Y qué optimismo tener la ventanilla
Sentirse dueño de la calle que baja
Lugar con los números de las puertas cerradas
Y apostar consigo mismo en términos severos
Rogámosle acusar recibo lo ante posible
Si terminaba en cuatro o trece o diecisiete
Era que iba a reír o a perder o a morirme
De esta comunicación a fin de que podamos
Y hacerme tan sólo una trampa por cuadra
Registrarlo en su cuenta corriente
Absolutamente verde y con tranvías
Y el Prado con caminos de hojas secas
Y el olor a eucaliptus y a temprano
Saludamos a usted atentamente
Y desde allí los años y quién sabe.



De árbol a árbol

Seguro que los diarios
No lo preguntarán
Los árboles, ¿serán
Acaso solidarios?

¿Digamos el olivo de Jaén
Con el terco quebracho de entre ríos?
¿O el triste sauce de Tacuarembó
Con el castaño de Campos Elíseos?

¿Qué se revelarán de árbol a árbol?
¿Desde Westfalia avisará la encina
Al demacrado alerce del Tirol
Que administre mejor su trementina?

Seguro que los diarios
No lo preguntarán
Los árboles, ¿serán
Acaso solidarios?

¿Se sentirá el ombú en su Pampa húmeda
Un hermano de la Ceiba antillana?
¿Los de ese bosque y los de aquel jardín
Permutarán insectos y hojarasca?

¿Se dirán copa a copa que aquel muérdago
Otrora tan sagrado entre los galos
Usaba chupadores de corteza
Como el menos cordial de los parásitos?

Seguro que los diarios
No lo preguntarán
Los árboles, ¿serán
Acaso solidarios?

¿Sabrán por fin los cedros libaneses
Que su voraz y sádico enemigo
No es el ébano gris de Camerún
Ni el arrayán bastardo ni el morisco

Ni la palma lineal de Camagüey
Sino las hachas de los leñadores
La sierra de las grandes madereras
El rayo como látigo en la noche?



De lo prohibido (Soy un caso perdido)

Prohibidos los silencios y los gritos unánimes
Las minifaldas y los sindicatos
Artigas y Gardel
La oreja en Radio Habana
El pelo largo la condena corta
José Pedro Varela y la Vía Láctea
La corrupción venial el pantalón vaquero
Los perros vagos y los vagabundos
También los abogados defensores
Que sobrevivan a sus defendidos
Y los pocos fiscales con principio de angustia
Prohibida sin perdón la ineficacia
Todo ha de ser eficaz como un cepo
Prohibida la lealtad y sobretodo la tristeza
Esa que va de sol a sol
Y claro la inquietante primavera
Prohibidas las reuniones
De más de una persona
Excepto las del lecho conyugal
Siempre y cuando hayan sido
Previa y debidamente autorizadas
Prohibidos el murmullo de las tripas
El Padrenuestro y la internacional
El bajo costo de la vida y la muerte
Las palabritas y las palabrotas
Los estruendos molestos el jilguero los zurdos
Los anticonceptivos pero quién va a nacer.



Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
Defenderla del escándalo y la rutina
De la miseria y los miserables
De las ausencias transitorias
Y las definitivas
Defender la alegría como un principio
Defenderla del pasmo y las pesadillas
De los neutrales y de los neutrones
De las dulces infamias
Y los graves diagnósticos
Defender la alegría como una bandera
Defenderla del rayo y la melancolía
De los ingenuos y de los canallas
De la retórica y los paros cardíacos
De las endemias y las academias
Defender la alegría como un destino
Defenderla del fuego y de los bomberos
De los suicidas y los homicidas
De las vacaciones y del agobio
De la obligación de estar alegres
Defender la alegría como una certeza
Defenderla del óxido y de la roña
De la famosa pátina del tiempo
Del relente y del oportunismo
De los proxenetas de la risa
Defender la alegría como un derecho
Defenderla de Dios y del invierno
De las mayúsculas y de la muerte
De los apellidos y las lástimas
Del azar
Y también de la alegría.



Desde

La inagotable sangre que se vierte en los mitos
Los crímenes que amueblan las mejores sagas
Los parricidios los incestos los tormentos
Las erinneas las moiras
Ilustran las rabietas celestiales

¿Qué se podía esperar de los humanos
Con ese mal ejemplo de los dioses?



Después

El cielo de veras que no es éste de ahora
El cielo de cuando me jubile
Durará todo el día
Todo el día caerá
Como lluvia de sol sobre mi calva.

Yo estaré un poco sordo para escuchar los árboles
Pero de todos modos recordaré que existen
Tal vez un poco viejo para andar en la arena
Ppero el mar todavía me pondrá melancólico
Estaré sin memoria y sin dinero
Con el tiempo en mis brazos como un recién nacido
Y llorará conmigo y lloraré con él
Estaré solitario como una ostra
Pero podré hablar de mis fieles amigos
Que como siempre contarán desde Europa
Sus cada vez más tímidos contrabandos y becas.

Claro estaré en la orilla del mundo contemplando
Desfiles para niños y pensionistas
Aviones
Eclipses
Y regatas
Y me pondré sombrero para mirar la luna
Nadie pedirá informes ni balances ni cifras
Y sólo tendré horario para morirme
Pero el cielo de veras que no es éste de ahora
Ese cielo de cuando me jubile
Habrá llegado demasiado tarde.



Digamos

1

Ayer fue yesterday
Para buenos colonos
Mas por fortuna nuestro
Mañana no es tomorrow

2

Tengo un mañana que es mío
Y un mañana que es de todos
El mío acaba mañana
Pero sobrevive el otro.



El aguafiestas falta sin aviso

Tal vez se le olvidó tu santo y seña
Después de todo no es tan importante
No va a flamear el cielo por su ausencia
Ayúdate secúndate solázate
Búscate en la quimera de los otros
Inventa tus estrellas y repártelas
Besa los nombres en sus dos mejillas
Deja que el corazón te elija el mundo
Abrázate del miedo y no lo sueltes
Vuélvete sombra pero no te envicies
Sálvate de turbiones y de nieblas
Ponte el otoño con su sol de gala
Libérate en las manos que te avisan
Descúbrete en los ojos que te nombran
Ya no vendrá deslígate distánciate
De su resuello de sus sortilegios
De sus malas noticias de su rabia
No dejes que te ensalme de amargura
Defiende como loba tu alegría
El tiempo no diseña el pasatiempo
El canto no reclama el desencanto
El viento no vindica el aspaviento
La fiesta no perdona al aguafiestas.



El alma no es el cuerpo

Nos enseñaron desde niños
Cómo se forma un cuerpo
Sus órganos sus huesos
Sus funciones sus sitios
Pero nunca supimos
De qué estaba hecha el alma

¿Será de sentimientos /
De ensueños / de esperanzas?
¿De emociones / de tirrias /
De estupores?

Lo cierto es que / ignorada /
El alma arde en su fuego
Tiene espasmos oscuros
Punzadas de ternura
Suburbios de delirio

¿Será tal vez una inquilina
Del corazón?, ¿o viceversa?
Entre ellos no hay frontera

¿O será la asesora
Principal de la mente?
¿O viceversa?
Entre ellas no hay disputa

¿O será capataza
De la pobre conciencia?
¿O viceversa?
Entre ellas no hay acuerdo

El alma tiene hambres
Y cuando está famélica
Puede herir
Puede armarse
De enconos o de furias

No hay que pensar que el alma
Es un tul de inocencia
Ajeno a los agravios
Que sufren cuerpo y alma

En el alma se forman
Abscesos de rencores
Tumores de impaciencia
Hernias de desamparo

El problema es que no hay
Cirujanos de alma
Ni siquiera herbolarios

El alma es un secreto / una noción
Una nube que suele anunciar llanto
Pero después de tantas búsquedas
De pesquisas inútiles
Y de adivinaciones
Nos queda apenas una certidumbre /
Que el alma no es el cuerpo
Pero muere con él.



El barrio

Volver al barrio siempre es una huida
Casi como enfrentarse a dos espejos
Uno que ve de cerca / otro de lejos
En la torpe memoria repetida

La infancia / la que fue / sigue perdida
No eran así los patios / son reflejos /
Esos niños que juegan ya son viejos
Y van con más cautela por la vida

El barrio tiene encanto y lluvia mansa
Rieles para un tranvía que descansa
Y no irrumpe en la noche ni madruga

Si uno busca trocitos de pasado
Tal vez se halle a sí mismo ensimismado /
Volver al barrio siempre es una fuga.



El hijo

De haber tenido un hijo
No lo habría llamado
Ni Mario ni Orlando ni Hamlet
Ni Hardy ni Brenno
Como reza mi fardo onomástico

Más bien le habría
Colgado un monosílabo
Algo así como Luis o Blas o Juan
O Paz o Luz si era mujer
De manera que uno pudiera convocarlo
Con sólo respirar

De haber tenido un hijo
Le habría enseñado a leer
En los libros y muros
Y en los ojos veraces
Y también a escribir
Pero sólo en las rocas
Con un buril de fuego

De modo que las lluvias
Limpiaran sus palabras
Defendiéndolas
De la envidia y la roña
Y eso aunque nadie nunca
Se arrimara a leerlas

De haber tenido un hijo
Acaso no sabría qué hacer con él
Salvo decirle adiós cuando se fuera
Con mis heridos ojos
Por la vida.



El lugar del crimen

A pesar de psicólogos /
Detectives / novelistas ingleses /
Los asesinos en su mayoría
No vuelven al lugar del crimen
Huyen por lo común despavoridos
En búsqueda de indultos
Olvidos y fronteras
Y cuando al fin suponen
Que se encuentran a salvo
Y consiguen un lecho
Con mujer o sin ella
Cierran los ojos sobre su fatiga
Y penetran incautos en el sueño refugio

La sorpresa es que allí nunca hubo indultos
Ni dispensas ni olvido ni fronteras
Y de pronto se hallan
Con que el lugar del crimen
Los espera implacable
En el vedado de sus pesadillas.



El mar

¿Qué es en definitiva el mar?
¿Por qué seduce?, ¿por qué tienta?
Suele invadirnos como un dogma
Y nos obliga a ser orilla

Nadar es una forma de abrazarlo
De pedirle otra vez revelaciones
Pero los golpes de agua no son magia
Hay olas tenebrosas que anegan la osadía
Y neblinas que todo lo confunden

El mar es una alianza o un sarcófago
Del infinito trae mensajes ilegibles
Y estampas ignoradas del abismo
Transmite a veces una turbadora
Tensa y elemental melancolía

El mar no se avergüenza de sus náufragos
Carece totalmente de conciencia
Y sin embargo atrae tienta llama
Lame los territorios del suicida
Y cuenta historias de final oscuro

¿Qué es en definitiva el mar?
¿Por qué fascina?, ¿por qué tienta?
Es menos que un azar / una zozobra /
Un argumento contra Dios / seduce
Por ser tan extranjero y tan nosotros
Tan hecho a la medida
De nuestra sinrazón y nuestro olvido

Es probable que nunca haya respuesta
Pero igual seguiremos preguntando
¿Qué es por ventura el mar?
¿Por qué fascina el mar?, ¿qué significa
Ese enigma que queda
Más acá y más allá del horizonte?



El nuevo

Viene contento
El nuevo
La sonrisa juntándole los labios
El lápiz faber virgen y agresivo
El duro traje azul
De los domingos

Decente
Un muchachito.
Cada vez que se sienta
Piensa en las rodilleras
Murmura sí señor
Se olvida
De sí mismo.
Agacha la cabeza
Escribe sin borrones
Escribe escribe
Hasta
Las siete menos cinco.
Sólo entonces
Suspira
Y es un lindo suspiro
De modorra feliz
De cansancio tranquilo.

Claro
Uno ya lo sabe
Se agacha demasiado
Dentro de veinte años
Quizá
De veinticinco
No podrá enderezarse
Ni será
El mismo
Tendrá unos pantalones
Mugrientos y cilíndricos
Y un dolor en la espalda
Siempre en su sitio.
No dirá
Sí señor
Dirá viejo podrido
Rezará palabrotas
Despacito
Y dos veces al año
Pensará
Convencido
Sin creer su nostalgia
Ni culpar al destino
Que todo
Todo ha sido
Demasiado
Sencillo.



El puente

Para cruzarlo o para no cruzarlo
Ahí está el puente

En la otra orilla alguien me espera
Con un durazno y un país

Traigo conmigo ofrendas desusadas
Entre ellas un paraguas de ombligo de madera
Un libro con los pánicos en blanco
Y una guitarra que no sé abrazar

Vengo con las mejillas del insomnio
Los pañuelos del mar y de las paces
Las tímidas pancartas del dolor
Las liturgias del beso y de la sombra

Nunca he traído tantas cosas
Nunca he venido con tan poco

Ahí está el puente
Para cruzarlo o para no cruzarlo
Yo lo voy a cruzar
Sin prevenciones

En la otra orilla alguien me espera
Con un durazno y un país.



El riesgo

Después de todo
El solo riesgo de que Dios exista
Es que exista en mi sueño
Y allí aletee sin preguntas
Dejando llagas en mi corazón

Ciertamente la única
Alarma de que Dios exista
Es que exista en mi sueño
Y que yo duerma hasta que el cuerpo
Aguante.



El silencio

Qué espléndida laguna es el silencio
Allá en la orilla una campana espera
Pero nadie se anima a hundir un remo
En el espejo de las aguas quietas.



El silencio del mar

El silencio del mar
Brama un juicio infinito
Más concentrado que el de un cántaro
Más implacable que dos gotas

Ya acerque el horizonte o nos entregue
La muerte azul de las medusas
Nuestras sospechas no lo dejan

El mar escucha como un sordo
Es insensible como un Dios
Y sobrevive a los sobrevivientes

Nunca sabré que espero de él
Ni qué conjuro deja en mis tobillos
Pero cuando estos ojos se hartan de baldosas
Y esperan entre el llano y las colinas
O en calles que se cierran en más calles
Entonces sí me siento náufrago
Y sólo el mar puede salvarme.



El soneto de rigor

Las rosas están insoportables en el florero.
Jaime Sabines

Tal vez haya un rigor para encontrarte
El corazón de rosa rigurosa
Ya que hablando en rigor no es poca cosa
Que tu rigor de rosa no te harte.

Rosa que estás aquí o en cualquier parte
Con tu rigor de pétalos, qué sosa
Es tu fórmula intacta, tan hermosa
Que ya es de rigor desprestigiarte.

Así que abandonándote en tus ramos
O dejándote al borde del camino
Aplicarte el rigor es lo mejor.

Y el rigor no permite que te hagamos
Liras ni odas cual floreros, sino
Apenas el soneto de rigor.



El sur también existe

Con su ritual de acero
Sus grandes chimeneas
Sus sabios clandestinos
Su canto de sirenas
Sus cielos de neón
Sus ventas navideñas
Su culto de Dios padre
Y de las charreteras
Con sus llaves del reino
El norte es el que ordena

Pero aquí abajo abajo
El hambre disponible
Recurre al fruto amargo
De lo que otros deciden
Mientras el tiempo pasa
Y pasan los desfiles
Y se hacen otras cosas
Que el norte no prohíbe
Con su esperanza dura
El sur también existe

Con sus predicadores
Sus gases que envenenan
Su escuela de Chicago
Sus dueños de la tierra
Con sus trapos de lujo
Y su pobre osamenta
Sus defensas gastadas
Sus gastos de defensa
Con su gesta invasora
El norte es el que ordena

Pero aquí abajo abajo
Cada uno en su escondite
Hay hombres y mujeres
Que saben a qué asirse
Aprovechando el sol
Y también los eclipses
Apartando lo inútil
Y usando lo que sirve
Con su fe veterana
El sur también existe

Con su corno francés
Y su academia sueca
Su salsa americana
Y sus llaves inglesas
Con todos sus misiles
Y sus enciclopedias
Su guerra de galaxias
Y su saña opulenta
Con todos sus laureles
El norte es el que ordena

Pero aquí abajo abajo
Cerca de las raíces
Es donde la memoria
Ningún recuerdo omite
Y hay quienes se desmueren
Y hay quienes se desviven
Y así entre todos logran
Lo que era un imposible
Que todo el mundo sepa
Que el sur también existe.



Elegir mi paisaje

Si pudiera elegir mi paisaje
De cosas memorables, mi paisaje
De otoño desolado,
Elegiría, robaría esta calle
Que es anterior a mí y a todos.

Ella devuelve mi mirada inservible,
La de hace apenas quince o veinte años
Cuando la casa verde envenenaba el cielo.
Por eso es cruel dejarla recién atardecida
Con tantos balcones como nidos a solas
Y tantos pasos como nunca esperados.

Aquí estarán siempre, aquí, los enemigos,
Los espías aleves de la soledad,
Las piernas de mujer que arrastran a mis ojos
Lejos de la ecuación de dos incógnitas.

Aquí hay pájaros, lluvia, alguna muerte,
Hojas secas, bocinas y nombres desolados,
Nubes que van creciendo en mi ventana
Mientras la humedad trae lamentos y moscas.

Sin embargo existe también el pasado
Con sus súbitas rosas y modestos escándalos
Con sus duros sonidos de una ansiedad cualquiera
Y su insignificante comezón de recuerdos.

Ah si pudiera elegir mi paisaje
Elegiría, robaría esta calle,
Esta calle recién atardecida
En la que encarnizadamente revivo
Y de la que sé con estricta nostalgia
El número y el nombre de sus setenta árboles.



Ella que pasa

Paso que pasa
Rostro que pasabas
Qué más quieres
Te miro
Después me olvidaré
Después y solo
Solo y después
Seguro que me olvido.

Paso que pasas
Rostro que pasabas
Qué más quieres
Te quiero
Te quiero sólo dos
O tres minutos
Para quererte más
No tengo tiempo.

Paso que pasas
Rostro que pasabas
Qué más quieres
Ay no
Ay no me tientes
Que si nos tentamos
No nos podremos olvidar
Adiós.



Empero

Cierro los ojos para disuadirme.
Ahora no es, no puede ser la muerte.
Está el escarabajo a tropezones,
Mi sed de ti, la baja tarde inmóvil.

De veras está todo como antes:
El cielo tan inerme,
La misma soledad tan maciza,
La luz que se devora y no comprende.
Todo está como antes
De tu rostro sin nubes,
Todo aguarda como antes la anunciada
Estación en suspenso,
Pero también estaba entonces este pánico
De no saber huir y no saber
Alejarme del odio.

De veras todo está
Destruido, indescifrable,
Como verdad caída inesperadamente
Del cielo o del olvido
Y si alguien, algo, me golpea los párpados
Es una lenta gota empecinada.
Ahora no es, no puede ser la muerte.
Abro los ojos para convencerme.



En blanco y negro

Los mendigos anónimos
Vienen del cine mudo
Posan en blanco y negro

En la mano extendida
En el platillo estéril
En la gorra tumbada
En el viejo estribillo
En el tango que narra
De chanfle la miseria
Está toda la historia
Esa que no sabemos

Los mendigos anónimos
Antes tenían nombres
Y memoria y subtítulos.



Enamorarse y no

Cuando uno se enamora las cuadrillas
Del tiempo hacen escala en el olvido
La desdicha se llena de milagros
El miedo se convierte en osadía
Y la muerte no sale de su cueva

Enamorarse es un presagio gratis
Una ventana abierta al árbol nuevo
Una proeza de los sentimientos
Una bonanza casi insoportable
Y un ejercicio contra el infortunio

Por el contrario desenamorarse
Es ver el cuerpo como es y no
Como la otra mirada lo inventaba
Es regresar más pobre al viejo enigma
Y dar con la tristeza en el espejo.



Enigmas

Todos tenemos un enigma
Y como es lógico ignoramos
Cuál es su clave su sigilo
Rozamos los alrededores
Coleccionamos los despojos
Nos extraviamos en los ecos
Y lo perdemos en el sueño
Justo cuando iba a descifrarse

Y vos también tenés el tuyo
Un enigmita tan sencillo
Que los postigos no lo ocultan
Ni lo descartan los presagios
Está en tus ojos y los cierras
Está en tus manos y las quitas
Está en tus pechos y los cubres
Está en mi enigma y lo abandonas.



Entre estatuas (No te salves)

No te quedes inmóvil
Al borde del camino,
No congeles el júbilo,
No quieras con desgana,
No te salves ahora
Ni nunca,
No te salves,
No te llenes de calma,
No reserves del mundo
Sólo un rincón tranquilo,
No dejes caer los párpados
Pesados como juicios,
No te quedes sin labios,
No te duermas sin sueño,
No te pienses sin sangre,
No te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo
No puedes evitarlo
Y congelas el júbilo,
Y quieres con desgana,
Y te salvas ahora,
Y te llenas de calma,
Y reservas del mundo
Sólo un rincón tranquilo,
Y dejas caer los párpados
Pesados como juicios,
Y te secas sin labios,
Y te duermes sin sueño,
Y te piensas sin sangre,
Y te juzgas sin tiempo,
Y te quedas inmóvil
Al borde del camino,
Y te salvas,
Entonces
No te quedes conmigo.



Epílogos míos (Vas y venís)

De Carrasco a Aeroparque y viceversa
Vas y venís con libros y bufandas
Y encargos y propósitos y besos

Tenés gusto a paisito en las mejillas
Y una fe contagiosa en el augurio
Vas y venís como un péndulo cuerdo
Como un comisionista de esperanzas
O como una azafata voluntaria
Tan habituada estás a los arribos
Y a las partidas un poquito menos

Quién iba a imaginar cuando empezábamos
La buena historia hace veintiocho años
Que en un apartamento camarote
Donde no llega el sol pero vos sí
Íbamos a canjear noticia por noticia
Sin impaciencia ya como quien suma

Y cuando te dormís y yo sigo leyendo
Entre cuatro paredes algo ocurre

Estás aquí dormida y sin embargo
Me siento acompañado como nunca.



Esa batalla

¿Cómo compaginar
La aniquiladora
Idea de la muerte
Con ese incontenible
Afán de vida?

¿Cómo acoplar el horror
Ante la nada que vendrá
Con la invasora alegría
Del amor provisional
Y verdadero?

¿Cómo desactivar la lápida
Con el sembradío?
¿La guadaña
Con el clavel?

¿Será que el hombre es eso?
¿Esa batalla?



Eso dicen

Eso dicen
Que al cabo de diez años
Todo ha cambiado
Allá

Dicen
Que la avenida está sin árboles
Y no soy quién para ponerlo en duda

¿Acaso yo no estoy sin árboles
Que según dicen
Ya no están?



Ésta es mi casa

No cabe duda. Esta es mi casa
Aquí sucedo, aquí
Me engaño inmensamente.
Esta es mi casa detenida en el tiempo.

Llega el otoño y me defiende,
La primavera y me condena.
Tengo millones de huéspedes
Que ríen y comen,
Copulan y duermen,
Juegan y piensan,
Millones de huéspedes que se aburren
Y tienen pesadillas y ataques de nervios.

No cabe duda. Esta es mi casa.
Todos los perros y campanarios
Pasan frente a ella.
Pero a mi casa la azotan los rayos
Y un día se va a partir en dos.

Y yo no sabré dónde guarecerme
Porque todas las puertas dan afuera del mundo.



Estados de ánimo

A veces me siento
como un águila en el aire.

(De una canción de Pablo Milanés).

Unas veces me siento
Como pobre colina
Y otras como montaña
De cumbres repetidas

Unas veces me siento
Como un acantilado
Y en otras como un cielo
Azul pero lejano

A veces uno es
Manantial entre rocas
Y otras veces un árbol
Con las últimas hojas

Pero hoy me siento apenas
Como laguna insomne
Con un embarcadero
Ya sin embarcaciones

Una laguna verde
Inmóvil y paciente
Conforme con sus algas
Sus musgos y sus peces

Sereno en mi confianza
Confiado en que una tarde
Te acerques y te mires
Te mires al mirarme.



Expectativas (Viajo)

Viajo como los nómadas
Pero con una diferencia
Carezco totalmente
De vocación viajera

Sé que el mundo es espléndido
Y brutal

Viajo como las naves migratorias
Pero con una diferencia
Nunca puedo arrancarme
Del invierno

Sé que el mundo es benévolo
Y feroz

Viajo como las dóciles cometas
Pero con una diferencia
Nunca llego a encontrarme
Con el cielo

Sé que el mundo es eterno
Y agoniza.



Futuro cada vez más jívaro

A medida que la distancia
Entre el presente y el final se acortan
Y el futuro se aclara y se enaniza
Y se está un poco harto
De husmear en los residuos del pasado
Uno valora y hasta mitifica
La fusión con el cuerpo del amor
Y una que otra mirada que atravesó la niebla

Aquellos que se aman o se amaron
Saben que allí estaba la clave
La negación del acabóse
Y por supuesto la vacuna
Contra el maldito desamparo

En el futuro cada vez más jíbaro
No figuran feriados ni esperanzas
Menos aún llegan explicaciones
De por qué cómo dónde cuándo

El borde lejos ya está cerca
El borde cerca es un despeñadero
Hay que aprender a sentir vértigo
Como si fuese sed o hambre.



Habanera

Es preciso ponernos brevemente de acuerdo
Aquí el buitre es un aura tiñosa y circulante
Las olas humedecen los pies de las estatuas
Y hay mulatas en todos los puntos cardinales

Los autos van dejando tuercas en el camino,
Los jóvenes son jóvenes de un modo irrefutable
Aquí el amor transita sabroso y subversivo
Y hay mulatas en todos los puntos cardinales.

Nada de eso es exceso de ron o de delirio
Quizá una borrachera de cielo y flamboyanes
Lo cierto es que esta noche el carnaval arrolla
Y hay mulatas en todos los puntos cardinales.

Es preciso ponernos brevemente de acuerdo
Esta ciudad ignora y sabe lo que hace.
Cultiva el imposible y exporta los veranos
Y hay mulatas en todos los puntos cardinales.

Aquí flota el orgullo como una garza invicta,
Nadie se queda fuera y todo el mundo es alguien.
El sol identifica relajos y candores
Y hay mulatas en todos los puntos cardinales.

Como si Marx quisiera bailar el mozambique
O fueran abolidas todas las soledades.
La noche es un sencillo complot contra la muerte
Y hay mulatas en todos los puntos cardinales.



Hagamos un trato

Cuando sientas tu herida sangrar
Cuando sientas tu voz sollozar
Cuenta conmigo.

Compañera,
Usted sabe
Puede contar
Conmigo
No hasta dos
O hasta diez,
Sino contar
Conmigo.

Si alguna vez
Advierte
Que la miro a los ojos
Y una veta de amor
Reconoce en los míos
No alerte sus fusiles
Ni piense "qué delirio",
A pesar de la veta
O tal vez porque existe
Usted puede contar
Conmigo.

Si otras veces
Me encuentra
Huraño sin motivo
No piense "qué flojera",
Igual puede contar
Conmigo.

Pero hagamos un trato,
Yo quisiera contar
Con usted,
Es tan lindo
Saber que usted existe,
Uno se siente vivo
Y cuando digo esto
Quiero decir contar
Aunque sea hasta dos
Aunque sea hasta cinco,
No ya para que acuda
Presurosa en mi auxilio
Sino para saber
A ciencia cierta
Que usted sabe que puede
Contar conmigo.



Hasta mañana

Voy a cerrar los ojos en voz baja,
Voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
Para la muerte, que es su pobre dueño.

La voluntad suspende su latido
Y yo me siento lejos tan pequeño,

Que a Dios invoco pero no le pido
Nada con tal de compartir apenas
Este universo que hemos conseguido
Por las malas y a veces por las buenas.

¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
Que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo:
Me duermo débil sueño que soy fuerte,
Pero el futuro aguarda. Es un abismo.

No me lo digan cuando me despierte.



Historia de vampiros

Era un vampiro que sorbía agua
Por las noches y por las madrugadas
Al mediodía y en la cena.

Era abstemio de sangre
Y por eso el bochorno
De los otros vampiros
Y de las vampiresas.

Contra viento y marea se propuso
Fundar una bandada
De vampiros anónimos,
Hizo campaña bajo la menguante,
Bajo la llena y la creciente
Sus modestas pancartas proclamaban,
Vampiros beban agua
La sangre trae cáncer.

Es claro los quirópteros
Reunidos en su ágora de sombras
Opinaron que eso era inaudito,
Aquel loco aquel alucinado
Podía convencer a los vampiros flojos,
Esos que liban boldo tras la sangre.

De modo que una noche
Con nubes de tormenta,
Cinco vampiros fuertes
Sedientos de hematíes, plaquetas, leucocitos,
Rodearon al chiflado, al insurrecto,
Y acabaron con él y su imprudencia.

Cuando por fin la luna
Pudo asomarse
Vio allá abajo
El pobre cuerpo del vampiro anónimo,
Con cinco heridas que manaban,
Formando un gran charco de agua,
Lo que no pudo ver la luna
Fue que los cinco ejecutores
Se refugiaban en un árbol
Y a su pesar reconocían
Que aquello no sabía mal.

Desde esa noche que fue histórica
Ni los vampiros, ni las vampiresas,
Chupan más sangre,
Resolvieron
Por unanimidad pasarse al agua.

Como suele ocurrir en estos casos
El singular vampiro anónimo
Es venerado como un mártir.



Hombre que mira a una muchacha

Para que nunca haya malentendidos
Para que nada se interponga
Voy a explicarte lo que mi amor convoca

Tus ojos que se caen de desconcierto
Y otras veces se alzan penetrantes y tibios
Tienen tanta importancia que yo mismo me asombro

Tus lindas manos mágicas
Que te expresan a veces mejor que las palabras
Tan importantes son que no oso tocarlas

Y si un día las toco es solamente
Para retransmitirte ciertas claves

Tu cuerpo pendular
Que duda en recibirse o entregarse
Y es tan joven que enseña a pesar tuyo
Es un dato del cual me faltan datos
Y sin embargo ayudo a conocerlo

Tus labios puestos en el entusiasmo
Que dibuja palabras y promete promesas
Son en tu imagen para mí los héroes
Y son también el ángel enemigo

En mi amor estás toda o casi toda
Me faltan cifras pero las calculo
Faltan indicios pero los descubro

Sin embargo en mi amor hay otras cosas
Por ejemplo los sueños con que muevo la tierra
La pobre lucha que libré y libramos
Los buenos odios esos que ennoblecen
El diálogo constante con mi gente
La pregunta punzante que me hicieron
Las respuestas veraces que no di

En mi amor hay también corajes varios
Y un miedo que a menudo los resume
Hay hombres como yo que miran tras las rejas
A una muchacha que podrías ser vos

En mi amor hay faena y hay descanso
Sencillas recompensas y complejos castigos
Hay dos o tres mujeres que forman tu prehistoria
Y hay muchos años demasiados años
De inventar alegrías y creerlas
Después a pie juntillas

Querría que en mi amor vieras todo eso
Y que vos muchachita
Con paciencia y cautela
Sin herirme ni herirte
Rescataras de allí la luna el río
Los emblemas rituales
Los proyectos de besos o de adioses
El corazón que aguarda pese a todo.



Hombre que mira el cielo (Trece hombres que miran)

Mientras pasa la estrella fugaz
Acopio este deseo instantáneo
Montones de deseos hondos y prioritarios
Por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
Que la alegría no desarme mi amor
Que los asesinos del pueblo se traguen
Sus molares caninos e incisivos
Y se muerdan juiciosamente el hígado
Que los barrotes de las celdas
Se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
Y mis hermanos puedan hacer de nuevo
El amor y la revolución
Que cuando enfrentemos el implacable espejo
No maldigamos ni nos maldigamos
Que los justos avancen
Aunque estén imperfectos y heridos
Que avancen porfiados como castores
Solidarios como abejas
Aguerridos como jaguares
Y empuñen todos sus noes
Para instalar la gran afirmación
Que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
Que cuando el corazón se salga del pecho
Pueda encontrar el camino de regreso
Que la muerte pierda su asquerosa
Y brutal puntualidad
Pero si llega puntual no nos agarre
Muertos de vergüenza
Que el aire vuelva a ser respirable y de todos
Y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
Poniendo en tus ojos el alma
Y tu mano en mi mano

Y nada más
Porque el cielo ya está de nuevo torvo
Y sin estrellas
Con helicóptero y sin Dios.



Hombre que mira la luna

Es decir la miraba porque ella
Se ocultó tras el biombo de nubes
Y todo porque muchos amantes de este mundo
Le dieron sutilmente el olivo

Con su brillo reticente la luna
Durante siglos consiguió transformar
El vientre amor en garufa cursilínea
La injusticia terrestre en dolor lapizlázuli

Cuando los amantes ricos la miraban
Desde sus tedios y sus pabellones
Satelizaba de lo lindo y oía
Que la luna era un fenómeno cultural

Pero si los amantes pobres la contemplaban
Desde su ansiedad o desde sus hambrunas
Entonces la menguante entornaba los ojos
Porque tanta miseria no era para ella

Hasta que una noche casualmente de luna
Con murciélagos suaves con fantasmas y todo
Esos amantes pobres se miraron a dúo
Dijeron no va más al carajo Selene

Se fueron a su cama de sábanas gastadas
Con acre olor a sexo deslunado
Su camanido de crujiente vaivén

Y libres para siempre de la luna lunática
Fornicaron al fin como Dios manda
O mejor dicho como Dios sugiere.



Homenaje

Más allá de los males y los bienes
Tu mejor aventura cotidiana
Es lidiar con la vida lisa y llana
Que lograste y afinas y mantienes

La noche se ha quedado sin rehenes
Y entra el sol por tu verso y tu ventana
Tengo dijiste en dimensión cubana
Dijiste tengo y por supuesto tienes

Pueblo que te oye bajo tantos cielos
Porque has hallado simplemente el modo
De cantar nada menos que a los más

Con tus ochenta y con tus dos abuelos
Y tu muchacho corazón ya todo
Lo tienes Juan con todo Nicolás.



Igualdad

En el viejo camposanto
Hay sepulcros fanfarrones
Criptas / nichos / panteones
Todo en mármol sacrosanto
De harto lujo / pero en cuanto
A desniveles sociales /
En residencias finales
Como éstas / no hay secretos
Y los pobres esqueletos
Parecen todos iguales.



Intimidad

Soñamos juntos
Juntos despertamos

El tiempo
Mientras tanto
Hace o deshace

No le importan
Tu sueño
Ni mi sueño

Somos dóciles
Torpes
Destructibles
Pensamos que no cae
Esa gaviota

Qué hay más allá del fin
Hay otra orilla
Que la batalla es nuestra
O de ninguno

Vivimos juntos
Juntos
Nos destruimos

Pero la destrucción es una broma
Un detalle
Una ráfaga
Un instante
Un abrir y cerrarse
De ojos ciegos

Ah nuestra intimidad
Es tan inmensa
Que la muerte la esconde
En su vacío.



Hoy tu tiempo es real

Hoy tu tiempo es real, nadie lo inventa
Y aunque otros olviden tus festejos
Las noches sin amos quedaron lejos
Y lejos el pesar que desalienta.

Tu edad de otras edades se alimenta
No importa lo que digan los espejos
Tus ojos todavía no están viejos
Y miran, sin mirar, más de la cuenta.

Tu esperanza ya sabe su tamaño
Y por eso no habrá quién la destruya
Ya no te sentirás solo ni extraño.

Vida tuya tendrás y muerte tuya
Ha pasado otro año y otro año
Les has ganado a tus sombras, aleluya.



José Martí pregonero

Tu nombre es como el crisol
Donde se funde la hazaña
Tu nombre es como la caña
Que endulza con lluvia y sol
De su destino naciente
Sólo tu pueblo es el dueño
Cual figuraban en tus sueños
Por fin es libre tu gente

José Martí pregonero
No moriste en tu pregón
Tus versos viven y son
Pregones de un pueblo entero

Tu isla exporta el verano
Y hay flambollán y justicia
La buena tierra nutricia
Da frutos para el cubano
Tu nombre es como el crisol
Donde se funde la hazaña
Tu nombre es como la caña
Que endulza con lluvia y sol
Tan sobrio y tan desbordante
Tan bueno y tan orgulloso
Tan firme y tan generoso
Tan pequeño y tan gigante

Tan profundamente isleño
Tan claramente cubano
Tan latinoamericano
En tu suelo y en tu sueño

Siempre nos tienes despierto
Con tu constante mirada
Con tu suerte despejada
Y con tu fe de ojos abiertos

Tu nombre es como el crisol
Donde se funde la hazaña
Tu nombre es como la caña
Que endulza con lluvia y sol.



La casa y el ladrillo

Cuando me confiscaron la palabra
Y me quitaron hasta el horizonte
Cuando salí silvando despacito
Y hasta hice bromas con el funcionario
De emigración o desintegración
Y hubo el adiós de siempre con la mano
A la familia firme en la baranda
A los amigos que sobrevivían
Y un motor el derecho tosió fuerte
Y movió la azafata sus pestañas
Como diciendo a vos yo te conozco
Yo tenía estudiada una teoría
Del exilio mis pozos del exilio
Pero el cursillo no sirvió de nada

Cómo saber que las ciudades reservaban
Una cuota de su amor más austero
Para los que llegábamos
Con el odio pisándonos la huella
Cómo saber que nos harían sitio
Entre sus escaseces más henchidas
Y sin averiguarnos los fervores
Ni mucho menos el grupo sanguíneo
Abrirían de par en par sus gozos
Y también sus catástrofes
Para que nos sintiéramos
Igualito que en casa

Cómo saber que yo mismo iba a hallar
Sábanas limpias desayunos abrazos
En Pueyrredón y French
En Canning y las Heras
Y en Lince
Y en Barranco
Y en Arequipa al tres mil seiscientos
Y en el vedado
Y dondequiera

Siempre hay calles que olvidan sus balazos
Sus silencios de pizarra lunar
Y eligen festejarnos recibirnos llorarnos
Con sus tiernas ventanas que lo comprenden todo
E inesperados pájaros entre flores y hollines
También plazas con pinos discretísimos
Que preguntan señor cómo quedaron
Sus acacias sus álamos
Y los ojos se nos llenan de láminas
En rigor nuestros árboles están sufriendo como
Por otra parte sufren los caballos la gente
Los gorriones los paraguas las nubes
En un país que ya no tiene simulacros

Es increíble pero no estoy solo
A menudo me trenzo con manos o con voces
O encuentro una muchacha para ir lluvia adentro
Y alfabetizarme en su áspera hermosura
Quién no sabe a esta altura que el dolor
Es también un ilustre apellido

Con éste o con aquélla nos miramos de lejos
Y nos reconocemos por el rictus paterno
O la herida materna en el espejo
El llanto o la risa como nombres de guerra
Ya que el llanto o la risa legales y cabales
Son apenas blasones coberturas

Estamos desarmados como sueño en andrajos
Pero los anfitriones nos rearman de apuro
Nos quieren como aliados y no como reliquias
Aunque a veces nos pidan la derrota en hilachas
Para no repetirla

Inermes como sueños así vamos
Pero los anfitriones nos formulan preguntas
Que incluyen su semilla de respuesta
Y ponen sus palomas mensajeras y lemas
A nuestra tímida disposición
Y claro sudamos los mismos pánicos
Temblamos las mismas preocupaciones

A medida que entramos en el miedo
Vamos perdiendo nuestra extranjería
El enemigo es una niebla espesa
Es el común denominador o
Denominador plenipotenciario

Es bueno reanudar el enemigo
De lo contrario puede acontecer
Que uno se ablande al verlo tan odioso
El enemigo es siempre el mismo cráter
Todavía no hay volcanes apagados

Cuando nos escondemos a regar
La maceta con tréboles venéreos
Aceitamos bisagras filosóficas
Lle ponemos candado a los ex domicilios
Y juntamos las viudas militancias
Y desobedecemos a los meteorólogos
Soñamos con axilas y grupas y caricias
Despertamos oliendo a naftalina
Todos los campanarios nos conmueven
Aunque tan solo duren en la tarde plomiza
Y estemos abollados de trabajo

El recuerdo del mar cuando no hay mar
Nos desventura la insolencia y la sangre
Y cuando hay mar de un verde despiadado
La ola rompe en múltiples agüeros

Uno de los problemas de esta vida accesoria
Es que en cada noticia emigramos
Siempre los pies alados livianísimos
Del que espera la señal de largada
Y claro a medida que la señal no llega
Nos aplacamos y nos convertimos
En herines apiñados y reumáticos

Y bien esa maciza ingravidez
Alza sus espirales de huelo en el lenguaje
Hablamos de botijas o gurises
Y nos traducen pibe riñe guagua
Suena ta o taluego
Y es como si cantáramos desvergonzadamente
Do jamás se pone el sol se pone el sol

Y nos aceptan siempre
Nos inventan a veces
Nnos lustran la morriña majadera
Con la nostalgia que hubieran tenido
O que tuvieron o que van a tener
Pero además nos muestran ayeres y anteayeres
La película entera a fin de que aprendamos
Que la tragedia es ave migratoria
Que los pueblos irán a contramuerte
Y el destino se labra con las uñas

Habrá que agradecerlo de por vida
Acaso más que el pan y la cama y el techo
Y los poros alertas del amo
Y habrá que recordar con un exvoto
Esa pedagogía solidaria y tangible

Por lo pronto se sienten orgullosos
De entender que no vamos a quedarnos
Porque claro hay un cielo
Que nos gusta tener sobre la crisma
Así uno va fundando las patrias interinas
Segundas patrias siempre fueron buenas
Cuando no nos padecen y no nos compadecen
Simplemente nos hacen un lugar junto al fuego
Y nos ayudan a mirar las llamas
Porque saben que en ellas vemos nombres y bocas

Es dulce y prodigiosa esta patria interina
Con manos tibias que reciben dando
Se aprende todo menos las ausencias
Hay certidumbres y caminos rotos
Besos rendidos y provisionales
Brumas con barcos que parecen barcos
Y lunas que reciben nuestra noche
Con tangos marineras sones rumbas
Y lo importante es que nos acompañan
Con su futuro a cuestas y sus huesos

Esta patria interina es dulce y honda
Tiene la gracia de rememorarnos
De alcanzarnos noticias y dolores
Como si recogiera cachorros de añoranza
Y los diera a la suerte de los niños

De a poco percibimos los signos del paisaje
Y nos vamos midiendo primero con sus nubes
Y luego con sus rabias y sus glorias
Primero con sus nubes
Que unas veces son fibras filamentos
Y otras veces tan redondas y plenas
Como tetas de madre treintañera
Y luego con sus rabias y sus glorias
Que nunca son ambiguas

Acostumbrándonos a sus costumbres
Llegamos a sentir sus ráfagas de historia
Y aunque siempre habrá un nudo inaccesible
Un útero de glorias que es propiedad privada
Igual nuestra confianza izará sus pendones
Y creeremos que un día que también que ojalá

Aquí no me segrego
Tampoco me segregan
Hago de centinela de sus sueños
Podemos ir a escote en el error
O nutrirnos de otras melancolías

Algunos provenimos del durazno y la uva
Otros vienen del mango y el mamey
Y sin embargo vamos a encontrarnos
En la indócil naranja universal

El enemigo nos vigila acérrimo
Él y sus corruptólogos husmean
Nos aprenden milímetro a milímetro
Estudian las estelas que deja el corazón
Pero no pueden descifrar el rumbo
Se les ve la soberbia desde lejos
Sus llamas vuelven a lamer el cielo
Chamuscando los talones de Dios

Su averno monopólico ha acabado
Con el infierno artesanal de Leviatán

Es fuerte el enemigo y sin embargo
Mientras la bomba eleva sus hipótesis
Y todo se asimila al holocausto
Una chiva tranquila una chiva de veras
Prosigue masticando en el islote

Ella solita derrotó al imperio
Todos tendríamos que haber volado
A abrazar a esa hermana
Ella sí demostró lo indemostrable
Y fue excepción y regla todo junto
Y gracias a esa chiva de los pueblos
Ay nos quedamos sin Apocalipsis

Cuando sentimos el escalofrío
Y los malos olores de la ruina
Siempre es bueno saber que en algún meridiano
Hay una chiva a lo mejor un puma
Un ñandú una jutía una lombriz
Un espermatozoide un feto una criatura
Un hombre o dos un pueblo
Una isla un archipiélago
Un continente un mundo
Tan firmes y tan dignos de seguir masticando
Y destruir al destructor y acaso
Desapocalipsarnos para siempre

Es germinal y aguda esta patria interina
Y nuestro desconsuelo integra su paisaje
Pero también lo integra nuestro bálsamo

Por supuesto sabemos desenrollar la risa
Y madrugar y andar descalzos por la arena
Narrar blancos prodigios a los niños
Inventar minuciosos borradores de amor
Y pasarlos en limpio en la alta noche
Juntar pedazos de canciones viejas
Decir cuentos de loros y gallegos
Y de alemanes y de cocodrilos
Y jugar al ping pong y a los actores
Bailar el pericón y la milonga
Traducir un bolero al alemán
Y dos tangos a un vesre casi quechua
Claro no somos una pompa fúnebre
Usamos el derecho a la alegría

Pero cómo ocultarnos los derrumbes
El canto se nos queda en estupor
Hasta el amor es de pronto una culpa
Nadie se ríe de los basiliscos
He visto a mis hermanos en mis patrias suplentes
Postergar su alegría cuando muere la nuestra
Y ese sí es un tributo inolvidable

Por eso cuando vuelva
Y algún día será
A mis tierras mis gentes y mi cielo
Ojalá que el ladrillo que a puro riesgo traje
Para mostrar al mundo cómo era mi casa
Dure como mis duras devociones
A mis patrias suplentes compañeras
Viva como un pedazo de mi vida
Quede como un ladrillo en otra casa.



La cercanía de la nada

Cuando se acercan a la nada
Y más aún cuando se enfrentan
Al pavoroso linde de tinieblas
Los poderosos no consiguen
Pasar de contrabando su poder
Ni la mochila azul de sus lingotes
Ni el chaleco antimuerte
Ni el triste semillero de sus fobias

Pero cuando los pobres de la tierra
Se acercan a la nada
Los aduaneros nada les confiscan
Salvo el hambre
O la sed
O el cuerpo en ruinas

Los pobres de la tierra
Pasan como si nada
Pero tampoco se hagan ilusiones
Ya que la nada es nada más que eso
Y esa belleza sobrecogedora
Que aterra a poderosos e indigentes
A todos los ignora por igual.



La crisis

Viene la crisis
Ojo
Guardabajo
Un pan te costará como tres panes
Tres panes costarán como tres hijos
Y qué barbaridad
Todos iremos
A las nubes en busca de un profeta
Que nos hable de paz
Como quien lava

Viene la crisis
Ojo
Quizá te esté subiendo
Por la manga
Quizá la tengas
Ahora
Enroscada sin más en el pescuezo
O esté votando con tu credencial
O comprando tu fe con tu dinero.

Oh cuánto cuánto
Costará el escrúpulo
Y la vergüenza buena
La importada
La que no encoge a la primera lluvia
La vergüenza de nylon
Cienporciento.

Oh cuánto cuánto
Costará el amor
En la noche sin dólares ni luna
Con los perros afónicos
Y el sueño
Firmando los conformes con rocío.

Oh cuánto cuánto
Costará la muerte
Ahora que no hay divisas
Ni perdón
Y no hay repuestos para la conciencia
Ni ganas de morir
Ni afán
Ni nada.

Viene la crisis
Ojo
Guardabajo
No habrá vino ni azúcar ni zapatos
Ni quinielas ni sol ni Dios ni abrigo
Ni diputados ni estupefacientes
Ni manteca ni frutas ni rameras.

Viene la crisis
Ojo.
Guardarriba.



La historia

Dijo cervantes que la historia
Es el depósito de las acciones
Y yo / salvadas las distancias / creo
Que es un nomenclátor de expectativas

El historiador era para Schegel
Apenas un profeta que miraba hacia atrás
Y yo / salvadas las distancias / creo
Que suele ser estrábico y a veces hipermétrope

Por su parte el saber congelado sostiene
Que los pueblos felices nunca tienen historia
Y como en realidad todos la tienen
Vaya sacando usted las conclusiones

A menudo la historia se vale de utopías
Algunos aprovechan para erigirle estatuas
Y luego es consagrada como infancia del mundo
O como fotocopia del futuro

La historia colecciona pálidos nomeolvides
Lápidas de homenaje con hollines y mugre
Y en su amplio muestrario de desdenes
Figura hasta el humilde que vivió sin codicia

La historia está maltrecha / quebrantada
Hace dos o tres siglos que no ríe
Que no llora / no habla / acaso porque ahora
Ya no hay quien le peine las mentiras.



La infancia es otra cosa

Es fácil vaticinar que los propagandistas de la infancia no van a interrumpir su campaña
Quieren vendernos la inocencia cual si fuera un desodorante o un horóscopo
Después de todo saben que caeremos como gorriones en la trampa
Piando nostalgias inventando recuerdos perfeccionando la ansiedad

Los geniales demagogos de la infancia
Así se llamen Amicis o Proust o Lamorisse
Sólo recapitulan turbadores sacrificios móviles campanarios globos que vuelven a su nube de origen
Su paraíso recobrable no es exactamente nuestro siempre perdido paraíso
Su paraíso tan seguro como dos y dos son cuatro no cabe en nuestro mezquino walhalla
Ese logaritmo que nunca está en las tablas

Los impecables paleontólogos de la infancia
Duchos en exhumar rondas triciclos mimos y otros fósiles
Tienen olfato e intuición suficientes como para desenterrar y desplegar mitos Cautivantes pavores sabrosos felicidad a cuerda

Esos decisivos restauradores
Con destreza profesional tapan grietas y traumas
Y remiendan con zurcido invisible el desgarrón que arruinaba nuestro compacto recuerdo de cielo

Sin embargo un día habrá que entrar a saco la podrida infancia
No el desván
Allí apenas habitan los juguetes rotos los álbumes de sellos el ferrocarril rengo o sea la piel reseca de la infancia
No las fotografías y su letargo sepia
Habrá que entrar a saco la miseria

Porque la infancia
Además del estanque de azogada piedad
Que a cualquier precio adquieren los ávidos turistas del regreso
Además de la espiga y la arañita
Y el piano de Mompou
Además del alegre asombro que dicen hubo
Además de la amistad con el perro del vecino
Del juego con las trenzas que hacen juego
Además de todo eso
Tan radiante tan modestamente fabuloso
Y sin embargo tan cruelmente olvidado
La infancia es otra cosa

Por ejemplo la oprobiosa galería de rostros
Encendidos de entusiasmo puericultor y algunas veces de crueldad dulzona
Y es (también la infancia tiene su otoño) la caída de las primeras máscaras
La vertiginosa temporada que va de la inauguración del pánico a la vergüenza de la masturbación inicial rudimentaria
La gallina asesinada por los garfios de la misma buena parienta que nos arropa al comienzo de la noche
La palabra cáncer y la noción de que no hay exorcismo que valga
La rebelión de la epidermis las estupefacciones convertidas en lamparones de diversos diseños y medidas
La noche como la gran cortina que nadie es capaz de descorrer y que sin embargo oculta la prestigiosa momia del porvenir

Por ejemplo la recurrente pesadilla
De diez cien veinte mil encapuchados
Cuyo silencio a coro repetirá un longplay treinta años más tarde con el alevoso Fascinante murmullo de los lamas del Tíbet en sus cantos de muerte
Pero que por entonces es sólo una interminable fila de encapuchados Balanceándose saliéndose del sueño golpeando en el empañado vidrio de la cocina
Proponiendo el terror y sus múltiples sobornos anexos

La otra infancia es qué duda cabe el insomnio con los ardides de su infierno acústico
Uno dejándose llevar despojado de sábanas mosquitero camisón y pellejo
Uno sin bronquios y sin tímpanos
Dejándose llevar imaginándose llevado hacia un lejanísimo casi inalcanzable círculo o celda o sima donde no hay hormigas ni abuela ni quebrados ni ventana ni sopa y donde el ruido del mundo llega sólo como un zumbido ni siquiera insistente
Es el golpe en la cara para ser más exacto en la nariz
El caliente sabor de la primera sangre tragada
Y el arranque de la inquina la navidad del odio que irza el pelo calienta las orejas aprieta los dientes gira los puños en un molinete enloquecido mientras los demás asisten como un cerco de horripiladas esperanzas timideces palabrotas y ojos con náuseas

Es la chiquilina obligatoria distancia
La teresa rubia
De ojos alemanes y sonrisa para otros
Humilladora de mis lápices de veneración de mis insignias de ofrenda de mis estampillas de homenaje
Futura pobre gorda sofocada de deudas y de hijos pero entonces tan lejos y escarpada
Y es también el amigo el único el mejor
Aplastado en la calle


Un día de estos habrá que entrar a saco la podrida infancia
Habrá que entrar a saco la miseria

Sólo después
Con el magro botín en las manos crispadamente adultas
Sólo después
Ya de regreso
Podrá uno permitirse el lujo la merced el pretexto
El disfrute
De hacer escala en el desván
Y revisar las fotos en su letargo sepia.



La muerte va al encuentro de la infancia

La muerte va al encuentro de la infancia
La prepara la educa la adoctrina
Le enseña tantas fábulas
Como hilachas da el magma del azar

La lleva ante el espejo catequista
Para que él la transforme
De ufana en taciturna.

La muerte va al encuentro de la infancia
Y cuando al fin la forma
La alienta, la organiza
La pule, le da rumbo.

La infancia va al encuentro de la muerte.



La otra copa del brindis

Al principio ella fue una serena conflagración
Un rostro que no fingía ni siquiera su belleza
Unas manos que de a poco inventaban un lenguaje
Una piel memorable y convicta
Una mirada limpia sin traiciones
Una voz que caldeaba la risa
Unos labios nupciales
Un brindis

Es increíble pero a pesar de todo
Él tuvo tiempo para decirse
Qué sencillo y también
No importa que el futuro
Sea una oscura maleza

La manera tan poco suntuaria
Que escogieron sus mutuas tentaciones
Fue un estupor alegre
Sin culpa ni disculpa
Él se sintió optimista
Nutrido
Renovado
Tan lejos del sollozo y la nostalgia
Tan cómodo en su sangre y en la de ella
Tan vivo sobre el vértice de musgo
Tan hallado en la espera
Que después del amor salió a la noche
Sin luna y no importaba
Sin gente y no importaba
Sin dios y no importaba
A desmontar la anécdota
A componer la euforia
A recoger su parte del botín

Mas su mitad de amor
Se negó a ser mitad
Y de pronto él sintió
Que sin ella sus brazos estaban tan vacíos
Que sin ella sus ojos no tenían qué mirar
Que sin ella su cuerpo de ningún modo era
La otra copa del brindis

Y de nuevo se dijo
Qué sencillo
Pero ahora
Lamentó que el futuro fuera oscura maleza

Sólo entonces pensó en ella
Eligiéndola
Y sin dolor sin desesperaciones
Sin angustia y sin miedo
Dócilmente empezó
Como otras noches
A necesitarla.



La roca

La indiferencia de la roca
Me conmueve
Y me aplaza

Cómo irme desgranando
Hora a hora
Pestaña tras pestaña
Pellejo tras pellejo
Ante ese paradigma
De tesón
Y pureza

No obstante apuesto a que
La indiferencia de la roca
Quiere comunicarnos
Una alarma infinita.



La secretaria ideal

Yo soy la secretaria
Ideal.

Mi jefe es elegante,
Mi jefe es tan discreto,
Es alto, es distinguido,
Es un jefe completo.

Cuando viene y me ordena:
"Una copia textual",
Yo soy la secretaria
Ideal.

Mi jefe tiene esposa,
Dos hijos y tres criadas.
La esposa por lo menos
No lo comprende nada.

Cuando él viene y me dice:
"Somos tal para cual",
Yo soy la secretaria
Ideal

Mi jefe tiene un Mustang
Y algún departamento
Donde vamos a veces
Yo y su remordimiento.

Entonces lo conformo:
"Es pecado venial",
Yo soy la secretaria
Ideal.

Mi jefe se comporta
Como un tipo maduro,
La panza disimula
Cuando viste de oscuro.

Y si bosteza y dice:
"hoy no, me siento mal",
Yo soy la secretaria
Ideal.

Cuando se va mi jefe,
Mi jefe ese hombre viejo
Yo me desarmo y quedo
Sola frente al espejo.

Y a mí misma me digo
El cansado ritual:
"Yo soy la secretaria
Ideal".



La trampa

Qué trampa este crepúsculo
Qué calma desplomada sobre todo
Qué simulacro inútil
Qué sonrojo

En paz siguen las nubes
Cómo quisiera en paz
Y silenciosa
El aire tiene gracia
Por una vez tangible
Compartida
Y nadie está sediento
O por lo menos nadie tan sediento
Como para matar
O destrozarse

Qué trampa esa lejana
Bocina
Que se quiebra
Como un viejo sollozo
Qué mentira ese tango esa guitarra
Esa clara desierta inexplicable
Melancolía de las azoteas

Qué trampa
Qué artimaña

Qué lástima
Saber
Que es una trampa.



La vida, ese paréntesis

Cuando el no ser queda en suspenso
Se abre la vida ese paréntesis
Con un vagido universal de hambre

Somos hambrientos desde el vamos
Y lo seremos hasta el vámonos
Después de mucho descubrir
Y brevemente amar y acostumbrarnos
A la fallida eternidad

La vida se clausura en vida
La vida ese paréntesis
También se cierra incurre
En un vagido universal
El último

Y entonces sólo entonces
El no ser sigue para siempre.



Laberintos

De todos los laberintos el mejor
Es el que no conduce a nada
Y ni siquiera va sembrando indicios
Ya que aquellos otros
Esos pocos que llevan a alguna parte
Siempre terminan en la fosa común

Así que lo mejor es continuar vagando
Entre ángulos rectos y mixtilíneos
Pasadizos curvos o sinuosos
Meandros existenciales / doctrinas en zigzag
Remansos del amor / veredas del desquite
En obstinada búsqueda de lo inhallable

Y si en algún momento se avizora
La salida prevista o imprevista
Lo más aconsejable es retroceder
Y meterse de nuevo y de lleno
En el dédalo que es nuestro refugio

Después de todo el laberinto es
Una forma relativamente amena
De aplazar cualquier postrimería

El laberinto / además de trillada metáfora
Frecuentada por Borges y otros aventajados
Discípulos y acólitos del rey Minos
Es simplemente eso / un laberinto /
Cortázar se quejaba / entre otras cosas /
De que ya no hubiera laberintos
Pero qué sino un laberinto
Es su rayuela descreída y fértil

Forzado a elegir entre los más renombrados
Digamos los laberintos de creta Samos y Fayum
Me quedo con el de los cuentos de mi abuela
Que no dejaba vislumbrar ninguna escapatoria

En verdad en verdad os digo que la única fórmula
Para arrendar la esquiva eternidad
Es no salir jamás del laberinto
O sea seguir dudando y bifurcándose y titubeando

O más bien simulando dudas bifurcaciones y titubeos
A fin de que los leviatanes se confundan

Así y todo el laberinto es tabla de salvación
Para aquellos que tienen vocación de inmortales
El único inconveniente es que la eternidad /
Como bien deben saberlo el Padre eterno
Y su cohorte de canonizados /
Suele ser mortalmente aburrida.



Lento pero viene

Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio
Pero viene

Hoy está más allá
De las nubes que elige
Y más allá del trueno
Y de la tierra firme
Demorándose viene
Cual flor desconfiada
Que vigila al sol
Sin preguntarle nada
Iluminando viene
Las últimas ventanas

Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio pero viene

Ya se va acercando
Nunca tiene prisa
Viene con proyectos
Y bolsas de semillas

Con ángeles maltrechos
Y fieles golondrinas

Despacio pero viene
Sin hacer mucho ruido

Cuidando sobre todo
Los sueños prohibidos

Los recuerdos yacentes
Y los recién nacidos

Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio
Pero viene

Ya casi está llegando
Con su mejor noticia
Con puños con ojeras
Con noches y con días

Con una estrella pobre
Sin nombre todavía

Lento pero viene
El futuro real
El mismo que inventamos
Nosotros y el azar

Cada vez más nosotros
Y menos el azar

Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio
Pero viene

Lento pero viene
Lento pero viene
Lento pero viene.

Aquí empieza el descanso.
En mi conciencia y en el almanaque
Junto a mi nombre y cargo en la planilla
Aquí empieza el descanso
Dos semanas

Debo apurarme porque hay tantas cosas
Recuperar el mar
Eso primero
Recuperar el mar desde una altura
Y hallar toda la vida en cuatro olas
Gigantescas y tristes como sueños

Mirar el cielo estéril
Y encontrarlo cambiado
Hallar que el horizonte
Se acercó veinte metros
Que el césped hace un año era más verde
Y aguardar con paciencia
Escuchando los grillos
El apagón tranquilo de la luna.

Me desperezo
Grito
Poca cosa
Qué poca cosa soy sobre la arena
La mañana se fue
Se va la tarde
La caída del sol me desanima
Sin embargo respiro
Sin embargo
Qué apretujón de ocio a plazo fijo.

Pero nadie se asusta
Nadie quiere
Pensar que se ha nacido para esto
Pensar que alcanza y sobra
Con los pinos
Y la mujer
Y el libro
Y el crepúsculo.

Una noche cualquiera acaba todo
Una mañana exacta
Seis y cuarto
Suena el despertador como sonaba
En el resto del año
Un alarido
Aquí empieza el trabajo
En mi cabeza y en el almanaque
Junto a mi nombre y cargo en la planilla.

Aquí empieza el trabajo
Mansamente
Son
cincuenta semanas.

Los espejos, las sombras

Y las sombras que cruzan los espejos.
Vicente Huidobro

Es tan fácil nacer en sitios que no existen
Y sin embargo fueron brumosos y reales
Por ejemplo mi sitio, mi marmita de vida
Mi suelta de palomas conservaba
Una niebla capaz de confundir las brújulas
Y atravesar de tarde los postigos
Todo en el territorio de aquella infancia breve
Con la casa en la loma cuyo dueño
Cara un tal Valentín del Escobar
Y el nombre era sonoro me atraían
Las paredes tan blancas y rugosas
Ahí descubrí el lápiz como Colón su América
Sin saber que era lápiz y mientras lo empuñaba
Alguien hacía muecas al costado de un biombo
Para que yo comiera pero yo no comía.

Después es la estación y es el ferrocarril
Me envuelven en la manta de viaje y de calor
Y había unas mangueras largas ágiles
Que lavaban la noche en los andenes.

Las imágenes quedan como en un incunable
Que sólo yo podría descifrar
Puesto que soy el único especialista en mí
Y sin embargo cuando regresé
Apenas treinta y dos años más tarde
No había andén ni manta ni paredes rugosas
Ya nadie recordaba la casa en la lomita
Tampoco a Valentín del Escobar
Quizá sea por eso que no puedo creer
En pueblo tan ceñido tan variable
Sin bruma que atraviese los postigos
Y confunda las brújulas
Un paso de los toros enmendado
Que no tiene ni biombo ni mangueras.

El espejo tampoco sabe nada
Con torpeza y herrumbre ese necio repite
Mi pescuezo mi nuez y mis arrugas
Debe haber pocas cosas en el mundo
Con menos osadía que un espejo.

En mis ojos amén de cataratas
Y lentes de contacto con su neblina propia
Hay rehenes y brujas
Espesas telarañas sin arañas
Hay fiscales y jueces
Disculpen me quedé sin defensores
Hay fiscales que tiemblan frente a los acusados
Y jueces majaderos como tías
O deshumanizados como atentos verdugos
Hay rostros arduos y fugaces
Otros triviales pero permanentes
Hay criaturas y perros y gorriones
Que van garúa arriba ensimismados
Y un sosías de dios que pone cielos
Sobre nuestra mejor abolladura
Y tampoco el espejo sabe nada
De por qué lo contemplo sin rencor y aburrido.

Y así de noche en noche
Así de nacimiento en nacimiento
De espanto en espantajo
Van o vamos o voy con las uñas partidas
De arañar y arañar la infinita corteza.

Más allá del orgullo los árboles quedaron
Quedaron los presagios las fogatas
Allá atrás allá atrás
Quién es tan memorioso
Ah pero la inocencia ese búfalo herido
Interrumpe o reanuda
La fuga o cacería
De oscuro desenlace.

Todos mis domicilios me abandonan
Y el botín que he ganado con esas deserciones
Es un largo monólogo en hiladas
Turbado peregrino garrafal
Contrito y al final desmesurado
Para mi humilde aguante

Me desquito clavándole mi agüero
Me vengo espolvoreándolo de culpas
Pero la soledad
Esa guitarra
Esa botella al mar
Esa pancarta sin muchedumbrita
Esa efemérides para el olvido
Oasis que ha perdido su desierto
Flojo tormento en espiral
Cúpula rota y que se llueve
Ese engendro del prójimo que soy
Tierno rebuzno de la angustia
Farola miope.

Tímpano
Ceniza
Nido de águila para torcazas
Escobajo sin uvas
Borde de algo importante que se ignora
Esa insignificante libertad de gemir
Ese carnal vacío
Ese naipe sin mazo
Ese adiós a ninguna
Esa espiga de suerte
Ese hueco en la almohada
Esa impericia
Ese sabor grisáceo
Esa tapa sin libro
Ese ombligo inservible
La soledad en fm
Esa guitarra
De pronto un día suena repentina y llamante
Inventa prójimas de mi costilla
Y hasta asombra la sombra
Que me cuentan.

En verdad en verdad os digo que
Nada existe en el mundo como la soledad
Para buscarnos tierna compañía
Cohorte escolta gente caravana

Y el espejo ese apático supone
Que uno está solo sólo porque rumia
En cambio una mujer cuando nos mira sabe
Que uno nunca está solo aunque lo crea
Ah por eso hijos míos si debéis elegir
Entre una muchacha y un espejo
Elegid la muchacha.

Cómo cambian los tiempos y el azogue
Los espejos ahora vienen antinarcisos
Hace cuarenta años la gente los compraba
Para sentirse hermosa para saberse joven
Eran lindos testigos ovalados
Hoy en cambio son duros enemigos
Cuadrados de rencor bruñidos por la inquina
Nos agravian mortifican zahieren
Y como si tal cosa pronuncian su chispazo
Mencionan lustros y colesterol
Pero no las silvestres bondades de estraperlo
La lenta madurez esa sabiduría
La colección completa de delirios
Nada de eso solamente exhuman
Las averías del pellejo añejo
El desconsuelo y sus ojeras verde
La calvicie que empieza o que concluye
Los párpados vencidos siniestrados
Las orejas mollejas la chatura nasal
Las vacantes molares las islas del eczema.

Pero no hay que huir despavorido
Ni llevarle el apunte a ese reflejo
Nadie mejor que yo
Para saber que miente.

No caben en su estanque vertical
Los que fui los que soy los que seré
Siempre soy varios en parejos rumbos
El que quiere asomarse al precipicio
El que quiere vibrar inmóvil como un trompo
El que quiere respirar simplemente.

Será que nada de eso está en mis ojos
Nadie sale a pedir el vistobueno
De los otros que acaso y sin acaso
También son otros y en diversos rumbos
El que aspira a encontrarse con su euforia
El que intenta ser flecha sin el arco
El que quiere respirar simplemente
Será que nada de eso está en mi ceño
En mis hombros mi boca mis orejas
Será que ya no exporto dudas ni minerales
No genera divisas mi conducta
Tiene desequilibrios mi balanza de pagos
La caridad me cobra intereses leoninos
Y acaparo dolor para el mercado interno.

Será que nada de eso llega al prójimo
Pero yo estoy hablando del y con el espejo
Y en su luna no hay prójima y si hay
Será tina entrometida que mira sobre mi hombro.

Los prójimos y prójimas no están el el luciente
Sencillamente son habitantes de mí
Y bueno se establecen en mí como pamperos
Como arroyos o como burbujas.

Por ejemplo las dudas no están en el espejo
Las dudas que son meras preconfianzas
Por ejemplo los miércoles no están
Ya que el espejo es un profesional
De noches sabatinas y tardes domingueras
Los miércoles de miércoles quien se le va a arrimar
Pedestre o jadeante
Inhumano y cansado
Con la semana a medio resolver
Las tardes gordas de preocupaciones
El ómnibus oliendo a axila de campeón.

Los insomnios no caben por ejemplo
No son frecuentes pero sí poblados
De canciones a trozos
De miradas que no eran para uno
Y alguna que otra bronco no del todo prevista
De ésas que consumen la bilis del trimestre.

Tampoco aquellos tangos en los que uno sujeta
En suave diagonal la humanidad contigua
Y un magnetismo cálido y a la vez transitorio
Consterna los gametos sus ene cromosomas
Y entre corte y cortina se esparcen monosílabos
Y tanto las pavadas aleluya
Como las intuiciones aleluya aleluya
Derriban las fronteras ideológicas.

Verbigracia qué puede rescatar el espejo
De una ausencia tajante
Una de esas ausencias que concurren
Que numeran sus cartas
Y escriben besos, ay, de amor remoto.

Qué puede qué podría reconocer carajo
De las vidas y vidas que ya se me murieron
Esos acribillados esos acriborrados
Del abrazo y el mapa y los boliches
O los que obedecieron a su corazonada
Hasta que el corazón les explotó en la mano
Sea en el supermarket de la mala noticia
O en algún pobre rancho de un paisaje sin chau.

Poco puede conocer de los rostros
Que no fueron mi rostro y sin embargo
Siguen estando en mí
Y menos todavía
De los desesperantes terraplenes
Que traté de subir o de bajar
Esos riesgos minúsculos que parecen montañas
Y los otros los graves que salvé como un sordo
Así hasta que la vida quedó sin intervalos
Y la muerte quedó sin vacaciones
Y mi piel se quedó sin otras pieles
Y mis brazos vacíos como mangas
Declamaron socorro para el mundo.

En la esquina del triste no hay espejo
Y lo que es
Más austero
No hay auxilio
Por qué será que cunden las alarmas
Y no hay manera ya de descundirlas.

El país tiene heridas grandes como provincias
Y hay que aprender a andar sobre sus bordes
Sin vomitar en ellas ni caer como bolos
Ni volverse suicida o miserable
Ni decir no va más
Porque está yendo
Y exportamos los huérfanos y viudas
Como antes la lana o el tasajo.

En el muelle del pobre no hay espejo
Y lo que es
Más sencillo
No hay adioses.

Los tratemos que estaban en el límite
Las muchachas que estaban en los poemas
Asaltaron de pronto el minuto perdido
Y se desparramaron como tinta escarlata
Sobre las ínfulas y los sobornos
Metieron sus urgencias que eran gatos
En bolsas de arpillera
Y cuando las abrieron aquello fue un escándalo
La fiesta prematura
Igual que si se abre una alcancía.

Hacía tanto que éramos comedidos y cuerdos
Que no nos vino mal este asedio a la suerte.

Los obreros en cambio no estaban en los poemas
Estaban en sus manos nada más
Que animan estructuras telas fibras
Y cuidan de su máquina oh madre inoxidable
Y velan su garganta buje a buje
Y le toman el pulso
Y le vigilan la temperatura
Y le controlan la respiración
Y aquí atornillan y desatornillan
Y allí mitigan ayes y chirridos y ecos
O escuchar sus maltrechas confidencias
Y por fin cuando suena el pito de las cinco
La atienden la consuelan y la apagan.

Los obreros no estaban en los poemas
Pero a menudo estaban en las calles
Con su rojo proyecto y con su puño
Sus alpargatas y su humor de lija
Y su beligerancia su paz y su paciencia
Sus cojones de clase
Qué clase de cojones
Sus olas populares
Su modestia y su orgullo
Que son casi lo mismo.

Las muchachas que estaban en los poemas
Los obreros que estaban en las mulos
Hoy están duros en la cárcel, firmes
Como las cuatro barras que interrumpen el cielo.

Pero habrá otro tiempo
Es claro que habrá otro
Habrá otro tiempo porque el tiempo vuela
No importa que ellas y ellos no estén en el espejo
El tiempo volará
No como el cóndor
Ni como el buitre ni como el albatros
Ni como el churrinche ni como el venteveo
El tiempo volará como la historia
Esa ave migratoria de atlas fuertes
Que cuando Ilega es para quedarse.

Y por fin las muchachas estarán en las mulos
Y por fin los obreros estarán en los poemas
Ay espejo ignorás tanta vida posible
Tenés mi soledad
Vaya conquista
En qué mago atolón te obligaste a varar
Hay un mundo de amor que te es ajeno
Así no te quedes mirando más mirada
La modorra no escucha campanas ni promesas
Tras de mí sigue habiendo un pedazo de historia
Y yo tengo la llave de ese cobre barato
Pero atrás, más atrás
O adelante, mucho más adelante
Hay una historia plena
Una patria en andamios con banderas posibles
Y todo sin oráculo y sin ritos
Y sin cofre y sin llave
Simplemente una patria.

Ay espejo las sombras que te cruzan
Son mucho más corpóreas que mi cuerpo depósito
El tiempo inagotable hace sus propios cálculos
Y yo tengo pulmones y recuerdos y nuca
Y otras abreviaturas de lo frágil
Quizá una vez te quiebres
Dicen que es mala suerte
Pero ningún espejo pudo con el destino
O yo mismo me rompa sin que vos te destruyas
Y sea así otra sombra que te cruce.

Pero espejo, ya tuve como dieciocho camas
En los tres años últimos de este gran desparramo
Como todas las sombras pasadas o futuras
Soy nómada y testigo y mirasol
Dentro de tres semanas tal vez me vaya y duerma
En mi cama vacía número diecinueve
No estarás para verlo
No estaré para verte,

En otro cuarto neutro mengano y transitorio
También habrá un espejo que empezará a
Escrutarme
Tan desprolijamente como vos
Y aquí en este rincón duramente tranquilo
Se instalará otro huésped temporal como yo
O acaso dos amantes recién homologados
Absortos en su canje de vergüenzas
Con fragores de anule e isócronos vaivenes.

No podrás ignorarlos
Egos le ignorarán
No lograrás desprestigiar su piel
Porque será de estreno y maravilla
Ni siquiera podrá vituperar mi rostro
Porque ya estaré fuera de tu alcance
Diciéndole a otra luna de impersonal herrumbre
Lo que una vez te dije con jactancia y recelo.

He venido con todos mis enigmas
He venido con todos mis fantasmas
He venido con todos mis amores.

Y antes de que me mire
Como vos me miraste
Con ojos que eran sello parodia de mis ojos
Soltaré de una vez el desafío.

Ay espejo cuadrado
Nuevo espejo de hotel y lejanía
Aquí estoy
Ya podés
Empezar a ignorarme.



Los formales y el frío

Mientras comían juntos y distantes y tensos
Ella muy lentamente y él como ensimismado
Hablaban con medida y doble parsimonia
De temas importantes y de algunos quebrantos.

Entonces como siempre o como casi siempre
El desvelo social condujo a la cultura
Así que por la noche se fueron al teatro
Sin tocarse un ojal, ni siquiera una uña.

Su sonrisa la de ella
Era como una oferta un anuncio un esbozo
Su mirada la de él
Iba tomando nota de cómo eran sus ojos.

Y como a la salida soplaba un aire frío
Y unos dedos muy blancos indefensos y tristes
Apenas asomaban por las sandalias de ella
No hubo más remedio que entrar en un boliche.

Y ya que el camarero se demoraba tanto
Llegaron cautelosos hasta la confidencia
Extra seca y sin hielo por favor y fumaron
Y entre el humo el amor era un rostro en la niebla.

En sus labios los de él
El silencio era espera la noticia era el frío
En su casa la de ella
Halló café instantáneo y confianza y cobijo.

Una hora tan sólo de memoria y sondeos
Hasta que sobrevino un silencio a dos voces
Como cualquiera sabe en tales circunstancias
As arduo decir algo que realmente no sobre.

Él probó sólo falta que me quede a dormir
Y ella también probó y por qué no te quedas
Y él sin mirarla no me lo digas dos veces
Y ella en voz baja bueno y por qué no te quedas.

Y sus labios los de él
Se quedaron gustosos a besar sin usura
Sus pies fríos los de ella
Que eran sólo el comienzo de la noche desnuda.

Fueron investigando deshojando nombrando
Proponiéndose metas preguntando a los cuerpos
Mientras la madrugada y los temas candentes
Conciliaban el sueño que no durmieron ellos.

Quién hubiera previsto aquella tarde
Que el amor ese célebre informal
Se dedicara a ellos tan formales.



Los tres

El Cadalso y Carlota Corday los alinearon
En la habitual arruga de la historia
Pero Danton Robespierre Marat
no se miran ni se dirigen la palabra.

La muerte esa inasible
Que fuera su cofrade y su enemiga
Los recorre con dulce escalofrío
En tanto que la fama los satura
De himnos desafueros y retórica.

Matarifes o mártires
Pródigos o inclementes
Jacobinos o nada
Entrañables o impíos
Bonne nouvelle o fetiches
Patronos de la luz o del terror.

Blandieron la justicia como fiebre
El amor cual relámpago
La excepción como regla
Y la revolución ese eterno entrevero
Como última acrobacia inevitable.

No obstante hace dos siglos
Bregaron deliraron murieron con urgencia
No sin antes mostrar al resto de los tiempos
Lo frágiles que eran la cerviz los poderes
Y sin embargo esos
Huéspedes o anfitriones del peligro
Marat Danton y Robespierre
No se hablaban ni se miraban o al menos
No se hablaron ni se miraron hasta
Que de las nuevas arrugas de la historia
Emergieron Artigas y Martí y Sandino
Y el Che y otros abuelos
Y bisabuelos cándidos.

Y al abrazarlos sin hacer distingos
De a poquito los fueron persuadiendo
De que todos lucharon por el hombre
El pobrecito duende de este mundo.



Lovers go home

Ahora que empecé el día
Volviendo a tu mirada
Y me encontraste bien
Y te encontré más linda
Ahora que por fin
Está bastante claro
Dónde estás y dónde
Estoy.

Sé por primera vez
Que tendré fuerzas
Para construir contigo
Una amistad tan piola
Que del vecino
Territorio del amor
Ese desesperado
Empezarán a mirarnos
Con envidia
Y acabarán organizando
Excursiones
Para venir a preguntarnos
Cómo hicimos.



Martín Santomé. Todo lo contrario

Colecciono pronósticos
Anuncios y matices
Y signos
Y sospechas
Y señales.

Imagino proyectos de promesas
Quisiera no perderme
Un solo indicio.

Ayer
Sin ir más lejos
Ese ayer que empezó siendo aciago
Se convirtió en buen día
A las nueve y catorce
Cuando vos
Inocente
Dijiste así al pasar
Que no hallabas factible
La pareja
La pareja de amor
Naturalmente.

No vacilé un segundo
Me aferré a ese dictamen.

Porque vos y yo somos
La despareja.



Martín Santomé. Todo verdor

Todo verdor perecerá
Dijo la voz de la escritura
Como siempre
Implacable.

Pero también es cierto
Que cualquier verdor nuevo
No podría existir
Si no hubiera cumplido su ciclo
El verdor perecido.

De ahí que nuestro verdor
Esa conjunción un poco extraña
De tu primavera
Y de mi otoño.

Seguramente repercute en otros
Enseña a otros
Ayuda a que otros
Rescaten su verdor.

Por eso
Aunque las escrituras
No lo digan
Todo verdor
Renacerá.



Más de una vez me siento expulsado

Más de una vez me siento expulsado.
Y con ganas
De volver al exilio que me expulsa
Y entonces me parece
Que ya no pertenezco a ningún sitio
A nadie.

¿Será un indicio de que nunca más
Podré no ser un exiliado?

¿Qué aquí o allá o en cualquier parte
Siempre habrá alguien
Que vigile y piense
Éste a qué viene?

Y vengo sin embargo
Tal vez a compartir cansancio y vértigo
Desamparo y querencia
También a recibir mi cuota de rencores
Mi reflexiva comisión de amor.

En verdad a qué vengo
No lo sé con certeza
Pero vengo.



Me sirve y no me sirve

La esperanza tan dulce,
Tan pulida, tan triste,
La promesa tan leve,
No me sirve.

No me sirve tan mansa
La esperanza,
La rabia tan sumisa,
Tan débil, tan humilde,
El furor tan prudente,
No me sirve.

No me sirve tan sabia
Tanta rabia,
El grito tan exacto
Si el tiempo lo permite,
Alarido tan pulcro,
No me sirve.

No me sirve tan bueno
Tanto trueno,
El coraje tan dócil,
La bravura tan chirle,
La intrepidez tan lenta,
No me sirve,
No me sirve tan fría
La osadía.

Sí me sirve la vida
Que es vida hasta morirse,
El corazón alerta
Sí me sirve,
Me sirve cuando avanza
La confianza,
Me sirve tu mirada
Que es generosa y firme,
Y tu silencio franco
Sí me sirve,
Me sirve la medida
De tu vida.

Me sirve tu futuro,
Que es un presente libre,
Y tu lucha de siempre
Sí me sirve,
Me sirve tu batalla
Sin medalla,
Me sirve la modestia
De tu orgullo posible,
Y tu mano segura
Sí me sirve,
Me sirve tu sendero
Compañero.



Memorándum

Uno llegar e incorporarse al día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía

Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía

Nueve vaya a saber quién es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte

Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.



Mi amigo, que es poeta

Mi amigo
Que es un poeta
Convocó a los poetas.

Hay que escribir un poema
Sobre la bomba atómica
Es un horror
Nos dijo
Un horror horroroso
Es el fin
Es la nada
Es la muerte
Nos dijo
No es que te mueras solo
En tu cama
Rodeado
Del llanto y la familia
Del techo y las paredes
No es que llegue una bala
Perdida o encontrada
A cortarte el aliento
A meterse en tu sueño
No es que el cáncer te marque
Te perfore
Te borre
No es tu muerte
La tuya
La nada que ganaste.

Es el aire viciado
Es la ruina de todo
Lo que existe
De todo
Nadie llorará a nadie
Nadie tendrá sus lágrimas.

Y eso es lo más horrible
La muerte sin testigos
Sin últimas palabras
Y sin sobrevivientes
La muerte toda muerte
Toda muerte
¿Me entienden?
Hay que escribir un poema
Sobre la bomba atómica.

Quedamos en silencio
Con las bocas abiertas
Tragamos el terror
Como saliva helada
Luego nos fuimos todos
A cumplir la consigna.

Juro que lo he intentado
Que lo estoy intentando
Pero pienso en la bomba
Y el lápiz se me cae
De la mano.

No puedo.

A mi amigo el poeta
Le diré que no puedo.



Noción de patria

Además una cosa:
Yo no tengo ningún inconveniente
En meterme en camisa de once varas.
Nicanor Parra

Cuando resido en este país que no sueña,
Cuando vivo en esta ciudad sin párpados
Donde sin embargo mi mujer me entiende,
Y ha quedado mi infancia y envejecen mis padres,
Y llamo a mis amigos de vereda a vereda,
Y puedo ver los árboles desde mi ventana,
Olvidados y torpes a las tres de la tarde,
Siento que algo me cerca y me oprime
Como si una sombra espesa y decisiva
Descendiera sobre mí y sobre nosotros
Para encubrir a ese alguien que siempre afloja
El viejo detonador de la esperanza.

Cuando vivo en esta ciudad sin lágrimas,
Que se ha vuelto egoísta de puro generosa,
Que ha perdido su ánimo sin haberlo gastado,
Pienso que al fin ha llegado el momento
De decir adiós a algunas presunciones
De alejarse tal vez y hablar otros idiomas
Donde la indiferencia sea una palabra obscena.

Confieso que otras veces me he escapado.
Diré ante todo que me asomé al Arno
Que hallé en las librerías de Charing Cross
Cierto Byron firmado por el vicario Bull
En una navidad de hace setenta años.
Desfilé entre los borrachos de Bowery
Y entre los Brueghel de la Pinacoteca,
Comprobé cómo puede trastornarse
El equipo sonoro del Chateau de Langeais
Explicando medallas e incensarios,
Cuando en verdad había sólo armaduras.

Sudé en Dakar por solidaridad,
Vi turbas galopando hasta la Mona Lisa
Y huyendo sin mirar a Botticelli,
Vi curas madrileños abordando a rameras
Y en casa de Rembrandt turistas de Dallas
Que preguntaban por el comedor,
Suecos amontonados en dos metros de sol,
Y en Copenhague la embajada rusa
Y la embajada norteamericana
Separadas por un lindo cementerio.

Vi el cadáver de Lídice cubierto por la nieve
Y el carnaval de Río cubierto por la samba,
Y en Tuskegee el rabioso optimismo de los negros,
Probé en Santiago el caldillo de congrio
Y recibí el Año Nuevo en Times Square
Sacándome cornetas del oído.

Vi a Ingrid Bergman correr por la Rue Blanche
Y, salvando las obvias diferencias,
Vi a Adenauer entre débiles aplausos vieneses,
Vi a Kruschev saliendo de Pennsylvania Station
Y, salvando otra vez las diferencias,
Vi un toro de pacífico abolengo
Que no quería matar a su torero.
Vi a Henry Miller lejos de sus trópicos
Con una insolación mediterránea,
Y me saqué una foto en casa de Jan Neruda,
Dormí escuchando a Wagner en Florencia,
Y oyendo a un suizo entre Ginebra y Tarascón
Vi a gordas y humildes artesanas de Pomaire,
Y a tres monjitas jóvenes en el Carnegie Hall
Marcando el jazz con negros zapatones
Vi a las mujeres más lindas del planeta
Caminando sin mí por la Vía Nazionale.

Miré,
Admiré,
Traté de comprender,
Creo que en buena parte he comprendido
Y es estupendo,
Todo es estupendo,
Sólo allá lejos puede uno saberlo
Y es una linda vacación,
Es un rapto de imágenes,
Es un alegre diccionario,
Es una fácil recorrida,
Es un alivio.

Pero ahora no me quedan más excusas
Porque se vuelve aquí,
Siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros,
Se introduce debajo de la piel
Y esta ciudad sin párpados,
Este país que nunca sueña
De pronto se convierte en el único sitio
Donde el aire es mi aire,
Y la culpa es mi culpa,
Y en mi cama hay un pozo que es mi pozo,
Y cuando extiendo el brazo estoy seguro
De la pared que toco o del vacío,
Y cuando miro el cielo
Veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur,
Mi alrededor son los ojos de todos
Y no me siento al margen,
Ahora ya sé que no me siento al margen.

Quizá mi única noción de patria
Sea esta urgencia de decir "nosotros",
Quizá mi única noción de patria
Sea este regreso al propio desconcierto.



Nocturno

Por una vez existe el cielo innecesario.
Nadie averigua acerca de mi corazón
Ni de mi salud milagrosa y cordial,
Porque es de noche, manantial de la noche,
Viento de la noche, viento olvido,
Porque es de noche entre silencio y uñas
Y quedo desalmado como un reloj lento.

Húmeda oscuridad desgarradora,
Oscuridad sin adivinaciones,
Con solamente un grito que se quiebra a lo lejos,
Y a lo lejos se cansa y me abandona.

Ella sabe qué palabras podrían decirse
Cuando se extinguen todos los presagios
Y el insomnio trae iras melancólicas
Acerca del porvenir y otras angustias.

Pero no dice nada, no las suelta.
Entonces miro en lo oscuro llorando,
Y me envuelvo otra vez en mi noche
Como en una cortina pegajosa
Que nadie nunca nadie nunca corre.

Por el aire invisible baja una luna dulce,
Hasta el sueño por el aire invisible.
Estoy solo como con mi infancia de alertas,
Con mis corrientes espejismos de Dios
Y calles que me empujan inexplicablemente
Hacia un remoto mar de miedos.

Estoy solo como una estatua destruida,
Como un muelle sin olas, como una simple cosa
Que no tuviera el hábito de la respiración
Ni el deber del descanso ni otras muertes en cierne,
Solo en la anegada cuenca del desamparo
Junto a ausencias que nunca retroceden.
Naturalmente, ella
Conoce qué palabras podrían decirse,
Pero no dice nada,
Pero no dice nada irremediable.



Nocturno cero (Piedritas en la ventana)

La noche fácil y aparentemente sagrada
O mejor dicho el abismo de la noche
No es como otros abismos
Tiene fondo.

Su tálamo de niebla o relente o fango
Acoge escarabajos desamparados
Ronquidos de mal tiempo
Sobornables insomnios
Labios absueltos que se reconcilian.

Todas las resonancias del silencio
Y las noticias de la lóbrega
Todas las alegrías inoportunas
Y los presagios confirmados
Caen como gotas de sudor o rocío
En el abismo con fondo de la noche.

Son demasiados alumbrones y furias

Por esta sola vez el abismo tiene
No sólo fondo sino espesas modorras así que aprovecho el bostezo universal
Para instalarme en sus fauces y sentir
Cómo la niebla el relente o el fango
Pasan sobre mis párpados
Los borran.



Nostalgia

¿De qué se nutre la nostalgia?
Uno evoca dulzuras
Cielos atormentados
Tormentas celestiales
Escándalos sin ruido
Paciencias estiradas
Árboles en el viento
Oprobios prescindibles
Bellezas del mercado
Cánticos y alborotos
Lloviznas como pena
Escopetas de sueño
Perdones bien ganados.

Pero con esos mínimos
No se arma la nostalgia
Son meros simulacros.

La válida la única
Nostalgia es de tu piel.



Nuevo canal interoceánico

Te propongo construir
Un nuevo canal
Sin excusas
Sin exclusas
Que comunique por fin
Tu mirada atlántica
Con mi natural
Pacífico.



Oda a la pacificación

No sé hasta dónde irán los pacificadores con su ruido metálico de paz
Pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan pólizas contra la pacificación
Y hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no quieren ser pacificados
Cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a pacificar
Y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro
Es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser pacificado por la espalda
O algún estúpido que resiste la pacificación a fuego lento
En realidad somos un país tan peculiar
Que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será.



Ojos de buey

1

Este es el buey que mira por su ojo de buey
El perpetuo horizonte con su tiara de fuego
La tarde apaciguada la prudente llanura
Los árboles del borde impasibles testigos
Del ángelus previsto con su lamento absurdo
La pareja que goza más acá de las parvas
Y los hombres de tierra de vuelta en sus cubiles.

Este es el buey que mira por su ojo de buey
Sin codicia sin hambre sin saber lo que mira
Su jornada es igual a todas las jornadas
Ya no existe el de asís para que su presencia
Le deje ser un buey de veras mientras tanto
No comprende las nubes y el aviso del gallo
Le entra por una oreja le sale por la otra.

2

Soy yo quien mira ahora por el ojo de buey
El mar que nos incumbe al barco y mi vigilia
Es un vaivén insulso igual de arriba a abajo
Y sólo es importante cuando estalla la espuma
Un pobre sol mojado y gris nos va nombrando
Y mi mano en el círculo de cristal es silueta
Después durante horas no hay sol ni luz ni nada

Sólo concurre el agua que me lame o escupe
Y sólo pienso en rostros que están solos y lejos
Soy yo quien mira ahora por el ojo de buey
Pienso que el ecuador es una cuerda floja
Y que el oculto cénit me ve sin atenuantes
No sé dónde está el sur y el estruendo del agua
Me entra por un oído y sale por el otro.



Otra noción de patria

Vamos a ver, hombre;
Cuéntame lo que pasa,
Que yo, aunque grite, estoy siempre a tus órdenes.
César Vallejo

Hoy amanecí con los puños cerrados
Pero no lo tomen al pie de la letra
Es apenas un signo de pervivencia
Declaración de guerra o de nostalgia
A lo sumo contraseña o imprecación
Al ciclo sordomudo y nubladísimo.

Sucede que ya es el tercer año
Que voy de gente en pueblo
De aeropuerto en frontera
De solidaridad en solidaridad
De cerca en lejos
De apartado en casilla
De hotelito en pensión
De apartamentito casi camarote
A otro con teléfono y water-comedor

Además
De tanto mirar hacia el país
Se me fue desprendiendo la retina
Ahora ya la prendieron de nuevo,
Así que miro otra vez hacia el país

Llena pletórica de vacíos
Mártir de su destino provisorio
Patria arrollada en su congoja
Puesta provisoriamente a morir
Guardada por sabuesos no menos provisorios

Pero los hombres de mala voluntad
No serán provisoriamente condenados
Para ellos no habrá paz en la tierrita
Ni de ellos será el reino de los cielos
Ya que como es público y notorio
No son pobres de espíritu

Los hombres de mala voluntad
No sueñan con muchachas y justicia
Sino con locomotoras y elefantes
Que acaban desprendiéndose de un guinche ecuánime
Que casualmente pende sobre sus testas
No sueñan como nosotros con primaveras y alfabetizaciones
Sino con robustas estatuas al gendarme desconocido
Que a veces se quiebran como mazapán

Los hombres de mala voluntad
No todos sino los verdaderamente temerarios
Cuando van al analista y se confiesan
Somatizan el odio y acaban vomitando

A propósito
Son ellos que gobiernan
Gobiernan con garrotes expedientes cenizas
Con genuflexiones concertadas
Y genuflexiones espontáneas
Minidevaluaciones que en realidad son mezzo
Mezzodevaluaciones que en realidad son macro

Gobiernan con maldiciones y sin malabarismos
Con malogros y malos pasos
Con maltusianismo y malevaje
Con malhumor y malversaciones
Con maltrato y malvones
Ya que aman las flores como si fueran prójimos
Pero no viceversa

Los hombres de pésima voluntad
Todo lo postergan y pretergan
Tal vez por eso no hacen casi nada
Y ese poco no sirve

Si por ellos fuera le pondrían
Un durísimo freno a la historia
Tienen pánico de que ésta se desboque
Y les galope por encima pobres
Tienen otras inquinas verbigracia
No les gustan los jóvenes tú el himno
Los jóvenes bah no es una sorpresa
El himno porque dice tiranos temblad
Y eso les repercute en el duodeno
Pero sobre todo les desagrada
Porque cuando lo oyen
Obedecen y tiemblan
Sus enemigos son cuantiosos y tercos
Marxistas economistas niños sacerdotes
Pueblos y más pueblos
Qué lata es imposible acabar con los pueblos
Y casi cien catervas internacionales
Que tienen insolentes exigencias
Como pan nuestro y amnistía
No se sabe por qué
Los obreros y estudiantes no los aman

Sus amigos entrañables tienen
Algunas veces mala entraña
Digamos Pinochet v el apartheid
Dime con quién andas y te diré "Go home"

También existen leves contradicciones
Algo así como una dialéctica de oprobio
Por ejemplo un presidio se llama libertad
De modo que si dicen con orgullo
Aquí el ciudadano vive en libertad
Significa que tiene diez años de condena

Es claro en apariencia nos hemos ampliado
Ya que invadimos los cuatro cardinales
En Venezuela hay como treinta mil
Incluidos cuarenta futbolistas
En Sidney Oceanía
Hay una librería de autores orientales
Que para sorpresa de los australianos
No son Confucio ni Lin Yu Tang
Sino Onetti Vilariño Arregui Espínola
En barcelona un café Petit Montevideo
Y otro localcito llamado el Quilombo
Nombre que dice algo a los rioplatenses
Pero muy poca cosa a los catalanes
En Buenos Aires setecientos mil o sea no caben más
Y así en México Nueva York Porto Alegre La Habana
Panamá Quito Argel Estocolmo París
Lisboa Maracaibo Lima Amsterdam Madrid
Roma Xalapa Pau Caracas San Francisco Montreal
Bogotá Londres Mérida Goteburgo Moscú
De todas partes llegan sobres de la nostalgia
Narrando cómo hay que empezar desde cero
Navegar por idiomas que apenas son afluentes
Construirse algún sitio en cualquier sitio
A veces lindas veces con manos solidarias
Y otras amargas veces recibiendo en la nunca
La mirada xenófoba

De todas partes llegan serenidades
De todas partes llegan desesperaciones
Oscuros silencios de voz quebrada
Uno de cada mil se resigna a ser otro

Y sin embargo somos privilegiados

Con esta rabia melancólica
Este arraigo tan nómada
Este coraje hervido en la tristeza
Este desorden este no saber
Esta ausencia a pedazos
Estos huesos que reclaman su lecho
Con todo este derrumbe misterioso
Con todo este fichero de dolor
Somos privilegiados

Después de todo amamos discutimos leemos
Aprendemos sueco catalán portugués
Vemos documentales sobre el triunfo
En Vietnam la libertad de Angola
Fidel a quien la historia siempre absuelve
Y en una esquina de carne y hueso
Miramos cómo transcurre el mundo
Escuchamos coros salvacionistas y afónicos
Contemplamos viajeros y laureles
Aviones que escriben en el cielo
Y tienen mala letra
Soportamos un ciclón de trópico
O un diciembre de nieve

Podemos ver la noche sin barrotes
Poseer un talismán o en su defecto un perro
Bostezar escupir lagrimear
Soñar suspirar confundir
Quedar hambrientos o saciados
Trabajar permitir maldecir
Jugar descubrir acariciar
Sin que el ojo cancerbero vigile

Pero
Y los otros
Qué pensarán los otros
Si es que tienen ánimo y espacio
Para pensar en algo

Qué pensarán los que se encaminan
A la máquina buitre a la tortura hiena
Qué quedará a los que jadean de impotencia
Qué a los que salieron semimuertos
E ignoran cuándo volverán al cepo
Qué rendija de orgullo
Qué gramo de vida
Ciegos en su capucha
Mudos de soledad
Inermes en la espera

Ni el recurso les queda de amanecer puteando
No sólo oyen las paredes
También escuchan los colchones si hay
Las baldosas si hay
El inodoro si hay
Y los barrotes que ésos siempre hay

Cómo recuperarlos del suplicio y el tedio
Cómo salvarlos de la muerte sucedánea
Cómo rescatarlos del rencor que carcome

El exilio también tiene barrotes

Sabemos dónde está cada ventana
Cada plaza cada madre cada loma
Dónde está el mejor ángulo del cielo
Cómo se mueven las dunas y gaviotas
Dónde está la escuelita con el hijo
Del laburante que murió sellado
Dónde quedaron enterrados los sueños
De los muertos y también de los vivos
Dónde quedó el resto del naufragio
Y dónde están los sobrevivientes

Sabemos dónde rompen las olas más agudas
Y dónde y cuándo empalaga la luna
Y también cuándo sirve como única linterna

Sabemos todo eso y sin embargo
El exilio también tiene barrotes

Allí donde el pueblo a durísimas penas
Sobrevive entre la espada tan fría que da asco
Y la pared que dice libertad o muerte
Porque el adolescente ya no pudo

Allí pervierte el aire una culpa innombrable
Tarde horrenda de esquinas sin muchachos
Bajo un sol que se desploma como buscando
El presidente ganadero y católico
Es ganadero basta en sus pupilas bueyunas
Y preconciliar pero de Trento
El presidente es partidario del rigor
Y la exigencia en interrogatorios
Hay que aclarar que cultiva el pleonasmo
Ya que el rigor siempre es exigente
Y la exigencia siempre es rigurosa
Tal vez quiso decir algo más simple
Por ejemplo que alienta la tortura

Parece que las calles ahora no tienen baches
Y después del ángelus ni baches ni transeúntes
Los jardines públicos están preciosos
Las estatuas sin caca de palomas

Después de todo no es tan novedoso
Los gobiernos musculosos siempre se jactan
De sus virtudes municipales

Es cierto que esos méritos no salvan un país
Tal vez haya algún coronel que lo sepa

Al pobre que quedó a solas con su hambre
No le importa que esté cortado el césped
Los padres que pagaron con un hijo al contado
Ignoran esos hoyos que tapó el intendente

A Juana le amputaron el marido
No le atañe la poda de los plátanos

Los trozos de familia no valoran
La sólida unidad de las estatuas

De modo que no vale la gloria ni la pena
Que gasten tanto erario en ese brillo

Aclaro que no siempre
Amanezco con los puños cerrados

Hay mañanas en que me desperezo
Y cuando el pecho se me ensancha
Y abro la boca como pez en el aire
Siento que aspiro una tristeza húmeda
Una tristeza que me invade entero
Y que me deja absorto suspendido
Y mientras ella lentamente se mezcla
Con mi sangre y hasta con mi suerte
Pasa por viejas y nuevas cicatrices
Algo así como costuras mal cosidas
Que tengo en la memoria en el estómago
En el cerebro en las coronarias
En un recodo del entusiasmo
En el fervor convaleciente
En las pistas que perdí para siempre
En las huellas que no reconozco
En el rumbo que oscila como un péndulo

Y esa tristeza madrugadora y gris
Pasa por los rostros de mis iguales
Unos lejanos perdidos en la escarcha
Otros no sé dónde deshechos o rehechos

El viejo que aguantó y volvió a aguantar
La llaca con la boca destruida
El gordo al que castraron
Y los otros los otros y los otros
Otros innumerables y fraternos
Mi tristeza los toca con abrupto respeto
Y las otras las otras y las otras
Otras esplendorosas y valientes
Mi tristeza las besa una por una

No sé qué les debemos
Pero eso que no sé
Sé que es muchísimo

Esto es una derrota
Hay que decirlo
Vamos a no mentirnos nunca más
A no inventar triunfos de cartón

Si quiero rescatarme
Si quiero iluminar esta tristeza
Si quiero no doblarme de rencor
Ni pudrirme de resentimiento
Tengo que excavar hondo
Hasta mis huesos
Tengo que excavar hondo en el pasado
Y hallar por fin la verdad maltrecha
Con mis manos que ya no son las mismas

Pero no sólo eso
Tendré que excavar hondo en el futuro
Y buscar otra vez la verdad
Con mis manos que tendrán otras manos

Que tampoco serán ya las mismas
Pues tendrán otras manos

Habrá que rescatar el vellocino
Que tal vez era sólo de lana
Rescatar la verdad más sencilla
Y una vez que la hayamos aprehendido
Y sea tan nuestra como
Las articulaciones o los tímpanos
Entonces basta basta basta
De autoflagelaciones y de culpas
Todos tenemos nuestra rastra
Claro
Pero la autocrítica
No es una noria
No voy a anquilosarme en el reproche
Y no voy a infamar a mis hermanos
El baldón y la ira los reservo
Para los hombres de mala voluntad
Para los que nos matan nos expulsan
Nos cubren de amenazas nos humillan
Nos cortan la familia en pedacitos
Nos quitan el país verde y herido
Nos quieren condenar al desamor
Nos queman el futuro
Nos hacen escuchar cómo crepita

El baldón y la ira
Que esto quede bien claro
Yo los reservo para el enemigo

Con mis hermanos porfiaré
Es natural
Sobre planes y voces
Trochas atajos y veredas
Pasos atrás y pasos adelante
Silencios oportunos omisiones que no
Coyunturas mejores o peores
Pero tendré a la vista que son eso
Hermanos

Si esta vez no aprendemos
Será que merecemos la derrota
Y sé que merecemos la victoria

El paisito está allá
Y es una certidumbre
A lo mejor ahora está lloviendo
Allá sobre la tierra

Y aquí
Bajo este transparente sol de libres
Aquella lluvia cala hasta mis bronquios
Me empapa la vislumbre
Me refresca los signos
Lava mi soledad

La victoria es tan sólo
Un tallito que asoma
Pero esta lluvia patria
Le va a hacer mucho bien
Creo que la victoria estará como yo
Ahí no más germinando
Digamos aprendiendo a germinar
La buena tierra artigas revive con la lluvia
Habrá uvas y duraznos y vino
Barro para amasar
Muchachas con el rostro hacia las nubes
Para que el chaparrón borre por fin las lágrimas

Ojalá que perdure
Hace bien este riego
A vos a mí al futuro
A la patria sin más

Hace bien si llovemos mi pueblo torrencial
Donde estemos
Allá
O en cualquier parte

Sobre todo si somos la lluvia y el solar
La lluvia y las pupilas y los muros
La bóveda la lluvia y el ranchito
El río y los tejados y la lluvia

Furia paciente
Lluvia
Iracundo silencio
Allá y en todas partes

Ah tierra lluvia pobre
Modesto pueblo torrencial

Con tan buen aguacero
La férrea dictadura
Acabará oxidándose

Y la victoria crecerá despacio
Como siempre han crecido las victorias.



Pasatiempo

Cuando éramos niños
Los viejos tenían como treinta
Un charco era un océano
La muerte lisa y llana
No existía

Luego cuando muchachos
Los viejos eran gente de cuarenta
Un estanque era océano
La muerte solamente
Una palabra

Ya cuando nos casamos
Los ancianos estaban en cincuenta
Un lago era un océano
La muerte era la muerte
De los otros

Ahora veteranos
Ya le dimos alcance a la verdad
El océano es por fin el océano
Pero la muerte empieza a ser
La nuestra.



Patria es humanidad

Patria es humanidad.
José Martí

La manzana es un manzano
Y el manzano es un vitral
El vitral es un ensueño
Y el ensueño un ojalá
Ojalá siembra futuro
Y el futuro es un imán
El imán es una patria
Patria es humanidad

El dolor es un ensayo
De la muerte que vendrá
Y la muerte es el motivo
De nacer y continuar
Y nacer es un atajo
Que conduce hasta el azar
Los azares son mi patria
Patria es humanidad

Mi memoria son tus ojos
Y tus ojos son mi paz
Mi paz es la de los otros
Y no se si la querrán
Esos otros y nosotros
Y los otros muchos más
Todos somos una patria
Patria es humanidad

Una mesa es una casa
Y la casa un ventanal
Las ventanas tienen nubes
Pero sólo en el cristal
El cristal empaña el cielo
Cuando el cielo es de verdad
La verdad es una patria
Patria es humanidad

Yo con mis manos de hueso
Vos con tu vientre de pan
Yo con mi germen de gloria
Vos con tu tierra feraz
Vos con tus pechos boreales
Yo con mi caricia austral
Inventamos una patria
Patria es humanidad.



Pausa de agosto

Madrid quedó vacía
Sólo estamos los otros
Y por eso
Se siente la presencia de las plazas
Los jardines y fuentes
Los parques y glorietas

Como siempre en verano
Madrid se ha convertido
En una calma unánime
Pero agradece nuestra permanencia
A contrapelo de los más

Es un agosto de eclosión privada
Sin mercaderes ni paraguas
Sin comitivas ni mítines
En ningún otro mes del larguísimo año
Existe enlace tan sutil
Entre la poderosa
Metrópoli
Y nosotros pecadores afortunadamente
Los árboles han vuelto a ser
Protagonistas del aire gratuito
Como antes
Cuando los ecologistas
No eran todavía imprescindibles

También los pájaros disfrutan
Ala batiente de una urbe
Que inesperadamente se transforma
En vivible y volable

Los madrileños han huido
A la montaña y a Marbella
A Ciudadela y Benidorm
A Formentor y Tenerife

Y nos entregan sin malicia
A los otros que ahora
Por fin somos nosotros
Un Madrid sorprendente
Casi vacante despejado
Limpio de hollín y disponible
En él andamos como dueños
Tercermundistas del arrobo
En solidarias pulcras avenidas
Sudando con unción la gota gorda

El verano no es tiempo de fragor
Sino de verde tregua

Empalagados del rencor insomne
Estamos como nunca
Dispuestos a la paz

En el rato estival
La historia se detiene
Y todos descubrimos una vida postiza
Pero cuando el asueto se termine
Volverán a sonar
Las bocinas los gritos las sirenas los mueras y los vivas
Bombas y zambombazos
Y las dulces metódicas campanas
Durante tres fecundas estaciones
Nadie se acordará
De pájaros y árboles.



Pequeñas muertes

Los sueños son pequeñas muertes
Tramoyas anticipos simulacros de muerte
El despertar en cambio nos parece
Una resurrección y por las dudas
Olvidamos cuanto antes lo soñado

A pesar de sus fuegos sus cavernas
Sus orgasmos sus glorias sus espantos
Los sueños son pequeñas muertes
Por eso cuando llega el despertar
Y de inmediato el sueño se hace olvido
Tal vez quiera decir que lo que ansiamos
Es olvidar la muerte
Apenas eso.



Peros

Las circunstancias / tiempo en carne viva /
Ponen a nuestro alcance pena y goces
Pero
Más de una vez nos llevan a remolque

Amor es más que un juego o un diluvio
Es el cuerpo y el alma a la intemperie
Pero
Si se va la lujuria ya no vuelve

El trabajo es un bálsamo / un compás /
Gracias a él lidiamos con las horas
Pero
Hay un ocio final que no perdona

La vida puede ser un vendaval
Que sacude mis sueños y tus duendes
Pero
La vida tiene obligación de muerte.



Plaza San Martín

En este espacio cada uno es capaz
De zurcir sus vislumbres y tinieblas
Árboles me rodean con sus patas de elefante
Tengo un gong en las sienes memoriosas

En un banco como éste cubierto de ramitas
Mi adolescencia aprendió a Dostoievsky
Y gracias a Fernández Moreno en Chascomús
Pensó el equivalente de anch'io son'pittore

Tozudo como la cadencia de un molino
Latigazo del aire desairado
Sé del barro prolijo los segmentos de cielo
Las hojas muertas y el gemido o la brisa

No es un refugio pero da amparo
Oasis ecológico con vista a la jornada
Sin la miseria huésped en los lindes
Pero con frisos de jactancia y humo

Siempre me anima su propuesta de verdes
Y la disfruto como si fuera un insomnio
De esos que transitan por los amores de la piel
Proclive a tantas otras ceremonias

También me conforta su condición de isla
Eco querellante del simulacro organizado
Por fortuna libre de viejas simetrías
Ya que sus canteros fingen otra retórica

Lujo del pobre entre los opulentos galaxia de jubilados y niñeras
Y seminaristas autoflagelados
Que salen a respirar con los gorriones

Siempre acudo a vos en peregrinación
Plaza San Martín de los pastitos elegantes
Y de las muchachas que aprenden a besar
Con los ojos cerrados como en el cine.



Pobre Dios

Es imposible estar seguro
Pero tal vez sea Dios todo el silencio
Que queda de los hombres

Es imposible estar seguro
Pero acaso Dios sea
La soledad total
Irrevocable
Más grave que la tuya
O que la mía
Por lo menos más grave que la mía
Que es soledad tan sólo
Cuando el viejo crepúsculo me mira
Como un toro furioso
Y yo no tengo a mano
Tus sabios labios para
Olvidarme de todo lo que temo

Es imposible estar seguro
Ah pero en ese caso
Pobre Dios qué tristeza
Debe ser su tristeza
Pobre Dios
Si una vez descendiera
A asir nuestra miseria
Y respirara por unas pocas horas
El incesante miedo de la muerte
Quizá mucho después
Allá
Solo y eterno
Recordara esa tibia bocanada
Como el único asueto
De su enorme
Desolado Infinito.



Porque te tengo y no

Porque te tengo y no
Porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
Porque la noche pasa y digo amor
Porque has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tus imágenes
Porque eres linda desde el pie hasta el alma
Porque eres buena desde el alma a mí
Porque te escondes dulce en el orgullo
Pequeña y dulce
Corazón coraza.

Porque eres mía
Porque no eres mía
Porque te miro y muero
Y peor que muero
Si no te miro, amor,
Si no te miro.

Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero
Porque tu boca es sangre
Y tienes frío
Tengo que amarte, amor,
Tengo que amarte
Aunque esta herida duela como dos
Aunque te busque y no te encuentre
Y aunque
La noche pase y yo te tenga
Y no.



Primera incomunión

Sólo una temporada provisoria,
Tatuaje de incontables tradiciones,
Oscuro mausoleo donde empieza
A existir el futuro, a hacerse piedra.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
Del mago lejanísimo y borroso.

Sin embargo, la infancia se empecina,
Comienza a levantar sus inventarios,
A echar sus amplias redes para luego.
Es una isla limpia y sobre todo
Fugaz, es un venero de primicias
Que se van lentamente resecando.

Queda atrás como un rápido paisaje
Del que persistirán sólo unas nubes,
Un biombo, dos juguetes, tres racimos,
O apenas un olor, una ceniza.
Con luces queda atrás, a la intemperie,
Yacente y aplazada para nunca,
Sola con su aptitud irresistible
Y un pudor incorpóreo, agazapado.
Para nunca aplazada, fabulosa
Infancia entre sus redes extinguida.

Por algo queda atrás. Esa entrañable
Cede paso al fervor, al pasmo, al fruto,
El azar hinca el diente en otra bruma,
Somos los moribundos que nacemos
A la carne, a la sangre, al entusiasmo,
Nos burlamos del sol, de la penumbra,
Manejamos la gloria como un lápiz
Y en las vírgenes tapias dibujamos
El amor y su viejo colmo, el odio,
El grito que nos pone la vergüenza
En las manos mucho antes que en la boca.

El celaje se enciende. Somos niebla
Bajo el cielo compacto, insolidario,
El asombro hace cuentas y no puede
Mantenernos serenos, apacibles,
Somos el invasor protagonista
Que hace trizas el tiempo, que hace ruido
Pueril, que hace palabras, que hace pactos,
Somos tan poderosos, tan eternos,
Que cerramos el puño y el verano
Comienza a sollozar entre los árboles.

Mejor dicho: creemos que solloza.
El verano es un vaho, por lo tanto
No tiene ojos ni párpados ni lágrimas,
En sus tardes de atmósfera más tenue
Es calor, es calor, y en las mañanas
De aire pesado, corporal, viscoso,
Es calor, es calor. Con eso basta.

De todos modos cambia a las muchachas,
Las ilumina, las ondula, y luego
Las respira y suspira como acordes,
Las envuelve en amor, las hace carne,
Les pinta brazos con venitas tenues
En colores y luz complementarios,
Les abre escotes para que alguien vierta
Cualquier mirada, ese poder habiente.

La vida, qué región esplendorosa.
¿Quién escruta la muerte, quién la tienta?
A la horca con él. ¿Quién piensa en esa
Imposible quietud cuando es la hora
Para cada uno de morder su fruta,
De usar su espejo, de gritar su grito,
De escupir a los cielos, de ir subiendo
De dos en dos todas las escaleras?

La muerte no se apura, sin embargo,
Ni se aplaca. Tampoco se impacienta.
Hay tantas muertes como negaciones.
La muerte que desgarra, la que expulsa,
La que embruja, la que arde, la que agota,
La que enluta el amor, la que excrementa,
La que siega, la que usa, la que ablanda,
La muerte de arenal, la de pantano,
La de abismo, la de agua, la de almohada.

Hay tantas muertes como teologías,
Pero todas se juntan en la espera.
Esa que acecha es una muerte sola.
Escarnecida, rencorosa, hueca,
Su insomnio enloquecido se desploma
Sobre todos los sueños, su delirio
Se parece bastante a la cordura.
Muerte esbelta y rompiente, qué increíble
Sirena para el Mar de los Suicidas.

No canta, pero indica, marca, alude,
Exhibe sus voraces argumentos,
Sus afiches turísticos, explica
Por qué es tan milagrosa su inminencia,
Por qué es tan atractivo su desastre,
Por qué tan confortable su vacío.

No canta, pero es como si cantara.
Su demagogia negra usa palomas,
Telegramas y rezos y suspiros,
Sonatas para piano, arpas de herrumbre,
Vitrinas del amor momificado,
Relojes de lujuria que amontonan
Segundos y segundos y otras prórrogas.

No canta, pero es como si cantara,
Su espanto vendaval silba en la espiga,
Su pregunta repica en el silencio,
Su loco desparpajo exuda un réquiem
Que es prado y es follaje y es almena.

Hay que volverse sordo y mudo y ciego,
Sordo de amor, de amor enmudecido,
Ciego de amor. Olfato, gusto y tacto
Quedan para alejar la muerte y para
Hundirse en la mujer, en esa ola
Que es tiempo y lengua y brazos y latido,
Esa mujer descanso, mujer césped,
Que es llanto y rostro y siembra y apetito,
Esa mujer cosecha, mujer signo,
Que es paz y aliento y cábala y jadeo.

Hay que amar con horror para salvarse,
Amanecer cuando los mansos dientes
Muerden, para salvarse, o por lo menos
Para creerse a salvo, que es bastante.
Hay que amar sentenciado y sin urgencia,
Para salvarse, para guarecerse
De esa muerte que llueve hielo o fuego.

Es el cielo común, el alba escándalo,
El goce atroz, el milagroso caos,
La piel abismo, la granada abierta,
La única unidad uniyugada,
La derrota de todas las cautelas.

Hay que amar con valor, para salvarse.
Sin luna, sin nostalgia, sin pretextos,
Hay que despilfarrar en una noche
—Que puede ser mil y una— el universo,
Sin augurios, sin planes, sin temblores,
Sin convenios, sin votos, con olvido,
Desnudos cuerpo y alma, disponibles
Para ser otro y otra a ras de sueño.

Bendita noche cóncava, delicia
De encontrar un abrazo a la deriva
Y entrar en ese enigma, sin astucia,
Y volver por el aire al aire libre,
Hay que amar con amor, para salvarse.

Entonces vienen las contradicciones
O sea la razón. El mundo existe
Con manchas, sin arar, y no hay conjuro
Ni fe que lo desmienta o modifique.

El manantial se seca, el árbol cae,
La sangre fluye, el odio se hace muro,
¿Es mi hermano el verdugo? Ese asesino
Y, Dios padrastro todopoderoso,
Ese señor del vómito, ese artífice
De la hecatombe, ¿puede ser mi hermano?
Surtidor de napalm, profeta imbécil,
¿Ése, mi prójimo?, ¿ése, el semejante?
Sindico en todo caso de la muerte,
Argumento y proclama de la ruina,
Poder y brazo ejecutor. Estiércol.

Por esta vez no he de mirar mis pasos
Sino el contorno triste, calcinado.
Miro a mi sombra que está envejeciendo,
La sombra de los míos que envejecen.

El mundo existe. Con o sin sus manes,
Con o sin su señal. Existe. Punto.

El mundo existe con mis ex iguales,
Con mis amigos-enemigos, esos
Que ya olvidé por qué se traicionaron.

Tiendo mi mano a veces y está sola
Y está más sola cuando no la tiendo,
Pienso en los compradores emboscados
Y tengo duelo y tengo rabia y tengo
Un reproche que empieza en mis lealtades,
En mis confianzas sin mayor motivo,
En mi invención del prójimo-mi-aliado.
Ni aún ahora me resigno a creerlo.

No todos son así, no todos ceden.
Tendré que repetírmelo a escondidas
Y barajar de nuevo el almanaque.

Mi corazón acobardado sigue
Inventando valor, abriendo créditos,
Tirando cabos sólo a la siniestra,
Aprendiendo a aprender, pobre aleluya,
Y quién sabe, quién sabe si entre tanta
Mentira incandescente, no queda algo
De verdad a la sombra. Y no es metáfora.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
Del mago lejanísimo y borroso.

Pero, ¿por qué creerle a pie juntillas?
¿En qué galaxia está el certificado?

Algo aquí, nada allá. ¿Es tan distinto?
Lo propongo debajo de mis párpados
Y en mi boca cerrada.
¿Es tan distinto?
Ya sé, hay razones nítidas, famosas,
Hay cien teorías sobre la derrota,
Hay argumentos para suicidarse,

Pero, ¿y si hay un resquicio?
¿Es tan distinto,
Tan necio, tan ridículo, tan torpe,
Tener un espacioso sueño propio
Donde el hombre se muera pero actúe
Como inmortal?



Próximo prójimo

En caso de vida o muerte, se debe
Estar siempre con el más próximo.
Antonio Machado

Y está tu corazón
Próximo prójimo
Hermano a borbotones
Ensimismado dócil triste exangüe
Con terribles secretos en tu fondo
Con tu ebria soledad acompañada

Próximo
Algunas veces lejanísimo prójimo
Cuántos rostros me diste
Me estás dando
Sobreviviente atroz sobreviviente
De esta herida sin labios
De esta hiedra sin muro

Qué maga
Qué sin trenzas viniste
Ah prójimo-muchacha la primera
A instalarte delante de mis ojos de niño
Que no sabía nada
Que no sabía nada
Mi dialecto era verte y anunciar para siempre
Entre diez compañías de soldados de plomo
Mi gran amor deslumbre
Mi pobre amor a cuerda

Vino el amigo absorto
Sin percances
Y no se habló de muertes
En su cercado limbo
Tan sólo se jugaba
Al más allá
Y el sábado
Era una bruma pero sin reloj
Sin llave urgente ni contradicciones
Amigo nada más
Amigo muerto

Los padres
Claro
Como un gran suburbio
Amor congénito en mansa barbarie
Subordinado e invasor
Amor ciego o miope o astigmático
Aún puedo abrigarme en sus imágenes
Están aquí al alcance
Viejo
Vieja
Un poco sordos para su propia incógnita
Pero siempre pendientes
De mi nueva llegada

Venga maestro
No lo olvido
Usted me abrió los cielos
Colonizó mi alma
Con el meñique se alisó la barba
Y miró el mundo
(Yo estaba en el mundo)
Con un desprecio cruel
No le perdono
Su vocación de estafa
Ni aún ahora
Que está bien muertecito
Dios mediante

Prójimo
Hermano literal
Quién sabe
Dónde quedó el momento en que jugamos
Lanzando al aire nuestros ocho años
De diferencia o de encadenamiento
Duermes y duermo
El sueño y el espanto
Viajan de tu fatiga a mi fatiga
Y viceversa vuelven a viajar
Hasta que al fin también
Ellos se duermen

Prójimo mi enemigo
Que me conoce y finge no saberme
Y en su tedio descubre
Ese rencor enorme y tan minúsculo
Por cierto no lo envidio
Cuando pronuncia vida y piensa muerte
Cuando repite Cristo y piensa Judas
A esta altura tal vez ya esté oxidado
Su resentido embuste didascálico
Quizá contemporice y diga ciencia
Por no decir conciencia

Estás en el pupitre
Como yo desterrado
En tanto que en el patio
Llueve diagonalmente
El alemán rechina y tú divagas
Hasta que la trompada
Ese viejo argumento
Cae sobre tu oreja que es la mía
Y tu alarido estalla para siempre
Y ahora la lluvia es sólo vertical

Mi mujer está aquí
Pero antes mucho antes
Se acercó por un patio
De baldosas en rombos
Y allí empecé a tomar tremendas decisiones
Entonces fui a mirarla desde Buenos Aires
Yo era su prójimo sin lugar a dudas
Volví y le dije
Piénsalo
Pero ella dijo
No necesito pensarlo

Prójimo el admirable
El cándido
El impuro
Te vi una vez pero nunca me viste
No capitularé ni capitularemos
Tan importante como Julio Verne
Vas tripulando una nave una isla
Un cuerpo extraño inverosímil nuevo
Pero en un lustro apenas
Será el cuerpo de todos
Ojalá y cotidiano

Prójimo en que me amparo
Tu compacta amistad
Tu vida un tanto mustia
Tu faro de confianzas
Tus vísperas de solo
Son para mí el contorno imprescindible
Prójimo-muro gris acribillado
Prójimo-pasamano en que me apoyo
Cuando desciendo la escalera y temo
Que algún peldaño pueda estar podrido

Rostro herido heridor
Ojos que lo supieron
Aduana de la dulce simetría
Olvidada presencia inolvidable
Estás en algún sitio
En algún tríptico de resignaciones
Yo pienso en ti cuando la noche clava
Para siempre qué suerte para siempre
Otra lanza-nostalgia
En mi costado
Y esta curazón
Próximo prójimo
No te avergüences de su llanto.

La cabeza hace trizas el pasado
Fríamente coloca sus razones invictas
Divide en lotes la melancolía
Negocia cautamente tus acciones en alza
Desorganiza para siempre tu magia
Te despoja del cándido futuro
Amuebla los infiernos que te esperan
Después del provisorio desamparo
Te hace lúcido y hueco
Cruel y lúcido
Voraz y pobre lúcido

Pero también
Por suerte
Está tu corazón

Ese embustero
Ese piadoso
Ese mesías.



Puedo reconciliarme

Puedo reconciliarme
Con la luna tediosa y congelada
Con la puerilidad de los profetas
Con el viejo sudario del crepúsculo.

Puedo reconciliarme
Con el milagro de las pesadillas
Con el recodo del triste invierno
Con la cursilería del laúd.

Pero nunca podré reconciliarme
Con los buhoneros de la muerte
Los cascabeles del olvido
Los sicofantes de mi pánico.

Nunca podré reconciliarme
Con los depredadores de mi gente
El aguinaldo de los delatores
La desmemoria de los fusileros.



Recién nacido

Ignorante del mundo y de sí mismo
Deja el recién nacido su caverna
Lejos y cerca de la piel materna
Inaugura el candor de su egoísmo

Mira en su entorno y es un espejismo /
La apenas asumida vida externa
No es todavía despiadada o tierna
Pero ya muestra señas del abismo

Aprenderá sin duda ese paisaje
Que poco a poco en niebla se convierte
Y empezará a enterarse del mensaje

Donde estará la clave de su suerte /
Ya ha reservado sitio para el viaje
Sutil e inexorable hacia la muerte.



Referencias

Alguna vez en Palma de Mallorca
Hallé en el borne dos filas de árboles
Como las que hubo en un recodo
Del viejo parque urbano

En La Habana otra vez
Pensé que el malecón
Era como la rambla

En Santa Cruz de Tenerife
Hay una larga franja
Como la de Pocitos

La gente que camina en las calles de Atenas
Se asemeja a la nuestra
Sólo que al mediodía

En Helsinki si escucho cómo hablan
Me parece lunfardopero nunca lo entiendo

El cielo de la noche blanca de Leningrado
Me recuerda mi cielo en tardes de tormenta

En Buenos Aires hay un barrio
Flores
Que puede confundirse con la aguada

El rastro madrileño
Es una feria de Tristán Narvaja
Sólo que gigantesca

Ahora por fin
Están aquí a mi alcance
Parque rambla idioma firmamento
Recodos calle feria esquinas

Ya no preciso referencias.



Rescates

Muriendo de costumbre
Y llorando de oído.
César Vallejo

Este regreso no era obligatorio
Sin embargo
La mano encuentra su cuchara
El paso su baldosa
El corazón su golpe de madera
El abrazo su brazo o su cintura
La pregunta su alguien
Los ojos su horizonte
La mejilla su beso o su garúa
El orgullo su dulce fundamento
El pellejo su otoño
La memoria su rostro decisivo
Los rencores su vaina
El reloj su lujuria tempranera
El dolor su no olvido o su neblina
El paladar sus uvas
El loor su desastre
La nostalgia su lecho

O sea
Perdón Vallejo
Aquí estoy otra vez
Viviendo de costumbre
Celebrando de oído.



Resistencias

Hay quienes se resisten deshilachadamente
A morir sin haberse concedido
Un año un mes una hora de goce
Y esperan ese don cultivando el silencio
Vaciándose de culpas y de pánicos
Descansando en el lecho del cansancio
O evocando la infancia más antigua

Así / con la memoria en rebanadas
Con ojos que investigan lo invisible
Y el desaliento tímido y portátil
Que se cubre y descubre a duras penas
Así miden el cuerpo torpe cándido
Ese montón de riesgos y de huesos
Áspero de deseos como llagas
Que no elige agotarse mas se agota

Merodean tal vez por la nostalgia
Ese usual laberinto de abandonos
Buscan testigos y no los encuentran
Salvo en las caravanas de fantasmas

Piden abrazos pero nadie cae
En la emboscada de los sentimientos
Carne de espera / alma de esperanza
Los desnudos se visten y no vuelven

El amor hace un alto en el camino
Sorprendido in fraganti / condenado
Y no obstante siempre hay quien se resiste
A irse sin gozar / sin apogeos
Sin brevísimas cúspides de gloria
Sin periquetes de felicidad

Como si alguien en el más allá
O quizás en el más acá suplente
Fuera a pedirle cuentas de por qué
No fue dichoso como puede serlo
Un bienaventurado del montón.



Rostro de vos

Tengo una soledad
Tan concurrida
Tan llena de nostalgias
Y de rostros de vos
De adioses de hace tiempo
Y besos bienvenidos
De primeras de cambio
Y de último vagón.

Tengo una soledad
Tan concurrida
Que puedo organizarla
Como una procesión
Por colores
Tamaños
Y promesas
Por época
Por tacto
Y por sabor.

Sin un temblor de más
Me abrazo a tus ausencias
Que asisten y me asisten
Con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
De noches y deseos
De risas y de alguna
Maldición.

Mis huéspedes concurren
Concurren como sueños
Con sus rencores nuevos
Su falta de candor
Yo les pongo una escoba
Tras la puerta
Porque quiero estar solo
Con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
Mira a otra parte
Con sus ojos de amor
Que ya no aman
Como víveres
Que buscan a su hambre
Miran y miran
Y apagan mi jornada.

Las paredes se van
Queda la noche
Las nostalgias se van
No queda nada.

Ya mi rostro de vos
Cierra los ojos
Y es una soledad
Tan desolada.



Ruinas

Se deslumbraron mis ruinas.
Juan Ramón Giménez

Yo también tengo ruinas
Y si acudo al pasado
Ya no sé a quién o a quiénes
Busco entre los escombros
Son ruinas sin prestigio
Sin guías y con musgo
Inmensas y mezquinas
Señas de lo que fui
Columpios desnudeces
Huellas crepusculares matutinas nocturnas
La luna las descubre
Les dice lo que eran
Columnas de tesón cúmulos de experiencia
Pedernales de amor
Catacumbas de miedo

Yo también tengo ruinas
Pero no deslumbradas
Sino ciegas distantes
Residuos de palabras
Vestigios de rencores
Esquirlas de castigos
Reliquias de caricias
Ruinas tan taciturnas
Calimas de la pena
Albergan sus fantasmas
Como todas las ruinas
Y como todas dejan
Escuchar su lamento

Yo también tengo ruinas
Meses y años troceados
Muñones de confianza
Perdones en añicos
Piedras en las que a veces
Me reconozco entonces
Amo la piel rugosa
De mis hermanas ruinas.



Saberte aquí

Podés querer el alba
Cuando quieras
He conservado intacto
Tu paisaje
Podés querer el alba
Cuando ames
Venir a reclamarte
Como eras
Aunque ya no seas vos
Aunque mi amor te espere
Quemándose en tu azar
Y tu sueño sea eso
Y mucho más
Esta noche otra noche
Aquí estarás
Y cuando gima el tiempo
Giratorio
En esta paz ahora
Dirás
Quiero esta paz
Ahora podés
Venir a reclamarte
Penetrar en tu noche
De alegre angustia
Reconocer tu tibio
Corazón sin excusas
Los cuadros
Las paredes
Saberte aquí
He conservado intacto
Tu paisaje
Pero no sé hasta dónde
Está intacto sin vos
Podés querer el alba
Cuando quieras
Venir a reclamarte
Como eras
Aunque el pasado sea
Despiadado
Y hostil
Aunque contigo traigas
Dolor y otros milagros
Aunque seas otro rostro
De tu cielo hacia mí.



Seré curioso

En una exacta
Foto del diario
Señor ministro
Del imposible

Vi en pleno gozo
Y en plena euforia
Y en plena risa
Su rostro simple

Seré curioso
Señor ministro
De qué se ríe
De qué se ríe

De su ventana
Se ve la playa
Pero se ignoran
Los cantegriles

Tienen sus hijos
Ojos de mando
Pero otros tienen
Mirada triste

Aquí en la calle
Suceden cosas
Que ni siquiera
Pueden decirse

Los estudiantes
Y los obreros
Ponen los puntos
Sobre las íes

Por eso digo
Señor ministro
De qué se ríe
De qué se ríe

Usté conoce
Mejor que nadie
La ley amarga
De estos países

Ustedes duros
Con nuestra gente
Por qué con otros
Son tan serviles

Cómo traicionan
El patrimonio
Mientras el gringo
Nos cobra el triple

Cómo traicionan
Usté y los otros
Los adulones
Y los seniles

Por eso digo
Señor ministro
De qué se ríe
De qué se ríe

Aquí en la calle
Sus guardias matan
Y los que mueren
Son gente humilde

Y los que quedan
Llorando de rabia
Seguro piensan
En el desquite

Allá en la celda
Sus hombres hacen
Sufrir al hombre
Y eso no sirve

Después de todo
Usté es el palo
Mayor de un barco
Que se va a pique

Seré curioso
Señor ministro
De qué se ríe
De qué se ríe.



Síndrome

Todavía tengo casi todos mis dientes
Casi todos mis cabellos y poquísimas canas
Puedo hacer y deshacer el amor
Trepar una escalera de dos en dos
Y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
O sea que no debería sentirme viejo
Pero el grave problema es que antes
No me fijaba en estos detalles.



Soledades

Ellos tienen razón
Esa felicidad
Al menos con mayúscula
No existe
Ah, pero si existiera con minúscula
Sería semejante a nuestra breve
Presoledad
Después de la alegría la presoledad
Después de la plenitud viene la soledad
Después del amor viene la soledad.

Ya sé que es una pobre deformación
Pero lo cierto es que en ese durable minuto
Uno se siente solo en el mundo.

Sin asideros
Sin pretextos
Sin abrazos
Sin rencores
Sin las cosas que unen o separan.

Y en esa sola manera de estar solo
Ni siquiera uno se apiada de uno mismo
Los datos objetivos son como sigue.

Hay diez centímetros de silencio
Entre manos y mis manos
Una frontera de palabras no dichas
Entre tus labios y mis labios
Y algo que brilla así de triste
Entre tus ojos y mis ojos
Claro que la soledad no viene sola.

Si se mira sobre el hombro mustio
De nuestras soledades
Se verá un largo y compacto imposible
Un sencillo respeto por terceros y cuartos
Ese percance de ser buena gente.

Después de la alegría
Después de la plenitud
Después del amor
Viene la soledad.

Conforme
Pero
Qué vendrá después
De la soledad.

A veces no me siento
Tan solo.

Si imagino
Mejor dicho si sé
Que más allá del mi soledad
Y de la tuya
Otra vez estás vos
Aunque preguntándome a solas
Qué vendrá después
De la soledad.



Sólo mientras tanto

Vuelves, día de siempre,
Rompiendo el aire justamente donde
El aire había crecido como muros.

Pero nos iluminas brutalmente
Y en la sencilla náusea de tu claridad
Sabemos cuándo se nos caerán los ojos,
El corazón, la piel de los recuerdos.

Claro, mientras tanto
Hay oraciones, hay pétalos, hay ríos,
Hay la ternura como un viento húmedo.
Sólo mientras tanto.



Sonata para adiós y flauta

Te vas tan sola como siempre
Te echaremos de menos
Yo y los abrazos de la tarde
Yo y mi alma y mi cuerpo

Tu larga sombra se resiste
A abandonarnos / pero
Has decidido que se fuera
Contigo a todo riesgo

De todos modos no querría
Que enterraras tu sueño
Aquel en que tu amor de nadie
Era como un estreno

Te vas de nuevo no sé a dónde
Y tu adiós es un eco
Que se prolonga y nos alude
Como un último gesto

Nunca guardaste la ternura
Como pan para luego
Estoy seguro de encontrarla
Liviana entre tus pechos

Te vas con paso de derrota
Pero no me lo creo
Siempre has vencido en tu querella
Contra el odio y el miedo

Quién sabe allá lo que te aguarda
Ese allá tan desierto
Que se quedó sin golondrinas
Todo erial/ todo invierno

Mas si una tarde te extraviaras
Entre el mar y el espejo
Recuerda siempre que aquí estamos
Yo y mi alma y mi cuerpo.



Soñamos juntos

Soñamos juntos
Juntos despertamos
El tiempo hace o deshace
Mientras tanto
No le importan tu sueño
Ni mi sueño
Somos torpes
O demasiado cautos
Pensamos que no cae
Esa gaviota
Creemos que es eterno
Este conjuro
Que la batalla es nuestra
O de ninguno
Juntos vivimos
Sucumbimos juntos
Pero esa destrucción
Es una broma
Un detalle una ráfaga
Un vestigio
Un abrirse y cerrarse
El paraíso
Ya nuestra intimidad
Es tan inmensa
Que la muerte la esconde
En su vacío
Quiero que me relates
El duelo que te callas
Por mi parte te ofrezco
Mi última confianza
Estás sola
Estoy solo
Pero a veces
Puede la soledad
Ser
Una llama.



Sueldo

Aquella esperanza que cabía en un dedal,
Aquella alta vereda junto al barro,
Aquel ir y venir del sueño,
Aquel horóscopo de un larguísimo viaje
Y el larguísimo viaje con adioses y gente
Y países de nieve y corazones
Donde cada kilómetro es un cielo distinto,
Aquella confianza desde nos cuándo,
Aquel juramento hasta nos dónde,
Aquella cruzado hacia nos qué,
Ese aquel que uno hubiera podido ser
Con otro ritmo y alguna lotería,
En fin, para decirlo de una vez por todas,
Aquella esperanza que cabía en un dedal
Evidentemente no cabe en este sobre
Con sucios papeles de tantas manos sucias
Que me pagan, el lógico, en cada veintinueve
Por tener los libros rubricados al día
Y dejar que la vida transcurra,
Gotee simplemente
Como un aceite rancio.



Táctica y estrategia

Mi táctica es mirarte
Aprender cómo sos
Quererte como sos
Mi táctica es hablarte
Y escucharte,
Construir con palabras
Un puente indestructible.

Mi táctica es
Quedarme en tu recuerdo
No sé cómo, ni sé
Con qué pretexto
Pero quedarme en vos,
Mi táctica es ser franco
Y saber que sos franca
Y que no nos vendamos
Simulacros,
Para que entre los dos
No haya telón ni abismos.

Mi estrategia es
En cambio
Más profunda y más simple,
Mi estrategia es
Que un día cualquiera,
No sé cómo ni sé
Con qué pretexto
Por fin me necesites.



Tantas ciudades

Hay ciudades que son capitales de gloria
Y otras que son ciudadelas del asco

Hay ciudades que son capitales de audacia
Y otras que apenas son escombreras del miedo

Pero aún sin llegar a esos extremos
En unas y otras hay rasgos comunes

El puerto / la avenida principal /
Callejón de burdeles / la catedral severa

Monumentos donde dejan sus flores
Ex tiranos y sus máscaras de odio

Hay suburbios que ocultan la otra cara
La miserable la mendiga

Metrópolis de atmósfera viciada
Y otras que apenas tienen un smog espiritual

Ciudades con sus mafias barrasbravas y sectas
Y otras con angelitos ya pasados de moda

Pero aún sin llegar a esos extremos
Ostentan atributos compartidos

Por ejemplo el deber de estar alegres
Durante el carnaval de fecha fija

Y mostrarse llorosas y agobiadas
El día de difuntos o en su víspera

O estar enamoradas y tiernísimas
El St. Valentine's day que trajeron del norte

Hay ciudades que osan defenderse
De la hipocresía y el consumismo

Y otras que se entregan indefensas
Al consumismo y la hipocresía

Ciertamente ninguna ciudad es tan infame
Ni tan espléndida o deslumbrante

Tal vez una y otra sean de fábula
Pensadas desde cierta soledad ominosa

Pero aún en las franjas de quimera
En los puntos que nacen del desvelo

Hay ciudades para vivir / y otras
En las que no querría ni caerme muerto.



Te quiero

Tus manos son mi caricia
Mis acordes cotidianos
Te quiero porque tus manos
Trabajan por la justicia
Si te quiero es porque sos
Mi amor, mi cómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos
Tus ojos son mi conjuro
Contra la mala jornada
Te quiero por tu mirada
Que mira y siembra futuro
Tu boca que es tuya y mía
Tu boca no se equivoca
Te quiero porque tu boca
Sabe gritar rebeldía
Si te quiero es porque sos
Mi amor, mi cómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos
Y por tu rostro sincero
Y tu paso vagabundo
Y tu llanto por el mundo
Porque sos pueblo te quiero
Y porque amor no es aureola
Ni cándida moraleja
Y porque somos pareja
Que sabe que no está sola
Te quiero en mi paraíso
Es decir que en mi país
La gente vive feliz
Aunque no tenga permiso
Si te quiero es porque sos
Mi amor, mi cómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos.



Todavía

No lo creo todavía,
Estás llegando a mi lado
Y la noche es un puñado
De estrellas y de alegría.

Palpo, gusto, escucho y veo
Tu rostro, tu paso largo,
Tus manos y, sin embargo,
Todavía no lo creo.

Tu regreso tiene tanto
Que ver contigo y conmigo,
Que por cábala lo digo
Y por las dudas lo canto.

Nadie nunca te reemplaza
Y las cosas más triviales
Se vuelven fundamentales,
Porque estás llegando a casa,
Sin embargo todavía
Dudo de esta buena suerte,
Porque el cielo de tenerte
Me parece fantasía.

Pero venís y es seguro
Y venís con tu mirada,
Y por eso tu llegada
Hace mágico el futuro.

Y aunque no siempre he entendido
Mis culpas y mis fracasos,
En cambio sé que en tus brazos
El mundo tiene sentido.

Y si beso la osadía
Y el misterio de tus labios
No habrá dudas ni resabios,
Te querré más todavía.



Todo lo contrario

—Veamos —dijo el profesor—. ¿Alguno de ustedes sabe qué es lo contrario de IN?

—OUT — respondió prestamente un alumno.

—No es obligatorio pensar en inglés. En Español, lo contrario de IN (como prefijo privativo, claro) suele ser la misma palabra, pero sin esa sílaba.

—Sí, ya sé: insensato y sensato, indócil y dócil, ¿no?

—Parcialmente correcto. No olvide, muchacho, que lo contrario del invierno no es el vierno sino el verano.

—No se burle, profesor.

—Vamos a ver. ¿Sería capaz de formar una frase, más o menos coherente, con palabras que, si son despojadas del prefijo IN, no confirman la ortodoxia gramatical?

—Probaré, profesor: “Aquel dividuo memorizó sus cógnitas, se sintió dulgente pero dómito, hizo ventario de las famias con que tanto lo habían cordiado, y aunque se resignó a mantenerse cólume, así y todo en las noches padecía de somnio, ya que le preocupaban la flación y su cremento”.

—Sulso pero pecable —admitió sin euforia el profesor.



Utopías

Cómo voy a creer / dijo el fulano
Que el mundo se quedó sin utopías

Cómo voy a creer
Que la esperanza es un olvido
O que el placer una tristeza

Cómo voy a creer / dijo el fulano
Que el universo es una ruina
Aunque lo sea
O que la muerte es el silencio
Aunque lo sea

Cómo voy a creer
Que el horizonte es la frontera
Que el mar es nadie
Que la noche es nada

Cómo voy a creer / dijo el fulano
Que tu cuerpo / mengana
No es algo más que lo que palpo
O que tu amor

Ese remoto amor que me destinas
No es el desnudo de tus ojos
La parsimonia de tus manos

Cómo voy a creer / mengana austral
Que sos tan sólo lo que miro
Acaricio o penetro

Cómo voy a creer / dijo el fulano
Que la utopía ya no existe
Si vos / mengana dulce
Osada / eterna
Si vos / sois mi utopía.



Un padrenuestro latinoamericano

Padre nuestro que estás en los cielos
Con las golondrinas y los misiles
Quiero que vuelvas antes de que olvides
Como se llega al sur de Río Grande

Padre nuestro que estás en el exilio
Casi nunca te acuerdas de los míos
De todos modos dondequiera que estés
Santificado sea tu nombre
No quienes santifican en tu nombre
Cerrando un ojo para no ver las uñas
Sucias de la miseria

En agosto de mil novecientos sesenta
Ya no sirve pedirte
Venga a nos el tu reino
Porque tu reino también está aquí abajo
Metido en los rencores y en el miedo
En las vacilaciones y en la mugre
En la desilusión y en la modorra
En esta ansia de verte pese a todo

Cuando hablaste del rico
La aguja y el camello
Y te votamos todos
Por unanimidad para la Gloria
También alzó su mano el indio silencioso
Que te respetaba pero se resistía
A pensar hágase tu voluntad

Sin embargo una vez cada
Tanto tu voluntad se mezcla con la mía
La domina
La enciende
La duplica
Más arduo es conocer cuál es mi voluntad
Cuando creo de veras lo que digo creer
Así en tu omnipresencia como en mi soledad
Así en la tierra como en el cielo
Siempre
Estaré más seguro de la tierra que piso
Que del cielo intratable que me ignora

Pero quién sabe
No voy a decidir
Que tu poder se haga o deshaga
Tu voluntad igual se está haciendo en el viento
En el Ande de nieve
En el pájaro que fecunda a su pájara
En los cancilleres que murmuran yes sir
En cada mano que se convierte en puño

Claro no estoy seguro si me gusta el estilo
Que tu voluntad elige para hacerse
Lo digo con irreverencia y gratitud
Dos emblemas que pronto serán la misma cosa
Lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
De cada día y de cada pedacito de día

Ayer nos lo quitaste
Dánosle hoy
O al menos el derecho de darnos nuestro pan
No sólo el que era símbolo de Algo
Sino el de miga y cáscara
El pan nuestro
Ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
Perdónanos si puedes nuestras deudas
Pero no nos perdones la esperanza
No nos perdones nunca nuestros créditos

A más tardar mañana
Saldremos a cobrar a los fallutos
Tangibles y sonrientes forajidos
A los que tienen garras para el arpa
Y un panamericano temblor con que se enjugan
La última escupida que cuelga de su rostro

Poco importa que nuestros acreedores perdonen
Así como nosotros
Una vez
Por error
Perdonamos a nuestros deudores

Todavía
Nos deben como un siglo
De insomnios y garrote
Como tres mil kilómetros de injurias
Como veinte medallas a Somoza
Como una sola Guatemala muerta

No nos dejes caer en la tentación
De olvidar o vender este pasado
O arrendar una sola hectárea de su olvido

Ahora que es la hora de saber quiénes somos
Y han de cruzar el río
El dólar y el amor contra-reembolso
Arráncanos del alma el último mendigo
Y líbranos de todo mal de conciencia
Amén.



Un viento misionero sacude las ventanas

Un viento misionero sacude las ventanas
No sé qué jueves trae
No sé qué noche lleva
Ni siquiera el dialecto que propone.

Creo reconocer endechas rotas
Trocitos de hurras
Y batir de palmas
Pero todo se mezcla en un aullido
Que también puede ser deleite o salmo.

El viento bate franjas de aluminio
Llega de no sé donde a no sé donde
Y en ese rumbo enigma soy apenas
Una escala precaria y momentánea.

No abrazo hospitalidad
No ofrezco resistencia
Simplemente lo escucho
Arrinconado
Mientras en el recinto vuelan nombre
Papeles y cenizas.

Después se posarán en una baldosa
En su alegre centímetro
En su lástima
Ahora vuelan como barriletes
Como murciélagos, como hojas.

Lo curioso, lo absurdo es que a pesar
De que aguardo mensajes y pregones
De todas las memorias y de todos
Los puntos cardinales.

Lo raro, lo increíble es que a pesar
De mi desamparada expectativa
No sé qué dice el viento del exilio.



Una mujer desnuda y en lo oscuro

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Tiene la claridad que nos alumbra
De modo que si ocurre un desconsuelo
Un apagón o una noche sin luna
Es conveniente y hasta imprescindible
Tener a mano una mujer desnuda.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Genera un resplandor que da confianza
Entonces dominguea el almanaque
Vibran en su rincón las telarañas
Y los ojos felices y felinos
Miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Es una vocación para las manos
Para los labios es casi un destino
Y para el corazón un despilfarro
Una mujer desnuda es un enigma
Y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Genera una luz propia y nos enciende
El cielo raso se convierte en cielo
Y es una gloria no ser inocente
Una mujer herida o vislumbrada
Desbaratada por una vez la muerte.



Ustedes y nosotros

Ustedes cuando aman
Exigen bienestar
Una cama de cedro
Y un colchón especial
Nosotros cuando amamos
Es fácil de arreglar
Con sábanas qué bueno
Sin sábanas da igual
Ustedes cuando aman
Calculan interés
Y cuando se desaman
Calculan otra vez
Nosotros cuando amamos
Es como renacer
Y si nos desamamos
No la pasamos bien
Ustedes cuando aman
Son de otra magnitud
Hay fotos, chismes, prensa
Y el amor es un boom
Nosotros cuando amamos
Es un amor común
Tan simple y tan sabroso
Como tener salud
Ustedes cuando aman
Consultan el reloj
Porque el tiempo que pierden
Vale medio millón
Nosotros cuando amamos
Sin prisa y con fervor
Gozamos y nos sale
Barata la función
Ustedes cuando aman
Al analista van
Él es quien dictamina
Si lo hacen bien o mal
Nosotros cuando amamos
Sin tanta cortedad
El subconsciente piola
Se pone a disfrutar
Ustedes cuando aman
Exigen bienestar
Una cama de cedro
Y un colchón especial
Nosotros cuando amamos
Es fácil de arreglar
Con sábanas qué bueno
Sin sábanas da igual.



Vamos juntos

Con tu puedo y con mi quiero
Vamos juntos compañero

Compañero te desvela
La misma suerte que a mí
Prometiste y prometí
Encender esta candela

Con tu puedo y con mi quiero
Vamos juntos compañero

La muerte mata y escucha
La vida viene después
La unidad que sirve es
La que nos une en la lucha

Con tu puedo y con mi quiero
Vamos juntos compañero

La historia tañe sonora
Su lección como campana
Para gozar el mañana
Hay que pelear el ahora

Con tu puedo y con mi quiero
Vamos juntos compañero

Ya no somos inocentes
Ni en la mala ni en la buena
Cada cual en su faena
Porque en esto no hay suplentes

Con tu puedo y con mi quiero
Vamos juntos compañero

Algunos cantan victoria
Porque el pueblo paga vidas
Pero esas muertes queridas
Van escribiendo la historia

Con tu puedo y con mi quiero
Vamos juntos compañero.



Varón urgente

Varón urgente
Hembra repentina.

No pierdan tiempo
Quiéranse.

Dejen todo en el beso
Palpen la carne nueva
Gasten el coito único
Destrúyanse

Sabiendo

Que el tiempo pasará
Que está pasando

Que ya ha pasado para
Los dos

Urgente viejo
Anciana repentina.



Vaya uno a saber

Amiga
La calle de sol tempranero
Se transforma de pronto
En atajo bordeado de muros vegetales
El rascacielos da la visión despiadada
De un acantilado de poder
Los colectivos pasan raudos
Como benignos rinocerontes
Y en un remoto bastidor de cielo
Las nubes son sencillamente nubes

La muchacha cargada de paquetes
Es una hormiga demasiado obvia
Y en consecuencia la descarto
Pero el lisiado de noble rostro
Ése sí avanza como un cangrejo
La monjita joven de mejillas ardientes
Crece como un hongo sin permiso
El hollín va siendo lentamente rocío
Y el olor a petróleo se convierte en jazmín

Y todo eso por qué
Sencillamente porque
En la primera línea
Pensé en vos
Amiga.



Viceversa

Tengo miedo de verte,
Necesidad de verte,
Esperanza de verte,
Desazones de verte.

Tengo ganas de hallarte,
Preocupación de hallarte,
Certidumbre de hallarte,
Pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte,
Alegría de oírte,
Buena suerte de oírte,
Y temores de oírte.

O sea, resumiendo,
Estoy jodido y radiante,
Quizá más lo primero
Que lo segundo
Y también viceversa.



Y si Dios fuera mujer

¿Y si Dios fuera mujer?
Pregunta Juan sin inmutarse.

Vaya vaya, si Dios fuera mujer
Es posible que agnósticos y ateos
No dijéramos no con la cabeza
Y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina
Desnudez
Para besar sus pies no de bronce
Su pubis no de piedra
Sus pechos no de mármol
Sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
Para arrancarla de su lontananza
Y no habría que jurar
Hasta que la muerte nos separe
Ya que sería inmortal por antonomasia
Y en vez de transmitirnos sida o pánico
Nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
Lejana en el reino de los cielos
Sino que nos aguardaría en el zaguán del
Infierno
Con sus brazos no cerrados
Su rosa no de plástico
Y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
Si hasta siempre y desde siempre
Fueras una mujer
Qué lindo escándalo sería
Qué venturosa espléndida imposible
Prodigiosa blasfemia.




Zelmar

O es que existe un territorio
Donde las sangres se mezclan.
(De una canción de Daniel Viglietti)

Ya van días y noche que pienso pobre flaco
Y no puedo ni quiero apartar el recuerdo

No el subido al cajón a la tribuna
Con su palabra de espiral velocísima
Que blindaba los pregones del pueblo
O encendía el futuro con unas pocas brasas
Ni el cruzado sin tregua que quería
Salvar la sangre prójima aferrándose
A la justicia esa pobre lisiada

No es el rostro allá arriba el que concurre
Más bien el compañero del exilio
El cálido el silencio aquel buen parroquiano
Del boliche de la calle Maipú
Fiel al churrasco y al budín de pan
Rodeado de hijos hijas yernos nietos
Ese flamante abuelo con cara de muchacho
Hablando del paisito con la pasión ecuánime
Sin olvidar heridas
Y tampoco quedándose en el barro
Siempre haciendo proyectos y eran viables
Ya que su vocación de abrecaminos
Lo llevaba a fundar optimismos atajos
Cuando alguno se daba por maltrecho

Y a pesar de la turbia mescolanza
Que hay en el techo gris de la derrota
Nadie consiguió que tildara de enemigos
A quienes bien o mal
Radiantes o borrosos
Faros o farolitos
Eran pueblo
Como él

Y también comparece el vigilado
Por esos tiras mansos con quienes conversaba
De cine libros y otras zancadillas
En el hotel o escala o nostalgia
De la calle Corrientes

Sé que una vez el dueño que era amigo
Lo reconvino porque había una cola
De cincuenta orientales nada menos
Que venían con dudas, abandonos
Harapos desempleos frustraciones conatos
Pavores esperanzas cábalas utopías

Y él escuchaba a todos
Él ayudaba comprendía a todos
Lo hacía cuerdamente y si algo prometía
Lo iba a cumplir después con el mismo rigor
Que si fuera contrato ante escribano público
No se puede agregar decía despacito
Más angustia a la angustia
No hay derecho

Y trabaja siempre
Noche y día
Quizás para olvidar que la muerte miraba
De un solo manotazo espantaba sus miedos
Como si fueran moscas o rumores
Y pese a las calumnias las alarmas
Su confianza era casi indestructible
Llevaba la alegría siempre ilesa
De la gente que cumple con la gente

Sólo un imagen lo vencía
Era la hija inerme
La hija en la tortura
Durante quince insomnios la engañaron diciéndole
Que lo habían borrado en la Argentina
Era un viejo proyecto por lo visto
Entonces si pedía ayuda para
No caer en la desesperación
Para no maldecir más de la cuenta
Ya van noches y días que pienso pobre flaco
Un modo de decir pobres nosotros
Que nos hemos quedado
Sin su fraternidad sobre la tierra
No se me borra la sonrisa el gesto
De la última vez que lo vi junto a Chicho
Y no le dije adiós sino cuídate
Pero los dos sabíamos que no se iba a cuidar

Por lo común cuando cae un verdugo
Un doctor en crueldad, un mitrione cualquiera
Los canallas zalameros recuerdan
Que deja tres cuatro
Verduguitos en ciernes

Ahora qué problema este hombre legal
Este hombre cabal acribillado
Este muerto inmorible con las manos atadas
Deja diez hijos tras de sí
Diez huellas
Pienso en Cecilia en Chicho
En Isabel Margarita Felipe
Y los otros que siempre lo rodeaban
Porque también a ellos inspiraba confianza
Y qué lindos gurises ojalá
Vayan poquito a poco entendiendo su duelo
Resembrando a Zelmar en sus diez surcos

Puede que la tristeza me haga decir ahora
Sin el aval de las computadoras
Que era el mejor de nosotros
Y era
Pero nada me hará olvidar qué fue
Quién haciendo y rehaciendo
Se purificó más en el exilio

Mañana apretaremos con los dientes
Este gajo de asombro
Este agrio absurdo gajo
Y tragaremos
Seguirá la vida
Pero hoy este horror es demasiado

Que no profane el odio
A este bueno yacente este justo
Que el odio quede fuera del recinto
Donde están los que quiso y que lo quieren
Sólo por esta noche
Por esta pena apenas
Para que nada tizne
Esta vela de almas

Pocos podrán como él
Caer tan generosamente
Tan atrozmente ingenuos
Tan limpiamente osados

Mejor juntemos nuestras osadías
La generosidad más generosa
Y además instalemos con urgencia
Fieles radares en la ingenuidad

Convoquemos aquí a nuestros Zelmares
Esos que él mismo nos dejo en custodia
El que ayudó a cada uno en su combate
En su más sola soledad
Y hasta nos escuchó los pobres sueños
Él
Que siempre salía
De alguna pesadilla
Y si tendía una mano era una mano
Y si daba consuelo era un consuelo
Y nunca un simulacro

Convoquemos aquí a nuestros Zelmares
En ellos no hay ceniza
Ni muerte ni derrota ni tierno descalabro
Nuestros Zelmares siguen tan campantes
Señeros renacidos
Únicos y plurales
Fieles y hospitalarios
Convoquemos aquí a nuestros Zelmares
Y si aún así fraternos
Así reunidos en un duro abrazo

En una limpia desesperación
Cada uno de esos módicos Zelmares
Echa de menos a Zelmar
Será
Que el horror sigue siendo demasiado
Y ya que nuestro muerte
Como diría Roque en plena vida
Es un indócil
Ya que es un difunto peliagudo
Que no muere en nosotros
Pero muere
Que cada uno llore como pueda

A lo mejor entonces
Nuestro Zelmar
Ése de cada uno
Ése que el mismo nos dejó en custodio
A cada uno tenderá una mano
Y como en tantas otras
Malas suertes y noches
Nos sacará del pozo
Desamortajará nuestra alegría
Y empezará a blindarnos los pregones
A encender el futuro con unas pocas brasas.